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El Meollo Del Asunto: Corrupción, corruptos y corruptelas.

Por décadas nos hemos quejado de la corrupción que hombres y mujeres en la política y en el gobierno han protagonizado. Cierto, se puede nombrar...

5 de abril, 2019

Daniel Valles

Por décadas nos hemos quejado de la corrupción que hombres y mujeres en la política y en el gobierno han protagonizado. Cierto, se puede nombrar a más hombres que ha mujeres.

Pero desde que se ha empoderado a la mujer, los casos donde ellas son las protagonistas de los casos corruptos han aumentado.

¿Por qué? Porque la corrupción se da en el ser humano sin importar quién sea. Viene como producto de sentimientos y emociones que se debaten en el interior de cada uno de nosotros.

Hay quienes tienen o desarrollan el carácter para maniatar las emociones y controlar los pensamientos, los deseos que nos llevan a perder el control de nuestra persona y abandonarnos a actos que tienen que ver con alterar el orden. Violar la ley. La moral y la ética.

Corrupción se entiende como el abuso de la autoridad o poder conferido a una persona, para beneficio personal. Esta es la definición oficial de Transparencia Internacional, organismo que se dedica a medir la precepción de la corrupción en los países afiliados a la OCDE y a presentar un esfuerzo internacional en contra de este mal sistémico y endémico.

Stephen D. Morris, profesor del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Middle Tennessee State University, realizó un interesante estudio de la corrupción en México, sostenía que (a la corrupción) “se la ha definido como el uso ilegitimo del poder público para el beneficio privado”; a “todo uso ilegal o no ético de la beneficio personal o político”; o simplemente como “el uso arbitrario del poder”.

En los últimos cinco meses, no ha habido día en que no escuchemos, leamos o veamos acerca de corrupción, corruptos y corruptelas.

Que los “huachicoleros”. La venta de “huachicol” en cientos de expendios de gasolina. La lucha valiente de nuestro querido presidente contra el “huachicol”, las gasolineras en seis estados de la república, dejó sin gasolina a cientos, a miles de conductores en el centro del país.

Casualmente en estados gobernados por gobiernos de la oposición a Morena. Hasta el momento no se ha sabido de detenciones de poderosos capos del “huachicol”, dueños de empresas, o de confiscación de los miles de millones de pesos que nos dijeron que el “huachicol” producía.

Eso sí, todo sabemos de la desgracia ocurrida en el estado de Hidalgo, en Tlahuelilpan, donde la gente acudía a un tipo de verbena popular. Donde la gente llevó sus cubetas, botes o lo que podían para llenarlos de gasolina que se robaban de los ductos de Pemex.

Bueno, sabemos que hubo 135 fallecidos hasta hoy. Pero de los empresarios o de la gente involucrada en la operación. Nada.

Otro caso que ha acaparado la atención nacional, es el de las estancias infantiles en el país.

El gobierno de la cuarta transformación señaló que cancelaría el programa que la administración pasada había llevado con éxito en el país. Mismo que era dirigido por la juarense, Clara Torres.

Este programa atendía a más de 330 mil niños, en más de 9 mil estancias. De acuerdo con datos del DIF, de la presente administración.

El caso de las estancias recibió toda la atención nacional por lo que representa. La ayuda para miles de familias que dependen del programa y la atención para que puedan atender las actividades propias como acudir a sus empleos, etc.

Clara Torres renunció meses antes de que se dieran a conocer los resultados oficiales por parte del gobierno de la cuarta transformación. No se encontraron a más de 80 mil niños registrados. Que a razón de 1600 pesos al bimestre, representan 128 mdp al bimestre. O sea 768 mdp.

¿Dónde esté el dinero y la gente que dice el gobierno se quedaban con todo? No se sabe.

Solo ha bastado que nuestro querido presidente diga que algo está corrupto para que sea sentenciado a desaparecer. Si esto es cierto, maravilloso. Pero no se ha mostrado evidencia alguna hasta el momento. Entonces, ¿son mentiras?

No así Clara Torres, que asegura que el padrón de las estancias fue “rasurado” por órdenes de la titular de Bienestar Social, María Luisa Albores. Que al no encontrar evidencia, la ha fabricado.

Esta es una acusación muy grave. Es evidencia de corrupción en el gobierno que prometió que no la habría y que la erradicaría de sus dominios a partir del 1 de diciembre de 2018.

Clara Torres ofrece datos duros de lo que dice. Además, invita a la directora Albores a comparar y comprobar los datos. Conozco a Clara. Es una mujer de carácter. Apasionada con lo que hace. Si no tuviera evidencia fehaciente, no hablaría.

Clara habla de que en Baja California se rasuró al 30% de los niños. Igual porcentaje en Chihuahua. 40% en Sinaloa y 25% en Coahuila. Nuevo León y Zacatecas con el 30%. San Luis Potosí con 30% sonora con el 50% y así, Clara nombra a otros más. Pero no es todo.

También cuenta que el gobierno de la cuarta transformación veía en el programa la mano del “prián”. Y de 9, 200 centros de influencia política que no controlaba el gobierno y por eso optaron por desaparecer para reconformarlos.

Esto es grave. Exagerar o manipular la información por razones políticas es abusar del poder otorgado a uno para beneficio personal. Más cuando se habla y se habla de que se ha descubierto a los grandes saqueadores del país y no los muestran.

Lo que ya ha hecho dudar a más de dos y a pensar a otros tantos. Porque o no son ciertas las afirmaciones, o se les da el beneficio de no acusarles formalmente. Lo que sin lugar a dudas, sería igualmente corrupción.

Y El Meollo del Asunto.

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