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Avanza Sin Tranza: un vórtice

Este verano estaré cumpliendo tres años que lancé el programa Avanza Sin Tranza en el país.

31 de mayo, 2018

Este verano estaré cumpliendo tres años que lancé el programa Avanza Sin Tranza en el país. Sin embargo, serán cuatro de que en Ciudad Juárez se dio a conocer y de que fue la sede del nacimiento de tal proyecto.

Avanza Sin Tranza fue concebido por un grupo de juarenses que la única intención era crear conciencia en contra de la corrupción entre los ciudadanos y las autoridades del gobierno municipal de entonces. La administración era presidida por el Ing. Enrique Serrano.

Nos pusimos a trabajar con ideas y más ideas, conceptos y más conceptos. Así nació Avanza Sin Tranza. Como un proyecto local, para trabajar con un alcalde que deseaba distinguir a su administración y su ciudad por ser la primera en el país en ser declarada, “Libre de Corrupción”.

El lema, Avanza sin Tranza me vino a la cabeza de inmediato. ¿Por qué?

Porque era necesario crear un movimiento contracultural que apuntara directamente a tratar de desactivar el mexicanísimo “mantra” conocido por todos: “el que no tranza no avanza”.

Colocar el “contra–veneno” en la cultura, es una tarea muy grande y pesada. Sabíamos que estaríamos yendo en contra de décadas y tal vez siglos de una cultura que ha creado, generado y acondicionado un sistema de vida para que todo funcione dentro de la corrupción.

La corrupción es sistémica. Es una cultura. Es una manera de hacer las cosas: ¿Cuál? “a la mexicana”.

Claro que la corrupción no es exclusiva de México. Está en todos los países, en diversas formas y con distintas intensidades.

Nuestro país ocupa el lugar 135, con 35 puntos buenos, entre 180 países evaluados, miembros de la OCDE. Donde Nueva Zelanda y Dinamarca, ocupan los primeros lugares 89 8 88 puntos buenos de 100 posibles. (1)

“México es el cuarto país más impune a nivel global, con una calificación de 69.21 puntos está a la cabeza de las naciones impunes en América, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad México 2018 (IGI-MEX 2018), publicado por la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP)”. (2)

El monto que se estima nos cuesta la corrupción representa 10 puntos porcentuales del PIB. Algo así como 890 mmdp anualmente. Por si esto fuera poco, la corrupción nos cuesta a los mexicanos 165 pesos diarios. Nos guste o no, lo sepamos o no, lo creamos o no. Esto es un dato estimado por: Mientras Tanto En México.

Sacarlo del ámbito local en que se origina y darle un “spin” nacional. Creando un vórtice, que es en lo que Avanza Sin Tranza se ha convertido.

Han pasado tres años y hoy el vórtice se ha agrandado. Se han unido personas en Mexicali, Tijuana, Ensenada, en Baja California. En Hermosillo, Sonora. Ciudad de México. Torreón, en Coahuila, Ciudad Victoria y Reynosa, en Tamaulipas. Cuernavaca, Cuautla y Jojutla, en Morelos. Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas. Próximamente en Sinaloa y San Luis Potosí, así como en Querétaro, Puebla y Tlaxcala, donde las negociaciones locales avanzan.

Ha sido una labor de muchas personas las que han dado seguimiento a una visión que nació y surgió en nuestra querida Ciudad Juárez.

El programa nacional Avanza Sin Tranza ha puesto la muestra de que sí se puede combatir la corrupción con éxito. Sabemos bien que ésta no se pude erradicar, pero sí se puede controlar, ¿cómo? Controlando primero la corrupción personal.

Todos somos corruptos. Unos más, unos menos. Unos tienen control, otros ceden fácilmente. Unos tienen opción, otros no la tienen, salvo que la generen. Es posible, sí se puede.

Tenemos las evidencias testimoniales y medibles. Son tres años de esfuerzo, de dedicación personal por amor a México; cuatro desde que un grupo de juarenses pensamos en cómo hacerlo.

Claro, ha habido quienes en nuestra cara se han reído de nosotros. No solo en nuestra cara lo han hecho, pero también de nuestro lema: “Avanza Sin Tranza”.

“¿Tú crees que esa frasecilla hará que los mexicanos cambiemos la forma cómo somos los mexicanos?” Me dijo un colega un día en un programa de radio. “Claro que lo creo”, le contesté. Y agregué:

“Las palabras tienen un gran poder creativo. Con ellas edificamos. Construimos, edificamos.”

Pero eso no ha sido lo peor, sino el escepticismo de la gente. Ese ha sido el mayor obstáculo que hemos tenido que vencer.

Lo encuentro en todas partes a las que voy. Pero también encuentro a personas que hastiadas, hartas y cansadas de tanta corrupción, reciben el programa con gran esperanza y júbilo.

Ellos, juntamente con otros y otros más, generamos ya un vórtice que se agiganta hasta lograr una ciudad, un estado y un país libre de corrupción.

Avanza Sin Tranza ha sido el elemento, la herramienta de transformación para un país que harto, cansado y hastiado de impunidad, se enfermó de corrupción. Por lo mismo, Avanza Si Tranza es un vórtice y El Meollo del Asunto.

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