Juan Ignacio Paulino Ramírez Calzada nació en San Miguel el Grande, Guanajuato, el 22 de junio de 1818 y falleció en la Ciudad de México el 15 de junio de 1879. Hoy se cumplen 203 años de su natalicio. El caballero mayormente conocido como Ignacio Ramírez “El Nigromante”, fue un escritor, poeta, periodista, abogado, político e ideólogo. Es considerado uno de los artífices más importantes del Estado laico mexicano. Fue además un reconocido masón, y varias logias en México llevan su nombre. También se le conoció con el sobrenombre El Voltaire mexicano.
En 1846 fundó el Club Popular, donde divulgó sus ideas liberales avanzadas en materia de reforma política, económica y religiosa, por lo que estuvo en prisión. Al obtener su libertad, el gobernador del Estado de México, admirador de los talentos de Ramírez, lo invitó para organizar su gobierno y este correspondió trabajando día y noche en la reconstrucción administrativa y también en la defensa del territorio nacional invadido por los norteamericanos.
Para predicar con el ejemplo, asistió con el gobernador, Francisco Modesto de Olaguíbel, a la batalla de Padierna y, a pesar de los gastos que demandaba la guerra, restableció el Instituto Literario de Toluca, donde, con la República libre de la invasión, fue catedrático de Derecho y de Literatura, pero a pesar de la irreprochable conducta de Ramírez en su vida íntima, los padres de familia, alarmados por sus ideas liberales, intrigaron hasta lograr su separación.
Regresó posteriormente a Toluca, donde se dedicó a la docencia y al ejercicio de su profesión hasta fines de 1851, cuando se trasladó a Sinaloa, donde ya se encontraba su hermano, Miguel Ramírez. En 1852, el gobernador de Sinaloa, el general Plácido Vega, promovió su candidatura a diputado federal por esta entidad, defendiendo el liberalismo en el Congreso de la Unión. A su regreso a Sinaloa, fue secretario de Plácido Vega, sostuvo enérgicamente la extinción de las alcabalas —un tipo de impuestos—, propuestas durante el gobierno de Pomposo Verdugo.
Acompañó a Vega hasta Álamos, Sonora, cuando este fue derrocado. Posteriormente viajó a Baja California, donde descubrió la existencia de zonas perlíferas y canteras de mármol, sobre las que escribió brillantes artículos que revelaron aquella riqueza.
En 1853 se fue a radicar por un tiempo a la ciudad de México; ejerció como profesor en el Entre fines de 1848 y principios de 1849, Ignacio Ramírez fue jefe político de Tlaxcala y Colegio Políglota. Criticó fuertemente a Antonio López de Santa Anna, lo que motivó que lo encerraran once meses en prisión, la mayor parte de ese tiempo encadenado. Al triunfo de la Revolución de Ayutla fue liberado y fungió como secretario personal de don Ignacio Comonfort; al advertir que este falseaba sus principios liberales, renunció a su puesto para afiliarse con Benito Juárez, Melchor Ocampo y Guillermo Prieto en el partido liberal y combatir con su pluma al renegado.
El Nigromante también participó en la elaboración de las Leyes de Reforma, y fue uno de los liberales más puros. Al ser derrotados los conservadores, el presidente Benito Juárez lo nombró Secretario de Justicia e Instrucción Pública, cargo que desempeñó del 21 de enero al 9 de mayo de 1861. Durante su gestión creó la Biblioteca Nacional y unificó la educación primaria en el Distrito Federal y en los territorios federales.
La honradez de Ramírez fue acrisolada, pues cuando fue ministro pasaron por sus manos millones de pesos y nadie osó decir que se hubiera apropiado lo más mínimo de los tesoros que manejó. No tomó jamás ni un solo libro de los millares de volúmenes sacados de las bibliotecas de los conventos, ni una pieza de los centenares de cuadros extraídos de los claustros. No insinuó ni aceptó la menor recompensa por sus persecuciones y miserias que pasó por largos años, ni se adjudicó la más pequeña propiedad para pasar holgadamente el resto de sus días. En Puebla, trabajó en la desamortización de los bienes del clero y en septiembre de 1861 fue elegido presidente del Ayuntamiento de la Ciudad de México.
Durante la guerra de intervención, combatió a los franceses en Mazatlán. En el período de 1863 a 1865, mantuvo correspondencia con Guillermo Prieto, la que posteriormente se publicaría como Cartas a Fidel. En noviembre de 1864, con domicilio en Sinaloa, defendió a presos políticos y escribió para La Opinión y La Estrella de Occidente, hasta que fue desterrado a los Estados Unidos. Regresó a México antes de la caída de Maximiliano y fue encarcelado en San Juan de Ulúa y posteriormente en Yucatán.
El Congreso de la Unión lo nombró magistrado de la Suprema Corte de Justicia, cargo que ejerció durante doce años. De ese puesto no se separó sino al ser llamado por el presidente Porfirio Díaz, después de la batalla de Tecoac, para hacerlo Ministro de Justicia e Instrucción Pública, puesto que desempeñó pocos meses y por dos ocasiones, la primera del 28 de noviembre al 6 de diciembre de 1876, y la segunda del 17 de febrero al 23 de mayo de 1877. Después, regresó a ocupar el cargo de magistrado de la Suprema Corte de Justicia, hasta su muerte, registrada en la Ciudad de México el 15 de junio de 1879 por causa de un infarto.
NOTAS
https://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_Ram%C3%ADrez
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