LA MUERTE NEGRA

Seguramente has tenido la ocasión de ver la cáscara de una naranja o una tortilla recubiertos con una delgada y frágil película verde amarillenta o negra que se extendió rápidamente de la noche a la mañana. Esa...

15 de julio, 2021

Seguramente has tenido la ocasión de ver la cáscara de una naranja o una tortilla recubiertos con una delgada y frágil película verde amarillenta o negra que se extendió rápidamente de la noche a la mañana. Esa película aterciopelada es el micelio de un hongo que ha invadido un sustrato que le va a servir como alimento. Si hacemos una preparación y la observamos al microscopio vamos a ver algo formidable, pequeños globulitos de intenso color que son las esporas que se diseminan fácilmente al suspenderse en el aire o en cualquier objeto que les servirá de alimento.  Cada espora que encuentra un sustrato apropiado es un elemento infeccioso que puede causar serias contaminaciones o enfermedades que atacan a las plantas, animales y humanos, causando pérdidas cuantiosas. 

Los hongos están en todas partes, el suelo, el agua, el aire, las heces fecales, la piel humana o de los animales, el pelo, etc. y contaminan todo, virtualmente todo; viven alrededor y dentro de nosotros. Cálculos aproximados del CDC (Center for Disease Control) reportan 300 millones de pacientes infectados con hongos en todo el mundo, de los cuales mueren 1.6 millones, además de 75 000 que son hospitalizados cada año por causas diversas. 

La llamada muerte negra es una infección causada por dos géneros de hongos, Candida auris y Aspergillus fumigatus, que atacan a pacientes que se están recuperando de la infección del coronavirus. Ambas cepas están ampliamente distribuidas en todas partes, sus esporas invaden cualquier material orgánico y lo empiezan a usar como alimento. Son particularmente agresivos con los pacientes que tienen una baja condición inmunológica producida por cualquier causa o bien han sido tratados con esteroides. Estos son fármacos que se utilizan para reducir la inflamación de los órganos respiratorios causada por la invasión de los coronavirus. Sucede que los esteroides abaten las capacidades inmunológicas de estos pacientes y eso representa una óptima oportunidad para que los hongos puedan invadir las mucosas respiratorias. Otro tipo de pacientes que son muy susceptibles al ataque fúngico son los diabéticos. Las elevadas concentraciones de azucares en sus tejidos son un gran incentivo para los hongos. La infección se inicia cuando las esporas invaden las mucosas de la nariz, donde se multiplican activamente hasta alcanzar las cavidades oculares, provocando un aspecto sombrío en la piel rojiza que después se obscurece hasta alcanzar un tono negro, de ahí el nombre de los difuntos que parecen como si tuvieran un antifaz. En muchas ocasiones la infección es tan devastadora que los hongos llegan a invadir la base del cerebro. 1

Los hongos son creaturas más evolucionadas que las bacterias, de fisiología más compleja que les facilita la producción de toxinas agresivas cuyos efectos son difíciles de controlar. Los individuos con capacidades inmunosupresoras son capaces de inactivar las moléculas tóxicas o bien desarrollar mecanismos que protegen al portador, pero también existen individuos inmunosuprimidos que padecen la siguiente sintomatología: dolor y enrojecimiento de la nariz y la periferia ocular, fiebre, dolor de cabeza, tos, vómito con sangre, moco y flemas negras, vista borrosa; invasión de las mucosas respiratorias que dificultan la respiración. pueden presentar todos o algunos de los síntomas; esta vendría siendo la etapa final del paciente que simplemente no desarrolla ninguna mejoría, porque sencillamente no existen muchos fármacos antifúngicos y los antibióticos usados en bacteriología, simplemente carecen de efecto contra los hongos. 

Existen cinco tipos de agentes fungistáticos, pero no se puede confiar en su eficiencia, en casos extremos la única opción es extraer el ojo o extirpar las regiones infectadas en la base del cerebro, dejando al paciente inhabilitado para muchas funciones.2 Aunque recientemente, los laboratorios Scynexis de New Jersey han logrado el desarrollo de un compuesto triterpenoide llamado Ibrexafungerp que inhibe la síntesis de la pared celular de ambos patógenos, dejándolos desnudos, susceptibles al ataque de anticuerpos u otros enemigos naturales.3

Candida auris es un hongo que siempre ha convivido los ambientes de las regiones húmedas y templadas ha encontrado un hábitat ideal en países como la India donde se ha desarrollado extensamente. Tal parece que estas cepas llegaron a Estados Unidos hace 4–5 años provenientes de ese país y se establecieron en el medio ambiente norteamericano y de ahí pasaron a invadir los hospitales y clínicas donde han representado un serio problema como patógenos oportunistas.

Aspergillus fumigatus es un contaminante ambiental universal. Se le encuentra en todas partes y en todos los sustratos imaginables, abunda en el aire que respiramos. Ambos microorganismos son extremadamente infecciosos, lo peor es que no existe una vacuna como medida preventiva; de tal manera que no podemos confiar en tratamientos para combatir la infección. Nuestra mejor opción es prevenir la infección. En los casos de infección viral, lo más indicado seria no abusar del tratamiento con esteroides y hacer lo posible por mantener al paciente en salas con presión de aire positiva (donde el flujo del aire sea de adentro hacia afuera de la sala, para evitar flujos externos); y donde todo el personal sin excepción use un cubrebocas de buena calidad. La restricción o el control estricto de visitas también será de gran ayuda para evitar cualquier contaminación.

Muchos pacientes en recuperación de los ataques virales han sucumbido a las infecciones fúngicas, pero obviamente la premura y las circunstancias no propician las contabilidades adecuadas. La realidad es que hoy en día cualquier infección respiratoria común puede complicarse enormemente si no se extreman las precauciones para evitar la contaminación con estos nefastos patógenos. 

Hoy más que nunca es importante insistir que la prevención de estos letales incidentes empieza con mantener una sana distancia, no asistir a eventos tumultuarios y sobre todo el uso constante del cubrebocas.  Buena Suerte.

REFERENCIAS

  1. Maryn McKenna., Deadly Kingdom. Scientific American. June 2021.
  2. Hannah Ellis-Petersen., “Black Fungus” disease linked to Covid spreads across India. The Guardian. May 21st, 2021.
  3. Ilene Schneider., Fighting Fungal Infections. Drug Discovery News (DDN)Vol 17, Issue  5, May 2021.

Dirección electrónica: [email protected]

 

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