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LA CRISIS QUE LLEGÓ PARA QUEDARSE

Una de las caras más angustiantes del covid son las secuelas que deja en sus pacientes aun cuando éstos ya no padecen la infección; Antonio Trejo comenta uno de los estudios más recientes realizados al respecto.

14 de octubre, 2021

Antonio G Trejo

El coronavirus hizo su aparición en noviembre de 2019. En esa época nadie sospechaba que fuera a causar tantas crisis económicas, políticas y sociales en todos los países del mundo; unos más que otros. Quizá uno de los problemas más graves que se ha provocado es la enorme crisis política cuando Estados Unidos ha acusado en varias ocasiones a China de haber favorecido la dispersión del virus. En varias ocasiones ha habido investigaciones y reuniones dedicadas exclusivamente a dilucidar esta acusación, pero afortunadamente, los expertos no han encontrado ninguna evidencia y las cosas no han pasado de los acostumbrados disgustos y las discusiones subidas de tono.

Los efectos del patógeno viral son una realidad indiscutible de que se trata de un enemigo formidable que no solo ha causado una mortandad a nivel mundial, sino que sus mutaciones han producido infecciones poco comunes, que causan un ataque inespecífico a varios órganos y sistemas del paciente; en muchos de los casos inclusive han sido pacientes afectados que ya habían recibido dos dosis de vacunación.

Otro de los caracteres patológicos importantes que se han manifestado es que la naturaleza y el estado clínico del paciente determinan de alguna forma la gravedad de la infección. Esta situación de alguna manera sugiere que la genética de los pacientes está muy ligada a la severidad de los síntomas y al ataque a uno o a diferentes órganos o sistemas.

Investigaciones recientes realizadas en el National Institute for Health Research en Inglaterra han revelado que un 37% de pacientes en vías de recuperación del coronavirus han desarrollado diversos síntomas después de la infección. El estudio fue realizado con información de 270 000 pacientes y cuyos resultados fueron los siguientes:

Frecuencia de los Síntomas

Ansiedad y/o depresión 15%
Dificultades respiratorias 8%
Trastornos abdominales 8%
Dolor en el pecho o la garganta 6%
Fatiga 6%
Problemas de captación o entendimiento 4%
Dolores musculares 1.5%
Otro tipo de dolor 7%

Un análisis más detallado de los datos obtenidos señala que la edad, el sexo y la severidad de la infección influían en el desarrollo de los síntomas, aunque fue notorio que la mayoría de las afectadas fueron las mujeres.¹

La información de la ansiedad y la depresión fue un gran motivo de alarma, esto motivó a que otro equipo de investigadores iniciara un estudio complementario para determinar las consecuencias de la infección en los diversos núcleos de población. Se tuvo especial cuidado en seleccionar únicamente pacientes en recuperación del coronavirus, los resultados obtenidos fueron: las mujeres de todas las edades y los varones jóvenes fueron los más afectados, las principales causas de sus trastornos fueron la economía y la incertidumbre. Al parecer son personas con empleos inestables con percepciones bajas, carentes de ahorros, muchos de ellos sin otro sostén económico formal; muy susceptibles a las consecuencias sociales y económicas. Varios tendrán que abandonar sus estudios o hacer drásticos cambios en su vida diaria.²

Con respecto a los resultados del primer estudio:

los ancianos varones se vieron muy afectados por problemas respiratorios y la dificultad en la captación y el entendimiento de los conceptos;
los dolores de cabeza y los trastornos abdominales fueron mucho más recurrentes en los pacientes jóvenes (ambos sexos) y las mujeres adultas;
los pacientes que no tuvieron la necesidad de hospitalizarse solo tuvieron dolores de cabeza;
hubo pacientes que desarrollaron hasta 2 o 3 síntomas al mismo tiempo;
una alta proporción (57%) desarrollo por lo menos alguno de los síntomas después de 6 meses del diagnóstico;
otros pacientes (37%) presentaron algunos síntomas después de 90 – 180 días;
jóvenes de ambos sexos menores de 18 años casi no presentaron síntomas que no fueran angustia y/o depresión.

Es impresionante la precisión con que se presentan los síntomas en los pacientes afectados, lo cual sugiere una excelente regulación de los ciclos metabólicos o los controles genéticos de los pacientes. Se considera que éste será uno de los temas de investigación complementaria y que pronto tendremos noticias acerca de estas precisiones.

Existe en México personal con la experiencia y la preparación adecuada para manejar todos estos proyectos. Es frustrante y lastimoso que nosotros no podamos contar con información extraída de nuestros medios y nuestra gente. Estos estudios son excelentes, sin embargo, no representan la realidad ni el ambiente que se vive en nuestro país, de manera que por ahora tenemos que conformarnos con lo que tenemos; mientras que un par de criminales farsantes juegan a la epidemiología política con la salud de nuestro pueblo.

¡Ya vendrán tiempos mejores!

REFERENCIAS.