Comienzan a llevarse a cabo las convenciones demócratas y republicanas y los pronósticos están cada vez más variados. Se avecina una decisión complicada. La respuesta de los votantes es incierta. Si profundizamos en opiniones, encuestas e incluso comentarios en Twitter, notaremos un profundo descontento con ambos candidatos. Hillary Clinton es duramente criticada por sus métodos tradicionales y es catalogada como una candidata pragmática por aquellos que van en contra del “establishment” y apoyan los métodos modernos. Por su parte, Donald Trump cuenta con una imagen negativa sin precedentes a nivel internacional por su constante controversia y propuestas xenofóbicas. Ambos cuentan con un considerable número de adeptos. De igual manera, los dos han estado envueltos en fuertes controversias durante su campaña, ya sea por la filtración de correos electrónicos comprometedores de la demócrata, o el cínico plagio de discurso por parte de la esposa del republicano. Frustrado por la idea de semejante polémica en la Casa Blanca, decidí pensar en la persona ideal para comandar el ejecutivo en el país norteamericano. La respuesta, bajo mi propio criterio, sería la Primera Dama, Michelle Obama.
Sustento mis argumentos en Michelle Obama por el manejo equitativo de la política y la humanidad. Es estimulante conocer la historia, la experiencia y los logros de una de las personalidades más influyentes de la actualidad.
Michelle Obama proviene de una familia afroamericana de ideales altruistas y de igualdad. Es licenciada en Sociología y Estudios Afroamericanos por la Universidad de Princeton. Asímismo, es licenciada en Derecho por la Universidad de Harvard. Al poco tiempo de haber terminado sus estudios, Michelle incursionó en el gabinete de la alcaldía de Chicago y en el bufete de abogados Sidley & Austin, donde conoció a Barack Obama, con quién contrajo matrimonio en 1992 y tiempo después, se convirtiría en Presidente de los Estados Unidos.
Reforzando su conocimiento político, Michelle colaboró y defendió las propuestas de su marido, además de luchar contra leyes obsoletas o discriminantes, como la famosa política anti homosexualidad en las fuerzas armadas “Don´t Ask, Don´t Tell”, derogada el 22 de diciembre de 2010.
Una de sus primeras tareas como figura pública fue establecer un aire humanitario dentro de la Casa Blanca, visitando albergues, centros de adopción y asilos. Michelle Obama se convirtió en una de las mujeres más aclamadas con el surgimiento de su campaña “Let´s Move” contra la obesidad infantil, donde invitaba a los niños a realizar actividades al aire libre. Dentro de la campaña, Michelle Obama colaboró con diversos grupos para crear difusión entre la gente, conseguir donaciones a fundaciones para niños con capacidades diferentes y reducir el número de menores con obesidad. La idea llegó a oídos de la comediante Ellen DeGeneres, quien invitó a la Primera Dama a presentar una coreografía en televisión y donar dinero por cada persona que subiera un video bailando a las redes.
El nivel de altruismo de Michelle y su amplia cultura política le valieron un puesto en la lista de las mujeres más poderosas del mundo de Forbes. Por otro lado, la revista “Vogue” la reconoció como una mujer visionaria en materia de política exterior y una de las mayores defensoras “Pro-social”. Además, se ha caracterizado por sus muestras de humildad en una vida sin escándalos.
Haciendo espacio en su agenda, Michelle ha aparecido en algunos programas de televisión e internet. Recientemente, Michelle volvió a ser noticia al ser parte de un video de internet titulado “Carpool Karaoke”, donde aparece en un vehículo platicando y cantando el popular tema “Single Ladies” de Beyoncé.
Actualmente Michelle Obama desarrolla una nueva campaña a favor de la igualdad, titulada “Let Girls Learn” (Deja a las niñas aprender) en el que llama a la comunidad a presentar propuestas para brindar educación a comunidades en extrema pobreza o en desigualdad de género.
Al igual que yo, hay una extensa comunidad de ciudadanos que quisieran ver a Michelle en la Oficina Oval, pensando en una mejora política y social, incluyendo una reducción considerable de racismo. No obstante, Michelle Obama declaró no estar interesada en postularse para el cargo en 2020, principalmente, para cumplir su labor de madre.
Personalmente, pienso que un país con un claro sentimiento de individualidad necesita de alguien más humano, que tenga presente el bienestar antes que el negocio. Considero que una persona orgullosa de sus orígenes, bien preparada, extensamente solidaria y popular sin necesidad de escándalos es la mejor jugada para Estados Unidos. Eso es realmente un líder.
“El éxito no se mide en dinero, sino en la diferencia que logres en la vida de otras personas”, Michelle Obama, durante el lanzamiento de “Let's Move”.
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