“Nacimos para romper las barreras, luchar hasta el final. Es algo que está dentro de nosotros. Siempre hemos sido así…”, Kesha
En la actualidad, la música es uno de los negocios más populares y llamativos para las nuevas generaciones, pero es también uno de los más peligrosos. Sin duda, el controversial caso legal de la cantante Kesha y el fallo a favor de su productor Dr. Luke tras una acusación de abuso sexual y un juicio de 2 años es el claro ejemplo de situaciones riesgosas que suceden a raíz de un álbum exitoso o una nominación a los Grammy. Para muchos, el caso de Kesha es muestra clave de la impunidad y la corrupción en el país norteamericano. ¿Hasta dónde puede llegar la mercadotecnia y la objetividad de los fanáticos?
Kesha Rose Sebert nació en Los Ángeles, California. Inició su carrera en la industria musical a los 18 años de edad, realizando coros para Paris Hilton y Britney Spears. Participó también en el video “I Kissed A Girl” de Katy Perry. Estos proyectos fueron el inicio de una relación laboral entre Kesha y Dr. Luke de Sony Music, que trajo la realización de 3 álbumes de estudio: “Animal”, “Cannibal” y “Warrior”. Kesha saltó a la fama de manera inesperada como una de las cantantes más famosas de la nueva década. Destacan éxitos como “Tik Tok”, “Your Love Is My Drug”, “We R Who We R”, entre otros.
Lukasz Sebastían Gottwald, estilizado como Dr.Luke, es uno de los productores más cotizados y polémicos de Sony Music Records. Ha trabajado con un sinnúmero de artistas internacionales. Se le atribuye la creación de temas como “Girlfriend” para Avril Lavigne o “Hold It Against Me” para Britney Spears. A pesar de una amplia gama de trabajos exitosos, Luke ha estado envuelto en complejas situaciones legales anteriormente, como el conflicto con el Rey del Pop Michael Jackson, en el cuál tuvo que pagar algunos millones de dólares y vivir con una mala reputación que comenzaba a apaciguarse, hasta ahora.
En octubre de 2014, se inició finalmente el juicio solicitado por Kesha por poco más de 3 años. La cantante acusaba a Dr. Luke de haberla inducido a las drogas y abusado sexualmente de ella desde los 18 años. Además, Kesha asegura que fue amenazada por su productor en caso de revelar la información y las pruebas en su contra.
En las mismas fechas, Kesha fue diagnosticada bulímica y con diversos trastornos emocionales que la obligaron a suspender su carrera musical para ingresar a rehabilitación, hecho que está comprobado testimonialmente por los médicos que la ayudaron en su recuperación.
El juicio propuesto por la intérprete de “Die Young” tenía como único fin eliminar un contrato de exclusividad por 6 discos con Sony Music bajo la producción de Dr. Luke, quien afirmó todo se trataba de falacias y Kesha únicamente buscaba librarse de una disquera de manera “fácil”. Posteriormente, ambos confirmaron que Kesha no solicitó algún tipo de indemnización económica, a pesar de haberse declarado en quiebra poco después.
A principios del año 2016, el juez encargado del caso emitió su veredicto final, proporcionando el fallo a favor de Dr. Luke y la compañía disquera Sony Music, quienes no emitieron declaración alguna. Como consecuencia, Kesha estaría obligada a grabar otros 6 álbumes con ellos o de lo contrario deberá abandonar permanentemente su nombre (y con ello su carrera) pagando una multa considerablemente elevada.
La reacción de aficionados y otras celebridades no se ha hecho esperar. En su mayoría, defienden la integridad de Kesha y critican el sistema jurídico de los Estados Unidos. En Twitter, se creó el hashtag “#FreeKesha”, que rápidamente se volvió el tema más sonado durante varias semanas.
A pesar de la gran polémica, Kesha ha logrado recobrarse poco a poco del trago amargo, recibiendo oportunidades musicales para recuperar algo de dinero invertido en el juicio y poder retomar tanto su vida, como su carrera. Recientemente, Kesha versionó el tema “Til It Happens To You” de Lady Gaga, canción que de manera emotiva menciona el abuso sexual como un tema preocupante en la actualidad. De igual forma, el pasado domingo 22 de marzo, Kesha subió al escenario de los Billboard Music Awards para homenajear a Bob Dylan. El público, sin duda, le dio una cálida bienvenida.
Es imposible saber a ciencia cierta quién tiene razón. Existen más pruebas públicas a favor de Kesha y eso nos induce a pensar en un fallo equívoco del jurado. Sin embargo, tanto el juicio como la opinión de Luke y Sony Music se mantuvieron en privado. Opino que este es el claro ejemplo de conflictos legales suscitados día con día en una industria deformada que prefiere el negocio antes que el talento. De una u otra manera, me uno a todos aquellos que quieren ver a Kesha triunfar de nuevo. Soy parte de quienes desean volver a escucharla gritar: “And now the party don´t start till I walk in…”
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