Las pequeñas cosas: samhradh

“La disciplina es el puente entre los objetivos y los logros”. – Jim Rhon (1930-2009) empresario y orador motivacional estadounidense.  

21 de agosto, 2023

Nos encontramos en la segunda mitad del año y muy cercanos al término del verano lo cual puede carecer totalmente de significado si se vive lejos de la dinámica escolar en familia, la cual determina la agenda de actividades por realizar durante el corto, cortísimo periodo que permanecen los chicos fuera del colegio y que representa una oportunidad para visitar los principales destinos turísticos o los parques de diversión o la familia extendida lejana o cualquier actividad que surja en el camino y que sea sinónimo de diversión, esparcimiento y/o descanso. 

El samhradh (verano en irlandés) es un Sabbath menor (entendido como una especie de ritual) que da lugar al verano donde es posible conectarte con los reinos nuevamente y sobre todo con el Sol ya que se trata de una época en la que todo alcanza su esplendor y es también el día más largo del año al que se le conoce en otras tradiciones y culturas como la noche de San Juan, el solsticio de verano o el Meán Samhraidh marcando el final de la primavera y la alineación del Sol con el trópico de Cáncer.

Nuestra conexión con las estaciones del año y los cambios de clima son cada vez menos significativas en tanto que somos habitantes citadinos y la tecnología nos permite manipular los ciclos de fertilización y siembra de productos agrícolas y nuestros ritmos cotidianos poco o nada tienen que ver con la alineación de los astros en el cielo; sin embargo, el cambio climático sí que nos determina parte de las actividades como ocurre actualmente con el paso del huracán Hillary y que al cierre de esta colaboración se reporta degradado a tormenta tropical pero que ha generado una serie de estragos a su paso por las diversas regiones del país porque no podemos ignorar que somos parte de la naturaleza y que habitamos un planeta  vivo con sus propios ciclos y procesos como cualquier otro ser vivo.

El verano es también un momento de reflexión, una especie de tregua de cara al inicio de las celebraciones paganas que arrancan con la conmemoración de la Independencia (en nuestro país) y se siguen hasta llegar al fin de año con todo lo que implica el cierre de año fiscal y la preparación para un nuevo inicio en enero (pero esa es otra historia). Decía yo que la vida familiar cambia cuando se tiene un menor escolar con sus propias necesidades y pretensiones de diversión mientras no asiste a la escuela, así que hay que inventarse el doble de energía y tiempo para que el niño no desespere ni caiga en la ociosidad aunque esta sea milagrosa en tiempos de sobre estimulación e hiperactividad infantil porque el verano no es sinónimo de saturación de actividades para sustituir el tiempo de clases escolares sino realmente un momento de descanso para ellos y todos los que son parte de ese universo llamado escuela. 

Por cierto, la escuela se encuentra en el ojo del huracán (otro quizá más agresivo) por la polémica respecto a la nueva versión de los libros de texto, los cuales se pueden consultar en este link y de los que podré compartirles la anécdota una vez que arranque el ciclo escolar e inicie el trabajo en las aulas y se nos explique la metodología a seguir en el proceso de enseñanza-aprendizaje porque la experiencia me ha mostrado que una cosa es lo que se dice, otra lo que se hace, otra lo que realmente es y otra lo que la mayoría opina además de la enorme distancia entre las versiones oficiales de las esferas del poder y la realidad que vivimos los ciudadanos de a pie como en el caso del sistema de transporte colectivo metro, sólo por mencionar una de las experiencias más cercanas a su servidora pero ese, es otro cantar.

En tanto, el tiempo sigue su curso, la vida quizá es eso que transcurre entre un día lluvioso y el tráfico desquiciante de una de las ciudades más grandes del mundo o quizá lo sea una tarde dominical armando rompecabezas con la familia o la celebración a la vida o una función de cine porque con todo y malos políticos al frente de las naciones, cambios climáticos, enfermedades, defunciones, guerras, epidemias o pandemias, la vida sigue su curso y sí, cada vez es más parecida a la vida salvaje pero aquí seguimos y lo importante sigue siendo saber ver #laspequeñsacosas que nos hacen disfrutar del aquí y el ahora porque es lo único seguro que tenemos. ¡Un día a la vez!

A manera de colofón

Me había olvidado de la experiencia de aprender, de permanecer en un grupo y poner atención al frente de un aula para expandir el conocimiento, generar ideas, encontrar respuestas, crear alianzas y crecer. La capacitación fue mi experiencia de vida por mucho tiempo como parte del engranaje logístico para hacerla posible y dar luz a muchas mentes deseosas de actualizarse y aspirar (sí, aspiracionistas aunque a muchos nos les guste) a una mejor calidad de vida porque se trata de avanzar, de ser mejor y de confirmar que existen muchas rutas posibles para seguir adelante y que, cuando una puerta se cierra siempre se abre una ventana pero regresar al grupo y convertirse en aprendiz es oro molido en manos de quien como yo, disfruta del conocimiento como llave que abre puertas desconocidas.

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