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México Violento

La historia de México siempre ha sido violenta y hoy se ve reflejado en nuestro proceso electoral.

27 de marzo, 2018

La historia de México siempre ha sido violenta y hoy se ve reflejado en nuestro proceso electoral. Desde septiembre de 2017, mes en que dio inicio nuestro proceso electoral, a la fecha en que se teclea este artículo, han sido asesinados 68 políticos en 19 estados. Mostrando que la violencia sigue unida a nuestra democracia revolucionaria y que esta violencia, a pesar de actuar de manera distinta en lo geográfico, comparte la misma naturaleza que la que ataca a los civiles.

El nuevo auge de violencia en nuestro país está relacionado con el combate al narcotráfico y se puede observar un aumento rotundo a partir del año 2006 en que la guerra contra el crimen organizado comenzó, bajo la administración de Felipe Calderón. Dejando hasta la fecha de hoy un saldo de 19,308 muertos relacionados con este tipo de violencia y posicionando a nuestro país entre uno de los menos pacíficos del mundo.

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Los asesinatos de los políticos parecen estar ligados con las mismas causas y a diferencia de la disputa por territorios de “circulación” que tiene como efecto la muerte de civiles, la geografía nos habla en este caso de la disputa por el control de autoridades locales en territorios claves para la entra y salida de su flujo mercantil.

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La geografía habla por sí sola con Guerrero encabezando la lista de asesinatos en contra de políticos con 16 casos, le siguen Oaxaca y Veracruz con ocho, Puebla con siete, el Estado de México con cuatro; Chihuahua, Hidalgo y Jalisco con tres cada uno; Guanajuato, Tamaulipas, San Luis Potosí, Colima, Michoacán, Durango, con dos, respectivamente; así como Nayarit, Baja California, Chiapas, Durango, Tabasco y Zacatecas con un asesinato por estado. Ilustrando de esta manera la necesidad del crimen organizado por mantener el control político de ciertos territorios en donde las autoridades locales figuran como el eslabón más débil, que al parecer, no discrimina entre colores.

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El número de políticos asesinados es representativo de la violencia que se vive en todo el país, dado que México acaba de cerrar su año más mortífero desde que hay registro. Nuestro México violento recobra su curso y al parecer no perderá el vuelo hasta que el problema del narcotráfico haya sido solucionado. Sin embargo, no está de más recordar antes de cerrar estas líneas, que vida sólo hay una, que no hay país sin población, y que no hay democracia nacional sin que antes exista a nivel municipal.

Esperemos acabar con los problemas de nuestro México violento antes de que ellos acaben con nosotros.

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