Como si fueran los tiempos de la Guerra Fría en donde la mayoría de los mensajes estaban codificados, Donald Trump ha logrado gritar un mensaje a los cuatro vientos, tan bien codificado, que mientras ha quedado para gran parte del mundo como una ocurrencia, los chinos fueron los únicos que lo entendieron.
Porque era para ellos y con esto me refiero a la compra de Groenlandia.
El presidente de los Estados Unidos ha expresado su interés por comprar el territorio autónomo perteneciente al reino de Dinamarca diciendo públicamente que “aunque no es la prioridad número uno”, la isla es “estratégicamente interesante”, y además” representa una carga fiscal importante para el pueblo danés”. Ya que la isla recibe un subsidio anual de 500 millones de dólares por parte de Dinamarca.
Hasta ahí. Bien amarradas que han quedado las navajas.
Pero lo cierto es que esta ocurrencia va más allá y tiene que ver directamente con la guerra con China, su obsesión con derrotarla, y el futuro del dominio mundial.
Entonces ¿Qué tendría que ver Groenlandia?
Empecemos por su posición geográfica. La isla está ubicada en el norte del Océano Atlántico entre Europa y América, ha sido durante mucho tiempo un foco de tensión entre EU, Rusia, Canadá, Dinamarca y Noruega y también tiene una ubicación estratégica cerca del Océano Ártico.
Por otro lado y, creo que esto podría ser lo más importante, Groenlandia se convertido en “ El Dorado” de las tierras raras, metales que son vitales, para las tecnologías más avanzadas.
Los ejemplos son innumerables, pero las tierras raras están presentes en las pantallas de todos los dispositivos móviles, en los cables de fibra óptica y en los discos duros de los ordenadores. Además de su importancia para la industria militar, también son necesarias para la fabricación de células solares, sistemas de iluminación LED, máquinas de rayos X y baterías para automóviles híbridos.
China tiene el monopolio de su producción, actualmente produce el 80%, y sabe cómo jugar sucio. Situando al resto de las potencias en una posición de inferioridad.
Ya que no contento con ser el mayor exportador mundial, el gobierno chino ha llevado a cabo en los últimos años una política económica de inversión en explotaciones fuera de China, como por ejemplo el yacimiento Kvanefjekd en Groenlandia, el segundo más grande a nivel mundial en tierras raras y el sexto en uranio.
¿Hasta ahí quedó claro el mensaje?
Las exportaciones de tierras raras podrían servir como arma de represalia contra Estados Unidos por las medidas comerciales contra el gigante asiático y desde que Trump ha visto que Xi Jinping tiene también con qué dar batalla, la idea de una mayor independencia en cuestión de metales de tierras raras, para poder seguir en la contienda tecnológica y económica, ha quedado en la cima de la agenda.
Este fue el mensaje que, tal vez, solo los chinos entendieron.
El último en salir apague la luz.
Fcabeook: Stephanie Henaro
Twitter: @HenaroStephanie
Instagram : steph.henaro
Piezas de ajedrez rusas
Que los ojos del mundo estén puestos en tratar de descifrar quién será el próximo presidente de los Estados...
febrero 11, 2020China lo sabe
La salida de Reino Unido de la Unión Europea y la entrada de Huawei dentro de sus planes tecnológicos...
enero 29, 2020La hora de Colombia
En Colombia la manifestación de este jueves 21 se ha convertido en un desahogo colectivo. Varios sectores entre los...
noviembre 19, 2019Ya llegó Evo
Ya llegó Evo y su llegada a México da mucho de que hablar. Porque con ella parece haberse puesto...
noviembre 13, 2019