La pregunta incómoda por la excelencia para el día de hoy será si Donald Trump efectivamente se dedicará a dar un discurso sobre el Estado de la Unión o aprovechará los reflectores para dedicarse a desafiar a los demócratas, dar un discurso basado en “el Estado” de su anhelado muro fronterizo, y preparar el terreno con miras al 2020.
Tal y como lo fue en el 2016, la política migratoria seguirá siendo clave para el proyecto de Trump rumbo al 2020, y hoy que miles de personas lo estarán viendo, es muy probable que no desaproveche la oportunidad para escalar tensiones sobre este tema y explicarles a los televidentes de una manera clara y contundente el porqué lo necesita. Especialmente cuando el contexto le favorece, las caravanas migrantes no dejan de llegar y México ha sido recientemente comparado con Afghanistan, y debe redimirse ante miles de estadounidenses que lo consideran responsable por el histórico cierre parcial del gobierno que se suscitó después de que su solicitud por 5 mil 700 millones de dólares para construir el muro fuera rechazada.
Nancy Pelosi, quien se convirtió en presidenta de la Cámara de Representantes luego de que su partido ganó el control en las elecciones de noviembre, no ha dado señales de querer ceder ante las demandas del mandatario y esto lo llevó a comenzar con amenazas de hacer uso de la declaración de emergencia nacional. Sin embargo, el día de hoy se espera que se guarde ese as bajo la manga, y emplee una estrategia de coerción instando a un comité del Congreso a lograr un acuerdo de seguridad fronteriza antes del 15 de febrero.
Por otro lado, también se espera que el discurso de Trump abarque áreas que lo hagan brillar y lo ayuden a preparar el terreno rumbo al 2020. Como lo son el desempeño de la economía, las áreas en donde puede haber una cooperación bipartidista, especialmente en temas como el sistema de salud y reducción de costos en los medicamentos, y la arista de “corrección política” que se ha adoptado en política exterior. En donde resaltan temas como Venezuela, las conversaciones con China para la baja de tensiones en la Guerra Comercial y la reducción de tropas en Siria y Afganistán, entre otros.
La campaña de Trump rumbo al 2020 empezó el mismo día en que tomó posesión. Esperemos que su obsesión con el muro no lo domine y que el Estado de la Unión no acabe en desunión y que no se transforme en el “Estado del muro”.
El último en salir apague la luz.
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