El efecto Siria ya ha colocado a la próxima Copa del Mundo en medio de tensiones geopolíticas que, a 57 días de su inicio, prometen enmarcarla en un ambiente tenso que, más allá de riesgos de seguridad dentro del país anfitrión, también podrían amenazar con cancelarla.
El primero de estos riesgos que debemos tomar en cuenta es la amenaza de seguridad territorial que se deriva directamente de las tensiones que se han generado con el Estado Islámico y la lista de países existentes. Mientras que Rusia es visto por el EI como uno de los países que les ha hecho perder más territorio, gracias al éxito de sus operaciones en Siria e Irak, países como Arabia Saudita e Iran, que son los centros de poder de los Shiítas y los Sunnies dentro del Medio Oriente, se perfilan como blancos favoritos.
El logro de un ataque exitoso en uno de los eventos más vistos a nivel mundial ayudaría a mitigar los “daños de imagen” que la organización terrorista ha sufrido debido a sus pérdidas territoriales y avivaría el fuego de sus seguidores. Recordando que es a través de golpes de mercadotecnia exitosos y una buena propaganda, como lo es el caso de su revista electrónica Dakar, que esta organización ha logrado reclutar a su mayor número de seguidores alrededor del mundo.
No queda duda alguna de que la seguridad en los estadios y en las ciudades sedes será alta. Sin embargo, los ataques planeados de bajo impacto por actores solitarios con pocos signos visibles de radicalización serán difíciles de detectar y podrían tener éxito como en el 2016. En donde tres integrantes del Estado Islámico hicieron estallar sus cuerpos con bombas afuera del Estadio de Francia cuando el entonces Presidente François Hollande se encontraba dentro viendo un partido amistoso entre Francia y Alemania.
Las amenazas de la organización yihadista de atacar Rusia durante el Mundial ya se han hecho presentes y han incluso utilizado imágenes de Messi tras unos barrotes, con una lágrima de sangre, y las imágenes de un combatiente a las puertas de uno de los estadios en los que se disputarán los partidos, con una bomba en primer plano, y con la leyenda de “ A los enemigos del Islam en Rusia, os juro que los Muyahidin prenderán el fuego, simplemente esperar.”
Por otro lado, debido al alza de tensiones entre Rusia y Occidente, que se ha derivado después del ataque conjunto de Estados Unidos, Francia y Reino Unido en contra del gobierno de Bashar al-Ásad, se teme que el torneo se desarrolle en medio de un entorno bélico o que sea cancelado. Como ocurrió en el caso de Francia 1938 o lo sucedido con Argentina en el Mundial de España 1982.
En el caso de Francia 1938 la FIFA decidió suspender el torneo por la Segunda Guerra Mundial. El conflicto dejó devastada gran parte de Europa que abarcó entre el año 1939 y 1945. Más tarde el organismo reactivó el torneo en 1950. Mientras que en el caso de Argentina en el Mundial de España 1982, los Albicelestes debutaron en el torneo en medio de un conflicto armado con Inglaterra. El equipo dirigio por Menotti debutó y perdió con Bélgica en el Camp Nou. Dos días después, el general Benjamín Menéndez reconoció la derrota en la conocida “Guerra de las Malvinas”.
Veremos que pasa en los próximos 57 días.
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