El “demonio ruso” no ha dejado de ser la peor pesadilla de las democracias occidentales desde que, a partir del año 2004, 27 países entre los que se encuentran Francia, Alemania, y Estados Unidos han declarado tener evidencia sobre la intervención de este país en sus últimas elecciones. Sin embargo, ahora es Rusia quien parece sumarse a esta estrategia para sus propios fines. Confirmando el inicio de una era en donde las tensiones entre los Estados irán a la alza y en donde la superioridad tecnológica y la fortaleza nuclear serán fundamentales.
De acuerdo con el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Ryabkov, Estados Unidos lleva tiempo planeando intervenir en las elecciones rusas del próximo 18 de marzo para desestabilizar al país y sembrar el caos. Iniciando con las últimas sanciones que este país le impuso a Rusia y culminando con las supuestas “pruebas contundentes” con las que el viceministro cuenta con respecto al boicot de la elección.
A pesar de que Vladimir Putin permanece como el favorito para ganar la elección, lo anterior parece estar diseñado para no dar cabida a la duda. Puesto que al plantearse como víctimas de una potencia extrajera que siempre ha buscado destruirlos -por cualquier medio- y que también tiene una larga tradición de sembrar de destruir países enteros, como lo ha hecho en Medio Oriente y algunas partes de Europa, bajo la supuesta “exportación de valores democráticos” , la legitimidad popular será más grande que cualquier desgracia económica, y es así, como regresa a la vida una de las máximas más tradicionales de la política exterior rusa. En donde la política interior siempre ha sido exterior.
Aunado a esto, esta estrategia también promete contribuir al aumento de los conflictos entre ambos Estados. Puesto que a la par que Putin anunciaba que cerca de 400 espías fueron interceptados en el 2017, Nikolai Patrushev, el asesor más importante de Putin en materia de seguridad nacional, dijo que Moscú está listo para responder política, económica y militarmente a los ciberataques que intenten interferir con el resultado de la elección. Mientras que Leonid Kalashnikov, uno de los legisladores más prominentes del Partido Comunista, propuso que cualquier extranjero culpable de interferir en las elecciones de su país dede ser castigado con la pena de muerte. En un contexto en donde las tensiones con Estados Unidos se mantienen y podrían escalar este próximo noviembre.
Porque mientras Estados Unidos continua con la investigación sobre las elecciones de 2016, los servicios de inteligencia dicen que Rusia volverá a intentarlo en las elecciones de medio término en noviembre. En un momento en donde la reciente Revisión de la Postura Nuclear de los Estados Unidos permite responder de manera nuclear a los ciberataques.
Todo sea por la “democracia.”
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