¿Qué es la insuficiencia cardíaca?

A menudo hemos escuchado de la insuficiencia cardíaca, pero ¿sabemos realmente qué es? La insuficiencia cardiaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo. Esto significa...

14 de febrero, 2023

A menudo hemos escuchado de la insuficiencia cardíaca, pero ¿sabemos realmente qué es?

La insuficiencia cardiaca se produce cuando hay un desequilibrio entre la capacidad del corazón para bombear sangre y las necesidades del organismo. Esto significa que el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre al resto del cuerpo.

Entre las causas se encuentran:

  • Acumulación de colesterol o grasa en las arterias
  • Antecedentes de ataques cardíacos
  • Hipertensión
  • Diabetes
  • Obesidad

También te puede interesar:

Una pandemia pediátrica de salud mental entre adolescentes acecha los Estados Unidos

De acuerdo con la Fundación del Corazón, la insuficiencia cardiaca puede ser una enfermedad que no presente síntomas durante mucho tiempo a lo largo de la vida y a esto se le llama fase asintomática. Cuando aparecen, los síntomas predominantes son:

  • Dificultad para respirar
  • Tos persistente o silbido al respirar
  • Hinchazón de pies, piernas y tobillos
  • Cansancio y fatiga anormales por esfuerzos que antes no lo causaban 
  • Corazón acelerado
  • Confusión y desorientación
  • Retención de líquidos por disminución de la orina. 

Por lo general, estas enfermedades provocan dilatación e importante pérdida de fuerza del corazón. Algunas, como la miocardiopatía etílica o la miocarditidis, pueden ser reversibles con tratamiento, señala la Fundación del Corazón.

¿Cuál es el tratamiento de la insuficiencia cardiaca?

Existen tratamientos eficaces para retrasar la progresión de la insuficiencia cardiaca y mejorar la calidad de vida, como:

  • Controlar el peso con dieta baja en sal, y restricción de bebidas alcohólicas
  • Diuréticos para mejorar los síntomas congestivos y rebajar la hinchazón o la congestión pulmonar
  • Fármacos vasodilatadores que reducen la carga con la que debe trabajar el corazón, aumentan su rendimiento y rebajan la tensión arterial. Estos últimos son imprescindibles si la función del corazón está disminuida.
  • Betabloqueantes que disminuyen las pulsaciones y mejoran el pronóstico vital (son imprescindibles si la función del corazón está disminuida)
Comentarios


object(WP_Query)#18457 (52) { ["query"]=> array(5) { ["cat"]=> int(8667) ["posts_per_page"]=> int(2) ["orderby"]=> string(4) "rand" ["post__not_in"]=> array(1) { [0]=> int(88937) } ["date_query"]=> array(1) { [0]=> array(3) { ["after"]=> string(10) "04-03-2023" ["before"]=> string(10) "01-04-2023" ["inclusive"]=> bool(true) } } } ["query_vars"]=> array(66) { ["cat"]=> int(8667) ["posts_per_page"]=> int(2) ["orderby"]=> string(4) "rand" ["post__not_in"]=> array(1) { [0]=> int(88937) } ["date_query"]=> array(1) { [0]=> array(3) { ["after"]=> string(10) "04-03-2023" ["before"]=> string(10) "01-04-2023" ["inclusive"]=> bool(true) } } ["error"]=> string(0) "" ["m"]=> string(0) "" ["p"]=> int(0) ["post_parent"]=> string(0) "" ["subpost"]=> string(0) "" ["subpost_id"]=> string(0) "" ["attachment"]=> string(0) "" ["attachment_id"]=> int(0) ["name"]=> string(0) "" ["pagename"]=> string(0) "" ["page_id"]=> int(0) ["second"]=> string(0) "" ["minute"]=> string(0) "" ["hour"]=> string(0) "" ["day"]=> int(0) ["monthnum"]=> int(0) ["year"]=> int(0) ["w"]=> int(0) ["category_name"]=> string(17) "salud-y-bienestar" ["tag"]=> string(0) "" ["tag_id"]=> string(0) "" ["author"]=> string(0) "" ["author_name"]=> string(0) "" ["feed"]=> string(0) "" ["tb"]=> string(0) "" ["paged"]=> int(0) ["meta_key"]=> string(0) "" ["meta_value"]=> string(0) "" ["preview"]=> string(0) "" ["s"]=> string(0) "" ["sentence"]=> string(0) "" ["title"]=> string(0) "" ["fields"]=> string(0) "" ["menu_order"]=> string(0) "" ["embed"]=> string(0) "" ["category__in"]=> array(0) { } ["category__not_in"]=> array(0) { } ["category__and"]=> array(0) { } ["post__in"]=> array(0) { } ["post_name__in"]=> array(0) { } ["tag__in"]=> array(0) { } ["tag__not_in"]=> array(0) { } ["tag__and"]=> array(0) { } ["tag_slug__in"]=> array(0) { } ["tag_slug__and"]=> array(0) { } ["post_parent__in"]=> array(0) { } ["post_parent__not_in"]=> array(0) { } ["author__in"]=> array(0) { } ["author__not_in"]=> array(0) { } ["ignore_sticky_posts"]=> bool(false) ["suppress_filters"]=> bool(false) ["cache_results"]=> bool(true) ["update_post_term_cache"]=> bool(true) ["update_menu_item_cache"]=> bool(false) ["lazy_load_term_meta"]=> bool(true) ["update_post_meta_cache"]=> bool(true) ["post_type"]=> string(0) "" ["nopaging"]=> bool(false) ["comments_per_page"]=> string(2) "50" ["no_found_rows"]=> bool(false) ["order"]=> string(0) "" } ["tax_query"]=> object(WP_Tax_Query)#18453 (6) { ["queries"]=> array(1) { [0]=> array(5) { ["taxonomy"]=> string(8) "category" ["terms"]=> array(1) { [0]=> int(8667) } ["field"]=> string(7) "term_id" ["operator"]=> string(2) "IN" ["include_children"]=> bool(true) } } ["relation"]=> string(3) "AND" ["table_aliases":protected]=> array(1) { [0]=> string(21) "rt_term_relationships" } ["queried_terms"]=> array(1) { ["category"]=> array(2) { ["terms"]=> array(1) { [0]=> int(8667) } ["field"]=> string(7) "term_id" } } ["primary_table"]=> string(8) "rt_posts" ["primary_id_column"]=> string(2) "ID" } ["meta_query"]=> object(WP_Meta_Query)#18455 (9) { ["queries"]=> array(0) { } ["relation"]=> NULL ["meta_table"]=> NULL ["meta_id_column"]=> NULL ["primary_table"]=> NULL ["primary_id_column"]=> NULL ["table_aliases":protected]=> array(0) { } ["clauses":protected]=> array(0) { } ["has_or_relation":protected]=> bool(false) } ["date_query"]=> object(WP_Date_Query)#18454 (5) { ["queries"]=> array(4) { [0]=> array(6) { ["after"]=> string(10) "04-03-2023" ["before"]=> string(10) "01-04-2023" ["inclusive"]=> bool(true) ["column"]=> string(9) "post_date" ["compare"]=> string(1) "=" ["relation"]=> string(3) "AND" } ["column"]=> string(9) "post_date" ["compare"]=> string(1) "=" ["relation"]=> string(3) "AND" } ["relation"]=> string(3) "AND" ["column"]=> string(18) "rt_posts.post_date" ["compare"]=> string(1) "=" ["time_keys"]=> array(14) { [0]=> string(5) "after" [1]=> string(6) "before" [2]=> string(4) "year" [3]=> string(5) "month" [4]=> string(8) "monthnum" [5]=> string(4) "week" [6]=> string(1) "w" [7]=> string(9) "dayofyear" [8]=> string(3) "day" [9]=> string(9) "dayofweek" [10]=> string(13) "dayofweek_iso" [11]=> string(4) "hour" [12]=> string(6) "minute" [13]=> string(6) "second" } } ["request"]=> string(505) " SELECT SQL_CALC_FOUND_ROWS rt_posts.ID FROM rt_posts LEFT JOIN rt_term_relationships ON (rt_posts.ID = rt_term_relationships.object_id) WHERE 1=1 AND ( ( rt_posts.post_date >= '2023-03-04 00:00:00' AND rt_posts.post_date <= '2023-04-01 00:00:00' ) ) AND rt_posts.ID NOT IN (88937) AND ( rt_term_relationships.term_taxonomy_id IN (8667) ) AND ((rt_posts.post_type = 'post' AND (rt_posts.post_status = 'publish'))) GROUP BY rt_posts.ID ORDER BY RAND() LIMIT 0, 2 " ["posts"]=> array(2) { [0]=> object(WP_Post)#18456 (24) { ["ID"]=> int(90484) ["post_author"]=> string(3) "202" ["post_date"]=> string(19) "2023-03-21 13:45:14" ["post_date_gmt"]=> string(19) "2023-03-21 18:45:14" ["post_content"]=> string(7272) "

Autoría

 

Prof. Actividad Física y Salud, Grupo de investigación GENUD, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte., Universidad de Zaragoza

GENUD research group, Universidad de Zaragoza

  Cuando envejecemos solemos perder nuestra capacidad del sentido del gusto y el olfato, a la vez que tenemos más dificultad para masticar. Todo esto puede causar una disminución del apetito. Si además tenemos en cuenta otros cambios psicológicos y sociales que nos suceden con la vejez, como vivir en soledad, sentirse deprimido o perder poder adquisitivo, hay un mayor riesgo de que la calidad y la cantidad de comida ingerida se vean comprometidas. Otros cambios a nivel fisiológico que acompañan al envejecimiento, como una disminución de la elasticidad en las paredes del estómago, el sobrecrecimiento bacteriano, otras enfermedades comunes como la gastritis atrófica y hasta el uso de medicación, pueden comprometer también la ingesta y absorción de nutrientes. De ahí que el riesgo de sufrir desnutrición crezca al envejecer.

¿Qué es la desnutrición?

Las diferentes instituciones internacionales especializadas en nutrición (como la European Society for Clinical Nutrition and Metabolim (ESPEN), describen la desnutrición (o malnutrición) en personas mayores como los desequilibrios en la ingesta calórica y la carencia de nutrientes desarrollada a partir de alguna enfermedad (con o sin inflamación). Pero también abarca situaciones de hambre por otros motivos socioeconómicos o psicológicos. En cifras, la cantidad de personas con desnutrición en Europa supone 2,1 % en aquellas personas con una vida autónoma, y suben hasta el 26,5 % las que están en riesgo de desnutrición. Como es de esperar, el número de aquellos mayores con desnutrición que tienen ayuda en casa es menor (un 8 %) que el de quienes están en residencias u hospitales (22 % y casi 29 % respectivamente).  

Te puede interesar:

El retraso en el diagnóstico de las enfermedades raras y sus consecuencias

 

La desnutrición nos hace enfermar

La desnutrición en personas mayores tiene graves consecuencias. Fundamentalmente debilita el sistema inmunitario, aumenta el deterioro cognitivo y fomenta enfermedades crónicas graves (osteoporosis, sarcopenia o fragilidad, entre otras). De hecho, en un estudio observamos que aquellas personas mayores que no tienen fragilidad, cuando están en riesgo de desnutrición tienen más probabilidades de desarrollar fragilidad comparado con aquellas que están bien nutridas. La desnutrición parece debilitar la capacidad funcional de la persona y aumenta su riesgo de ser dependiente, impidiendo que pueda realizar lo que es importante para ella. Existen diferencias en el consumo de nutrientes entre las personas mayores sin fragilidad que están bien nutridas y las que están en riesgo de desnutrición. Esto nos pueden estar dando una pista sobre los nutrientes que hacen que perdamos capacidad funcional y desarrollemos fragilidad cuando envejecemos. Concretamente, la salud empeora con un mayor consumo de alcohol y un menor consumo de proteínas y otros nutrientes como la vitamina D o el magnesio, implicados en la síntesis proteica, el mantenimiento muscular y el sistema inmune. Además, si no nos nutrimos bien se reduce la ingesta de otras sustancias implicadas en procesos de inflamación y oxidación, como la vitamina C o el omega-3. Y también de otras involucradas en la circulación, como las vitaminas del grupo B. Según apuntan otros estudios, todos estos nutrientes parecen estar implicados igualmente en la sarcopenia –pérdida muscular– y la fragilidad, por lo que podrían suponer una piedra angular de distintos síndromes que nos afectan al envejecer.

Más proteínas y ejercicio

Uno de los principales tratamientos frente a la desnutrición es asegurar que comemos suficientes y variados alimentos, tanto en términos de energía, como de proteínas y de otros nutrientes. Sin embargo, el ejercicio podría ser también útil. La actividad física aumenta la masa muscular, disminuye la inflamación y, además, puede aumentar el apetito. Por ello, es muy importante comprender cómo interaccionan la nutrición y el ejercicio, porque puede ayudar a entender que ocurre con el envejecimiento. Algunas de nuestras investigaciones ya han observado la influencia de ciertos nutrientes en los efectos que tiene el ejercicio multicomponente sobre la grasa corporal o en la salud ósea. Concretamente, un aumento del consumo de alcohol y de vitamina A podría interferir en la salud del hueso en estas personas que entrenan. Por el contrario, los ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina D, facilitan que el hueso mejore tras un periodo de entrenamiento. Sin embargo, queda mucho por investigar acerca de este tándem alimentación-ejercicio y sobre las posibilidades de intervención que se abren tras esos resultados.

Qué deben comer los mayores

En primer lugar, se debe evitar el alcohol y asegurar que en todas las comidas aparecen fuentes proteicas como la carne, el pescado o el huevo, que pueden ayudar a alcanzar las ingestas recomendadas de proteína. Sin olvidar las legumbres que, además de aportar proteínas, ayudan a cubrir las recomendaciones de otras vitaminas y minerales. Además, es importante fomentar el consumo de pescados azules y la utilización de grasas saludables como el aceite de oliva para ayudar a disminuir un posible estado inflamatorio. Sin olvidar que moverse o incluso entrenar puede marcar la diferencia, y que las instituciones deberían involucrarse en prevenir la desnutrición y los problemas derivados de ella.  

Te puede interesar:

Dentro de una copa de vino

" ["post_title"]=> string(89) "Uno de cada cuatro mayores está en riesgo de desnutrición y eso los hace más frágiles" ["post_excerpt"]=> string(0) "" ["post_status"]=> string(7) "publish" ["comment_status"]=> string(6) "closed" ["ping_status"]=> string(6) "closed" ["post_password"]=> string(0) "" ["post_name"]=> string(85) "uno-de-cada-cuatro-mayores-esta-en-riesgo-de-desnutricion-y-eso-los-hace-mas-fragiles" ["to_ping"]=> string(0) "" ["pinged"]=> string(0) "" ["post_modified"]=> string(19) "2023-03-21 13:54:33" ["post_modified_gmt"]=> string(19) "2023-03-21 18:54:33" ["post_content_filtered"]=> string(0) "" ["post_parent"]=> int(0) ["guid"]=> string(35) "https://ruizhealytimes.com/?p=90484" ["menu_order"]=> int(0) ["post_type"]=> string(4) "post" ["post_mime_type"]=> string(0) "" ["comment_count"]=> string(1) "0" ["filter"]=> string(3) "raw" } [1]=> object(WP_Post)#18475 (24) { ["ID"]=> int(90851) ["post_author"]=> string(3) "202" ["post_date"]=> string(19) "2023-03-28 13:59:40" ["post_date_gmt"]=> string(19) "2023-03-28 18:59:40" ["post_content"]=> string(12291) "

Autoría

 

Profesora del área de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad Miguel Hernández

Investigadora colaboradora. Matrona. Doctoranda en Epidemiología y Salud Pública., Universidade de Santiago de Compostela

Profesor del Departamento de Fisiatría y Enfermería, Universidad de Zaragoza

Científica Titular. Escuela Nacional de Sanidad, Instituto de Salud Carlos III

Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y en Medicina Intensiva, Departamento de Sanidad de Aragón

Catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública. Directora de la Unidad de Igualdad. Universidad de Alicante, Universidad de Alicante

Associate research scientist, Instituto de Salud Carlos III

  Según datos del Instituto Nacional de Toxicología de los últimos cinco años, en una de cada tres agresiones sexuales en España la víctima estaba bajo los efectos de la sumisión química. ¿Pero qué es exactamente la sumisión química? Técnicamente se define como la administración de sustancias químicas con efectos psicoactivos a una persona, sin su consentimiento y sin su conocimiento, con el fin de modificar su estado de consciencia, alterar su comportamiento o anular su voluntad, en general con el fin de agredirla sexualmente. Hay dos formas activas y premeditadas de sumisión química. La conocida con el término anglosajón drink spiking, o administración de drogas o sustancias químicas en la bebida, y el needle spiking, cuando se administran sustancias mediante pinchazo con aguja hipodérmica. Sin embargo, también existe la forma oportunista, que se produce cuando el agresor aprovecha que su víctima ya se encuentra bajo los efectos de alguna sustancia que ha consumido voluntariamente para agredirle.  

Te puede interesar:

¿Es bueno mezclar medicamentos con cafeína?

  Otro tipo común es la sumisión mixta, en la que confluye la ingesta voluntaria de sustancias con la administración encubierta.

Suele producir amnesia, alucinaciones y desinhibición

Las sustancias empleadas para cometer estas agresiones suelen ser de acción rápida y breve, activas a bajas dosis. Producen efectos poco característicos y favorables para el agresor, como amnesia anterógrada (retrasando el diagnóstico y dificultando el testimonio), sedación, alucinaciones (pudiendo invalidar el testimonio de la víctima) y desinhibición (lo que puede suponer una colaboración de la víctima). Se han descrito más de 30 sustancias implicadas en casos de sumisión química. Lo preocupante es que se trata de un modo de agresión que puede pasar inadvertido para la víctima, para sus amistades e incluso para el personal sanitario que la atiende, a pesar del incremento en 2022 del número de agresiones hacia las mujeres en los espacios de ocio.

Se detecta solo la punta del iceberg

Pese a la reciente alarma social, existen pocos datos sobre la incidencia y prevalencia en España. De las 3 001 agresiones sexuales identificadas por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forense durante 2021, se practicaron 994 análisis por sospecha de sumisión química, con resultado positivo en el 72 %. En el 92,4 % de los casos, la víctima era mujer. Sin duda son datos infraestimados por varios motivos. Por un lado, las víctimas no siempre son conscientes de lo que les ha sucedido. Y cuando lo son, las circunstancias a veces les ponen muy difícil realizar la denuncia. Esto se une al hecho de que los análisis toxicológicos no siempre detectan las sustancias utilizadas debido a que se utilizan sustancias con vidas medias muy cortas y se administran en pequeñas cantidades. Incluso puede ocurrir que el agresor utilice sustancias que no se detectan con los sistemas de análisis toxicológicos habituales.

Un delito tipificado

En España, la sumisión química constituye un delito tipificado en la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal y en la Ley Orgánica 10/2022 de Garantía Integral de la Libertad Sexual, donde se introduce la sumisión química expresamente como una forma de la agresión sexual. Se trata de una forma emergente de violencia contra las mujeres, abordada desde una perspectiva legal y sanitaria, pero escasamente desde la Salud Pública. De hecho, son muy escasos los estudios epidemiológicos que permitan conocer la dimensión el problema y sus consecuencias. Actualmente existe un documento técnico para profesionales del Sistema Nacional de Salud, publicado por la Comisión contra la Violencia de Género del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde se muestra que únicamente diez Comunidades Autónomas cuentan con protocolos de actuación sanitaria ante sospecha de sumisión química.

Parte de la cultura machista

La sumisión química es una forma de coartar la libertad de las mujeres, por el hecho de ser mujeres. Su trasfondo es el mismo que el de cualquier otra agresión sexual machista: la cultura de la dominación, el poder y la anulación de la autonomía de las mujeres, creando inseguridad en el espacio público. No es un problema aislado, sino que forma parte de la cultura machista y alberga comportamientos, actitudes y valores de difícil erradicación, cuya banalización e impunidad llevan a la imitación y a la legitimación de estos actos en otros grupos y espacios. A menudo ante situaciones similares en contextos de ocio se ha recomendado la autoprevención y conductas de evitación. Estas recomendaciones focalizan las actuaciones en las mujeres y no en los agresores, perpetuando la socialización de las mujeres en el miedo, recortando sus libertades, e incluso responsabilizándolas de estos hechos. Resulta relevante optar, en el marco de la Estrategia Estatal para combatir las violencias machistas, por un abordaje desde la Salud Pública que incluya:
  • Elaboración y puesta en marcha de protocolos de detección y atención sanitaria a la sumisión química en todas las comunidades autónomas y a nivel estatal, incluyendo la formación del personal sanitario y sociosanitario.
  • Protocolos de coordinación de todos los sectores implicados: sanitario, sociosanitario, policial, judicial, educativo y otros con formación de sus profesionales.
  • Diseño e implementación de registros de sumisión química para conocer y evaluar la situación y para avanzar en su conocimiento y erradicación.
  • Campañas de prevención y sensibilización dirigidas a las y los jóvenes así como al personal con responsabilidades en educación.
  • Reforzar la coeducación para impulsar la igualdad y evitar los comportamientos agresivos asociados a los roles masculinos y los discursos de terror que comportan la pérdida de libertades.
Los medios de comunicación también pueden unirse a este propósito difundiendo información sobre qué es y cómo actuar ante la sumisión química. Además de procurar un tratamiento adecuado de la información sobre actos de violencia machista, con una difusión de noticias que garanticen la objetividad informativa, la libertad y dignidad de las mujeres víctimas de violencia. Los medios de comunicación deben servir como instrumento para denunciar las agresiones y para concienciar a la sociedad de este problema social y contribuir a su erradicación.  

Te puede interesar:

Un nuevo fármaco podría significar el fin de la obesidad

" ["post_title"]=> string(62) "El problema de la sumisión química y las agresiones sexuales" ["post_excerpt"]=> string(194) "Según datos del Instituto Nacional de Toxicología de los últimos cinco años, en una de cada tres agresiones sexuales en España la víctima estaba bajo los efectos de la sumisión química." ["post_status"]=> string(7) "publish" ["comment_status"]=> string(6) "closed" ["ping_status"]=> string(6) "closed" ["post_password"]=> string(0) "" ["post_name"]=> string(60) "el-problema-de-la-sumision-quimica-y-las-agresiones-sexuales" ["to_ping"]=> string(0) "" ["pinged"]=> string(0) "" ["post_modified"]=> string(19) "2023-03-28 14:03:37" ["post_modified_gmt"]=> string(19) "2023-03-28 19:03:37" ["post_content_filtered"]=> string(0) "" ["post_parent"]=> int(0) ["guid"]=> string(35) "https://ruizhealytimes.com/?p=90851" ["menu_order"]=> int(0) ["post_type"]=> string(4) "post" ["post_mime_type"]=> string(0) "" ["comment_count"]=> string(1) "0" ["filter"]=> string(3) "raw" } } ["post_count"]=> int(2) ["current_post"]=> int(-1) ["in_the_loop"]=> bool(false) ["post"]=> object(WP_Post)#18456 (24) { ["ID"]=> int(90484) ["post_author"]=> string(3) "202" ["post_date"]=> string(19) "2023-03-21 13:45:14" ["post_date_gmt"]=> string(19) "2023-03-21 18:45:14" ["post_content"]=> string(7272) "

Autoría

 

Prof. Actividad Física y Salud, Grupo de investigación GENUD, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte., Universidad de Zaragoza

GENUD research group, Universidad de Zaragoza

  Cuando envejecemos solemos perder nuestra capacidad del sentido del gusto y el olfato, a la vez que tenemos más dificultad para masticar. Todo esto puede causar una disminución del apetito. Si además tenemos en cuenta otros cambios psicológicos y sociales que nos suceden con la vejez, como vivir en soledad, sentirse deprimido o perder poder adquisitivo, hay un mayor riesgo de que la calidad y la cantidad de comida ingerida se vean comprometidas. Otros cambios a nivel fisiológico que acompañan al envejecimiento, como una disminución de la elasticidad en las paredes del estómago, el sobrecrecimiento bacteriano, otras enfermedades comunes como la gastritis atrófica y hasta el uso de medicación, pueden comprometer también la ingesta y absorción de nutrientes. De ahí que el riesgo de sufrir desnutrición crezca al envejecer.

¿Qué es la desnutrición?

Las diferentes instituciones internacionales especializadas en nutrición (como la European Society for Clinical Nutrition and Metabolim (ESPEN), describen la desnutrición (o malnutrición) en personas mayores como los desequilibrios en la ingesta calórica y la carencia de nutrientes desarrollada a partir de alguna enfermedad (con o sin inflamación). Pero también abarca situaciones de hambre por otros motivos socioeconómicos o psicológicos. En cifras, la cantidad de personas con desnutrición en Europa supone 2,1 % en aquellas personas con una vida autónoma, y suben hasta el 26,5 % las que están en riesgo de desnutrición. Como es de esperar, el número de aquellos mayores con desnutrición que tienen ayuda en casa es menor (un 8 %) que el de quienes están en residencias u hospitales (22 % y casi 29 % respectivamente).  

Te puede interesar:

El retraso en el diagnóstico de las enfermedades raras y sus consecuencias

 

La desnutrición nos hace enfermar

La desnutrición en personas mayores tiene graves consecuencias. Fundamentalmente debilita el sistema inmunitario, aumenta el deterioro cognitivo y fomenta enfermedades crónicas graves (osteoporosis, sarcopenia o fragilidad, entre otras). De hecho, en un estudio observamos que aquellas personas mayores que no tienen fragilidad, cuando están en riesgo de desnutrición tienen más probabilidades de desarrollar fragilidad comparado con aquellas que están bien nutridas. La desnutrición parece debilitar la capacidad funcional de la persona y aumenta su riesgo de ser dependiente, impidiendo que pueda realizar lo que es importante para ella. Existen diferencias en el consumo de nutrientes entre las personas mayores sin fragilidad que están bien nutridas y las que están en riesgo de desnutrición. Esto nos pueden estar dando una pista sobre los nutrientes que hacen que perdamos capacidad funcional y desarrollemos fragilidad cuando envejecemos. Concretamente, la salud empeora con un mayor consumo de alcohol y un menor consumo de proteínas y otros nutrientes como la vitamina D o el magnesio, implicados en la síntesis proteica, el mantenimiento muscular y el sistema inmune. Además, si no nos nutrimos bien se reduce la ingesta de otras sustancias implicadas en procesos de inflamación y oxidación, como la vitamina C o el omega-3. Y también de otras involucradas en la circulación, como las vitaminas del grupo B. Según apuntan otros estudios, todos estos nutrientes parecen estar implicados igualmente en la sarcopenia –pérdida muscular– y la fragilidad, por lo que podrían suponer una piedra angular de distintos síndromes que nos afectan al envejecer.

Más proteínas y ejercicio

Uno de los principales tratamientos frente a la desnutrición es asegurar que comemos suficientes y variados alimentos, tanto en términos de energía, como de proteínas y de otros nutrientes. Sin embargo, el ejercicio podría ser también útil. La actividad física aumenta la masa muscular, disminuye la inflamación y, además, puede aumentar el apetito. Por ello, es muy importante comprender cómo interaccionan la nutrición y el ejercicio, porque puede ayudar a entender que ocurre con el envejecimiento. Algunas de nuestras investigaciones ya han observado la influencia de ciertos nutrientes en los efectos que tiene el ejercicio multicomponente sobre la grasa corporal o en la salud ósea. Concretamente, un aumento del consumo de alcohol y de vitamina A podría interferir en la salud del hueso en estas personas que entrenan. Por el contrario, los ácidos grasos poliinsaturados y la vitamina D, facilitan que el hueso mejore tras un periodo de entrenamiento. Sin embargo, queda mucho por investigar acerca de este tándem alimentación-ejercicio y sobre las posibilidades de intervención que se abren tras esos resultados.

Qué deben comer los mayores

En primer lugar, se debe evitar el alcohol y asegurar que en todas las comidas aparecen fuentes proteicas como la carne, el pescado o el huevo, que pueden ayudar a alcanzar las ingestas recomendadas de proteína. Sin olvidar las legumbres que, además de aportar proteínas, ayudan a cubrir las recomendaciones de otras vitaminas y minerales. Además, es importante fomentar el consumo de pescados azules y la utilización de grasas saludables como el aceite de oliva para ayudar a disminuir un posible estado inflamatorio. Sin olvidar que moverse o incluso entrenar puede marcar la diferencia, y que las instituciones deberían involucrarse en prevenir la desnutrición y los problemas derivados de ella.  

Te puede interesar:

Dentro de una copa de vino

" ["post_title"]=> string(89) "Uno de cada cuatro mayores está en riesgo de desnutrición y eso los hace más frágiles" ["post_excerpt"]=> string(0) "" ["post_status"]=> string(7) "publish" ["comment_status"]=> string(6) "closed" ["ping_status"]=> string(6) "closed" ["post_password"]=> string(0) "" ["post_name"]=> string(85) "uno-de-cada-cuatro-mayores-esta-en-riesgo-de-desnutricion-y-eso-los-hace-mas-fragiles" ["to_ping"]=> string(0) "" ["pinged"]=> string(0) "" ["post_modified"]=> string(19) "2023-03-21 13:54:33" ["post_modified_gmt"]=> string(19) "2023-03-21 18:54:33" ["post_content_filtered"]=> string(0) "" ["post_parent"]=> int(0) ["guid"]=> string(35) "https://ruizhealytimes.com/?p=90484" ["menu_order"]=> int(0) ["post_type"]=> string(4) "post" ["post_mime_type"]=> string(0) "" ["comment_count"]=> string(1) "0" ["filter"]=> string(3) "raw" } ["comment_count"]=> int(0) ["current_comment"]=> int(-1) ["found_posts"]=> int(26) ["max_num_pages"]=> float(13) ["max_num_comment_pages"]=> int(0) ["is_single"]=> bool(false) ["is_preview"]=> bool(false) ["is_page"]=> bool(false) ["is_archive"]=> bool(true) ["is_date"]=> bool(false) ["is_year"]=> bool(false) ["is_month"]=> bool(false) ["is_day"]=> bool(false) ["is_time"]=> bool(false) ["is_author"]=> bool(false) ["is_category"]=> bool(true) ["is_tag"]=> bool(false) ["is_tax"]=> bool(false) ["is_search"]=> bool(false) ["is_feed"]=> bool(false) ["is_comment_feed"]=> bool(false) ["is_trackback"]=> bool(false) ["is_home"]=> bool(false) ["is_privacy_policy"]=> bool(false) ["is_404"]=> bool(false) ["is_embed"]=> bool(false) ["is_paged"]=> bool(false) ["is_admin"]=> bool(false) ["is_attachment"]=> bool(false) ["is_singular"]=> bool(false) ["is_robots"]=> bool(false) ["is_favicon"]=> bool(false) ["is_posts_page"]=> bool(false) ["is_post_type_archive"]=> bool(false) ["query_vars_hash":"WP_Query":private]=> string(32) "5ce84b54527c5aa4429b70a19d5a87d1" ["query_vars_changed":"WP_Query":private]=> bool(false) ["thumbnails_cached"]=> bool(false) ["allow_query_attachment_by_filename":protected]=> bool(false) ["stopwords":"WP_Query":private]=> NULL ["compat_fields":"WP_Query":private]=> array(2) { [0]=> string(15) "query_vars_hash" [1]=> string(18) "query_vars_changed" } ["compat_methods":"WP_Query":private]=> array(2) { [0]=> string(16) "init_query_flags" [1]=> string(15) "parse_tax_query" } }
Uno de cada cuatro mayores está en riesgo de desnutrición y eso los hace más frágiles

Uno de cada cuatro mayores está en riesgo de desnutrición y eso los hace más frágiles

Autoría   German Vicente-Rodriguez Prof. Actividad Física y Salud, Grupo de investigación GENUD, Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud...

marzo 21, 2023
El problema de la sumisión química y las agresiones sexuales

El problema de la sumisión química y las agresiones sexuales

Según datos del Instituto Nacional de Toxicología de los últimos cinco años, en una de cada tres agresiones sexuales en España la víctima...

marzo 28, 2023




Más de categoría

Síntomas y causas de las siempre incomodas hemorroides

Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto, similares a...

marzo 31, 2023
Letrero bipolar

Bipolaridad: ¿Qué es y por qué se conmemora hoy?

Este 30 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar, del que aún se desconocen sus causas...

marzo 31, 2023
La invasión de las drogas sintéticas

La invasión de las drogas sintéticas

El grado de adicción y potencia de las drogas sintéticas es altamente preocupante. El fentanilo es 100 veces más...

marzo 29, 2023
El problema de la sumisión química y las agresiones sexuales

El problema de la sumisión química y las agresiones sexuales

Según datos del Instituto Nacional de Toxicología de los últimos cinco años, en una de cada tres agresiones sexuales en...

marzo 28, 2023