Obviamente, nos referimos a las compañías farmacéuticas que realmente encontraron la manera de lograr el premio mayor al desarrollar un gran proyecto que satisface sus objetivos; el paciente logra algunos beneficios y satisfacciones, pero siempre en un segundo término.
La obesidad es una epidemia moderna que ha invadido el carácter y la personalidad del individuo moderno. Es un signo de autodestrucción íntima que sublima y castiga el interior, exterior y la intimidad del masoquista en turno que solo atiende la disfunción metabólica cuando la sintomatología es extrema o cuando la condición patológica está manifestándose en otros órganos o sistemas.
Es un tema que ha sido tratado en ocasiones anteriores (La Obesidad es tu Responsabilidad, Los Menús Artificiales I y II, etc.) donde se han definido los orígenes, las causas, las características, los efectos económicos, políticos y sociales en diversas culturas; es una realidad vigente que siempre provoca el comentario. En este capítulo trataremos de mostrar la manera como el medio financiero farmacéutico explota las posibilidades de la ciencia y la tecnología tratando de resolver el problema del sobrepeso en las sociedades actuales.
Hace algunos años apareció un fármaco llamado Metformin, que fue diseñado para controlar la asimilación de azúcares (principalmente glucosa) en los pacientes con diabetes del tipo II. La acción del fármaco de ninguna manera alivia la disfunción, sino que hace la vida más placentera a los pacientes al regular la mezcla de las concentraciones de la glucosa disuelta en la sangre y la concentración de la glucosa proveniente de los alimentos que acaban de ingerir. Este equilibrio es suficiente para los diabéticos al librarse temporalmente de un incremento en la concentración del azúcar, el dolor de cabeza, la insensibilidad en la piel de manos y pies, la vista borrosa, etc. además de que se evitarían el daño y los trastornos que causa el desequilibrio en otros órganos y sistemas.
El Metformin resultó ser todo un éxito, pues además de cumplir con su función reguladora, también contribuía en forma secundaria con la pérdida de peso en algunos pacientes. Esta última característica no pasó desapercibida para los investigadores de la industria farmacéutica, quienes se dedicaron a desarrollar un fármaco que redujera sistemáticamente el peso de los pacientes. Tardaron varios años hasta que en junio del 2021 la compañía Novo Nordisk lanzó al mercado el Wegovy, un fármaco de naturaleza peptídica que actúa como hormona natural regulando la actividad molecular de otros neurotransmisores que al final reaccionan con los receptores del cerebro y controlan la sensación del apetito. Es decir, es un engaño molecular muy específico y efectivo que inhibe la imperiosa necesidad de ingerir alimentos.
Pronto después de la aparición del Wegovy, surgió otro producto que funciona de manera muy similar, el Zepbound de Eli Lilly; posteriormente han surgido otros productos con características y mecanismos de acción semejantes. Sin embargo, por razones desconocidas, tal vez promoción, prestigio, publicidad, registros ante la FDA, etc; Novo Nordisk y Eli Lilly han mantenido el liderazgo en ventas y aceptación entre los usuarios. Todavía existen muchos otros detalles por resolverse, los más importantes son:
- el costo de los tratamientos (el precio promedio de inyectables para un mes cuesta aproximadamente $936 dólares, lo cual es inaccesible para la mayoría de los usuarios);
- otro detalle de gran importancia es que las dosis solo existen en inyectables, lo cual no es la forma más práctica para la mayoría de los pacientes, que preferirían cápsulas o píldoras;
- las pérdidas de peso dependen del estado fisiológico del paciente, hay algunos que pierden entre 10 – 20 kilos lo cual hace necesaria la intervención de un cirujano plástico para que reajuste el epitelio sobrante;
- muchos de los pacientes simplemente no pueden soportar los efectos secundarios y/o trastornos del tratamiento (náuseas, vómito, agruras, malestar estomacal, diarrea, mareos, dolor de cabeza, fatiga, etc. Además de que existe la posibilidad de desarrollar trastornos en la tiroides, pancreatitis y/o retinopatía diabética, etc. La mención de los síntomas no implica que todos se van a presentar al mismo tiempo, simplemente que la intensidad para los pacientes es insoportable.
¿Por qué tanta confianza en este negocio?
A pesar de que aún existen muchos problemas por resolver con las políticas de ventas, la escasez de los insumos, la integración con los seguros de vida y los sistemas de salud en los Estados Unidos todo parece indicar que las ventas de estos productos son bastante promisorias para calcular ganancias sólidas en un futuro cercano. Simplemente, en la actualidad ambas compañías tienen dificultades para abastecer las demandas actuales. De acuerdo con sus predicciones el negocio se incrementará una vez que las farmacéuticas resuelvan algunos de los problemas anteriores y logren reducir los precios negociando con las compañías de seguros y los sistemas de seguridad social, asuntos triviales para ellos.
Los expertos de estas compañías han calculado que para el año 2030 cerca del 50% de la población mundial estará con problemas de peso o será clasificado como persona gorda mórbida lo cual representa un incremento en las ventas cercano a los 80 millones de millones de dólares, algo nunca visto con ningún producto farmacéutico.1,2.
Sin duda alguna, es obvio que esta metodología moderna es muy eficiente para aliviar los trastornos y síntomas de una condición metabólica que pudo haberse evitado si los pacientes tuvieran un mejor aprecio de las maravillas heredadas en su cuerpo y hubieran tenido un mayor cuidado en su proceder, desafortunadamente las cosas no han surgido así y es muy posible que los cálculos de los farmacéuticos se hagan una realidad. Su solución, es injusta e irracional para las grandes mayorías porque los costos son prohibitivos, están orientados para los pacientes con posibilidades económicas suficientes para sufragar los gastos del tratamiento y del cirujano.
Afortunadamente, existen otras alternativas más prácticas y económicas que pueden considerarse para contrarrestar esta moderna desgracia que está progresando en la mayoría de los países. Concretamente, nos referimos a tratamientos de: endocrinología, los trasplantes fecales, las cirugías bariátricas, los acondicionamientos físico-atléticos, la acupuntura, etc. Ninguno de ellos ofrece las ventajas en tiempo, trastornos y molestias, pero cualquier solución vale la pena para evitar en lo posible el flagelo de la obesidad.
Gran parte de la solución de este problema reside en la conciencia física y mental del paciente, lo más importante es: no tardes en tomar una decisión.
REFERENCIAS:
- Jamie Ducharme., Should we end obesity? TIME. November 20, 2023.
- Anónimo., Slim pharma. The Economist, March 9th, 2024
Correo electrónico: [email protected]
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