¿Escuela segura? (Primera parte)

Con relación al tema de la “Escuela Segura”, se ha escrito y dicho mucho durante los últimos años...

20 de marzo, 2017

hugolpalacios

Con relación al tema de la “Escuela Segura”, se ha escrito y dicho mucho durante los últimos años, lo que en apariencia de los hechos que se destacan en las informaciones, supuestamente han ido proliferando en las escuelas y menciono supuestamente, porque todos sabemos que eso ha sucedido a lo largo de la historia de la educación en su aspecto de relaciones infantiles o de alumnos en los centros escolares. En esas situaciones, se generaron las expresiones de “te espero a la salida”, “te voy a madrear”, “verás con mi primo”, “a ver si a mi hermano le dices eso” y tantas expresiones y acciones que se han dado a lo largo de las relaciones humanas dentro de la escuela, sólo por el hecho que unos quieren dominar a otros y los otros no se “quieren dejar dominar” por los unos, situación que no se da solo en las escuelas, por lo que una conclusión muy simplista pudiera ser que es una actitud humana, la de ejercer dominio de cualquier índole sobre alguien.

Si sumamos a lo anterior todo el cúmulo de influencias en el aspecto de la violencia para el dominio del prójimo que recibe el ser humano, tal vez se le pudiera quedar a deber a tantos y tantos hechos históricos basados en esa actitud de naciones contra naciones, gobiernos contra gobiernos, líderes contra líderes y actos que la misma niñez es testigo de los hechos, cerrando con broche de oro en los programas escolares donde hasta exámenes tienen que aprobar los educandos de las luchas que se han dado a través de la historia y que las mismas han permitido periodos de dominio social extremo sobre diferentes naciones “gracias a triunfos” basados en batallas sangrientas y por si fuera poco hasta las guerras religiosas salen a relucir para el dominio de una creencia sobre otra, basada en el monoteísmo o el politeísmo.

No son menores los ejemplos de las guerras civiles dadas en casi todas las naciones, donde la nuestra no es la excepción y que quiérase o no, es un reflejo de lo que se tiene que hacer por los diferentes grupos sociales con el fin de tener logros que les den, por medio de la confrontación, cierta estabilidad en sus formas de vivir como grupo social, cualquiera que sea nivel de vida.

No con lo anterior quiero justificar, pero sí, tratar de entender la violencia intraescolar, la cual se viene difundiendo en los últimos años y que sin querer soslayar dicha problemática, de siempre ha existido, pero que no se tenía la actual difusión. Recuerdo un hecho violento de principios de los años 50s, en los patios de la escuela donde cursaba mis primeros grados de primaria, escuela unitaria, hoy multigrado, que aún se ubica en una comunidad rural con escasa población. Se preparaba en aquel entonces el maestro, único de la escuela, para ofrecer ese mismo día por la noche el festival del día de las madres, lo apoyaba en ese momento un amigo de él en las actividades de los preparativos de escuela, cuando llegó a buscarlo en un vehículo otra persona que lo llamó hacia él, parece que discutieron y el visitante le disparó a quemarropa dejándolo tendido ahí mismo y huyendo en el auto en que había llegado.

Ese evento sucedió a principio de los 50s del siglo pasado dentro de una escuela rural, donde todos los alumnos ahí presentes fuimos casi testigos presenciales de ello, pero no tuvo la difusión que seguramente pudiera haber tenido en la actualidad.

Recordemos los alumnos que vivimos esas épocas, como algunos condiscípulos asistían a la escuela preparados para enfrentar al enemigo del grupo o de la escuela, armados con cadenas de bicicleta adaptadas para la contienda, igual con manoplas metálicas, navajas mecánicas o aquellas llamadas de muelle, los famosos verduguillos, sumando a lo anterior, que también les daba cierto status, las cajetillas de cigarros, escondidas en la ropa, para consumo personal y de los amigos que hacían grupo. Al parecer en ese entonces empezaban a tomar forma las padillas o el líder que por ser bueno para los golpes, ejercía dominio sobre el resto, dependiendo en buena medida del carácter de agresividad que tuvieran esos alumnos. Seguramente en esos tiempos era un tanto más difícil conseguir las armas de fuego, si no, tal vez hubiéramos visto algo relacionado con ellas.

Seguramente entre la difusión, a través de las redes sociales, de los eventos de agresión de unos alumnos contra otros que se han estado dando en los últimos años y que han sido motivo de señalamientos demandantes de los mismos padres de familia, sumada a la actividad noticiosa, es que el gobierno federal, principalmente, tomó cartas en el asunto y empezó a emitir normas que vieran por la seguridad en las escuelas, principalmente las de educación básica, pero que en muchas ocasiones han dejado algunos pendientes en su aplicación, pues da la impresión que es más el de llevar castigo y hasta la judicialización de las acciones, que a prevenir las conductas indebidas por parte de alumnos con esas tendencias, provocadas en ocasiones por la influencia directa de la misma familia o el medio en que vive y que en estos casos, el gobierno en buena medida, es el principal responsable de la existencia de ese tipo de convivencia familiar y social, pues no ha querido o no ha podido combatir esa clase de acciones ilegales por parte de miembros de la sociedad, que aunque no se quisiera, es un ejemplo a seguir por los menores que ahí conviven.

Lo expuesto en la reglamentación del Programa de ESCUELA SEGURA, para su operatividad, puede ser muy aceptable, ya que haciendo un lado la parte económica con la cual ejerce control el gobierno y la rendición de cuentas que toma mucha importancia en dicha reglamentación a través de acuerdo 663, el cual se emitió en el 2013, la parte organizativa y que seguramente de intención práctica, deja ver el involucramiento de todos los actores del hecho educativo, para que cada quien haga su parte, aunque en ese aspecto, se ha dejado ver mas los férreos controles que se quieren ejercer a través de la revisión de mochilas y que en ocasiones se llevan a cabo por personas que no tienen la sensibilidad de tratar con niños y niñas de la edad de educación básica y han llegado a actuar como si lo hicieran con personas adultas o en ocasiones hasta con delincuentes. Continuará…

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