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Aunque al parecer las nuevas autoridades de Educación a nivel Nacional, ya no le están dando el nombre a la Reforma Educativa de la Cuarta...

21 de enero, 2019

hugolpalacios

Aunque al parecer las nuevas autoridades de Educación a nivel Nacional, ya no le están dando el nombre a la Reforma Educativa de la Cuarta Transformación, que le correspondió al que le fue adjudicado durante el periodo de los Foros de Consulta, que es, o fue, precisamente el que ha estado encabezando el título de estas colaboraciones. Tal vez, se esté esperando que en definitiva se lleve a cabo la Cancelación de la Reforma Educativa, para proponer oficialmente el nombre oficial, o ya lo tienen definido, pero consideran que aún no son los tiempos de dar a conocer esa denominación.

Independientemente de que tengan o no, definido el nombre que se le asigne a la Reforma de la Cuarta Transformación, ellos ya tienen en sus manos los resultados de la consulta, llevada a cabo, al parecer, desde que estuvieron en campaña y los foros realizados en el periodo de transición administrativa, por lo que de cualquier forma, lo aquí expresado, no es más que un punto de vista, acorde a la temática que se aborda en cada participación, queriendo establecer concordancia, entre lo oficial, lo que se propone y la realidad que corresponde a cada uno de los actores de HECHO EDUCATIVO, en todos y cada uno de los desempeños particulares, pero principalmente al maestro frente a grupo.

EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO PROFESIONAL DOCENTE, es el CONTENIDO que corresponde abordar en este espacio y que sin duda alguna, es uno de los aspectos más sensibles y con muchas aristas que cubrir en dicho proceso, pues a veces da la impresión de que depende más este asunto de, quién evalúa, de que, a quién se evalúa. Si se consideran instancias internacionales, seguro es que, técnicamente, la mayoría o buena parte de ellos saldrá con baja evaluación. Si se toma en cuenta alguna de las corrientes pedagógicas existentes, pues dependiendo de hacia dónde se enfoquen los resultados, seguro será, que ahí será bien calificado, y así, desde esta procedencia, se irá pudiendo ver desde los más altos niveles mundiales, hasta los que a diario conviven con el docente, que pudiera decirse que son padres, madres, alumnos, docentes del centro de trabajo y los directivos del mismo y un tanto más a distancia el supervisor de la zona escolar correspondiente y aún así en la visión de cada uno de estas instancias cercanas al DOCENTE, seguramente podrán existir diferentes apreciaciones a su desempeño en general, que a fin de cuentas es lo que le vendrá dando la evaluación en su profesión. Ejemplo vivo desde el punto de vista OFICIAL, en la próxima pasada administración federal, dónde, para las promociones administrativas, aplicaban exámenes de evaluación, completamente teóricos, sin pedir para ello, requisito de cierta antigüedad, que no fuera de dos años en el servicio docente, como mínimo, lo que les daba el derecho correspondiente de forma legal, para su ascenso, que hasta la fecha sigue existiendo, pero suspendida por el Ejecutivo Federal, hasta el momento. Esta normatividad en muchos de los casos, ha dejado que desear, regularmente por la falta de experiencia en el nuevo desempeño.

De sobra conocido es, el hecho de que en principio uno de los primeros documentos en que se evaluaba y se evalúa al docente, es el conocido como la FICHA ANUAL DE TRABAJO, la cual es expedida por el Director de la Escuela, con el visto bueno de la representación de la Delegación Sindical, o del Representante del Centro de trabajo. Regularmente las calificaciones en estos documentos, son las máximas o muy altas, basadas en un solo punto de vista o criterio que es el del director, acordado con la representación sindical, generalmente, con el fin de evitar conflictos o desencuentros entre ambas partes, pero sin que sea concretamente un estímulo, salvo el hecho de contar con un documento oficial de desempeño que pueda utilizar, (cuando existió) en un proceso de ascenso escalafonario, mismo que fue prácticamente anulado por la mal llamada Reforma Educativa, pero también permitida por la Dirigencia Sindical, de ese periodo, al igual que algunos otros aspectos correspondientes al desempeño de sus agremiados, sin beneficio alguno al proceso educativo, que a fin de las cuentas es donde el maestro, por lo regular, sigue siendo el culpable de la mala educación en México.

Sin que se llegue al sometimiento en la interrelación entre la Parte Oficial y la Sindical, deberá de considerarse el desempeño que corresponda a cada instancia, para que no se perjudique ni el recorrido educativo escolar ni los derechos laborales de los profesores.

Se seguirá comentando a este respecto en la próxima entrega.

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