Mexicanas, Istmeñas y Muxes.
El tercer género.
Me veo perfecto, una apacible vida en la que me dediqué a lo que más me gusta, bordar, cocinar, ser bella, rebosante de energía femenina pero sin menstruación ni menopausia y tener amigas, muchas amigas, portar todos los días el bellísimo Huipil de Tehuana, con todo y resplandor, collar de monedas y enaguas e ir a fiestas, ser el alma de la fiesta, cuidar a mis sobrinos y a mis papás cuando sean mayores, pertenecer a un colectivo de nombre “Las auténticas e intrépidas buscadoras de peligro”, salir en la portada de la revista Vogue y nunca pero nunca salir de mi hermoso pueblo.
Muxes, no los ni las, el término Muxe se acuñó en el siglo XVI, no tiene un artículo que lo preceda o sea que no tiene distintivo de género y significa que no es hombre ni mujer, es el tercer género de hecho hoy día en el Istmo de Tehuantepec en donde existe esta comunidad de 3,000 personas Muxes aproximadamente. Se da este nombre a aquellas personas que habiendo nacido con genitales masculinos sienten preferencia y orientación hacia lo femenino, el comportamiento, la preferencia sexualidad y los roles de género que su comunidad establece como propios de las mujeres, son reconocidas como el tercer género. Si bien no es el único lugar en donde esto sucede, recordemos a las Hijras de la India solo por mencionar un ejemplo, opuesto a lo que sucede en muchas otras comunidades influenciadas por la tradición occidental en el Istmo no son rechazados sino todo lo contrario, se les reconoce y respeta.
Son personas que gozan no solo de aceptación sino de admiración por parte de la comunidad. Las Muxes que ya eran reconocidas desde antes de la colonia por la cultura zapoteca, una de las más importantes del México prehispánico, ocupaban un espacio privilegiado en la sociedad. Eran vistas como personas duales, con lo mejor de los dos sexos, personas que podían presumir de tener un cuerpo y un alma fuerte, sensible, temperamental, comprometido y tierno al mismo tiempo. Por eso las familias se sentían orgullosas de tener un hijo Muxe, además de saber apoyar tanto en la economía familiar como en los cuidados de los más pequeños, de los enfermos y de las personas mayores.
Hoy en día sigue siendo más o menos así. Se les quiere y protege pero con sus condiciones; se les asignan ciertos tipos de trabajos y aquí es en donde viene a darle en la torre el sistema patriarcal a este paraíso cisgénero como era de esperarse, pues los Muxes pueden dedicarse al comercio y a la creación de artesanías, al bordado de vestidos típicos, al cuidado de familiares como ya lo mencioné y a actividades relacionadas con la preferencias esperadas por el condicionamiento patriarcal de las personas homosexuales, por ejemplo, el estilismo y el trabajo sexual. No es bien visto que un Muxe estudie una carrera universitaria y mucho menos que migre de su comunidad para estudiar y o trabajar. Está bien que porten el traje típico de Tehuanas porque es su responsabilidad ser embajadoras de la cultura Istmeña pero no se les permite vestirse con ropa de otro tipo y así como en todo estas personas se topan con restricciones y pensamientos heteronormativos.
Las Muxes hoy en día se enfrentan a una nueva época, conscientes de la lucha de sus predecesoras trabajan en la visibilidad y el respeto a su identidad y a su independencia, si bien son orgullosas embajadoras de la cultura zapoteca son conscientes que como personas tienen derechos y responsabilidades, quieren como cualquier persona poder tener la elección sobre su trabajo y espacio y ser vistas como miembros de una sociedad activa más que como una especie protegida.
Sin duda es un tema que vale la pena poner sobre la mesa. ¿Es necesario siempre poner un nombre para entender y etiquetar las preferencias y orientaciones de los individuos? ¿Es necesario limitar sus actividades a cambio de respeto y o protección? Está bien reconocer una identidad y una forma de existencia tan genuina como la Muxe y cualquier otra sin necesidad de condicionar su espacio y su actividad.
Algún día ojalá podamos entender que ser humanos nos hace a todos naturales, genuinos y merecedores de independencia y que vivir con absoluta libertad y con la misma responsabilidad todos parejos y de forma consensuada independientemente de nuestra esencia es un derecho humano y una responsabilidad.
Te puede interesar:
De Frente Y Claro | Pemex sigue en el ojo del huracán
Por más que el gobierno federal afirme que Pemex saldrá adelante, cada día está peor. Una pequeña muestra lo...
diciembre 4, 2025
Transiciones. En México hicieron falta más Suárez y Fernández Miranda, y menos Fox Quesada y Carlos Castillo Peraza
Las transiciones democráticas entre las de España y de México no pueden ser más disímbolas. De entrada y antes...
diciembre 3, 2025
Al rescate de la industria hípica. Nuestra solicitud a doña Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de todos los mexicanos
La Industria Hípica de Carreras de Caballos merece un rescate y necesita urgentemente la atención de doña Claudia y...
diciembre 3, 2025
La Adelita
Adelita Grijalva, congresista del Partido Demócrata por el séptimo distrito de Arizona, es hoy todo un fenómeno en Estados...
diciembre 3, 2025