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Los empresarios franciscanos de Chihuahua

"El dinero destinado a obras de beneficencia no es meritorio si no representa un sacrificio, una privación." -C. Cantú.

17 de abril, 2025

Una campaña millonaria, que pareciera política disfrazada de salud a los más necesitados (“El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, se dice) ha sido severamente cuestionada por muchos mexicanos de todo tipo, la mismísima presidenta de la República incluida, dado el escandaloso gasto de publicidad que va (o iba) de la mano con una idea que bien podría cambiar al mundo: ¡los más ricos apoyando a los más pobres aliviando sus problemas de salud! No cabe duda que ese grupo de empresarios, cercanos por cierto al exgobernador y hoy senador tabasqueño Adán Augusto López Hernández, han tenido a bien realizar acciones dignas de un premio nobel.

¿Qué respondió la joven legisladora chihuahuense Andrea Chávez? Que la campaña publicitaria de marras ha terminado, pero que la obra pía (ejemplo al mundo) no. Esa continúa con ambulancias, doctores y equipo médico a las zonas rurales del estado grande. Millones, muchos recursos dados por este grupo de empresarios que casualmente han sido proveedores de los últimos gobiernos de aquella entidad por medio de sus empresas, algunas (gran coincidencia) dedicadas a la distribución y venta de equipo médico.

Y no, al parecer (hasta hoy) no les ha importado tanto las enormes diferencias, por ejemplo, entre grupos de indígenas de la Sierra tarahumara y dichos hombres de negocios y sus fastuosas fiestas, viajes, casas y relojes que cada uno costaría más que medio centenar de casitas tarahumaras; no, eso no ha importado, hasta ahora ojo, que con el poder de convencimiento para iniciar acciones caritativas de corte franciscano cambiarán las vidas de cientos de miles de familias chihuahuenses sumidas en la postración.

¡Idea transformadora orgullosamente mexicana el combatir las enfermedades de los menesterosos! Claro, máxime cuando tenemos una perla de muestra, cuando la senadora por MORENA Andrea Chávez utilizó (una vez, cuando menos) un lujoso avión del gobierno federal mexicano para un traslado sin importancia de su familia (completa, casi hasta la jaula del perico incluida), al tiempo que el presidente de entonces, López Obrador, viajaba ya fuera en incómodos aviones de la fuerza aérea mexicana, destinados estos a la tropa, o bien en vuelos comerciales, con todas las consabidas molestias que ello conlleva. En fin, no quisiera yo sentirme a la postre defraudado y que resulte que esa ejemplar campaña de altruismo lleve dobles intenciones y dentro de un tiempo veamos a la legisladora Chávez yendo a pedir el voto a las mismas comunidades en donde se ha desplegado la multicitada campaña de salubridad por todo Chihuahua, cosa que incluso me haría dudar de las pías intenciones de toda esta élite chihuahuense para con sus paisanos menos favorecidos.

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