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La reconfiguración mundial

11 de diciembre, 2025

trump por darren-halstead - Ruiz Healy Times

A menos de un año del regreso del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la agenda intervencionista, persecutoria de migrantes y la diplomacia de la ley de la selva han sentado las bases para una nueva realidad mundial, encaminada a la supremacía del imperio norteamericano. Los nuevos frentes abiertos de la nación de las barras y las estrellas son literalmente contra todo el mundo, con un intervencionismo claro en dos procesos políticos como lo fueron las elecciones de medio término en Argentina y el proceso electoral presidencial empantanado en Honduras.

En ambos procesos electorales, la diplomacia trumpista no tuvo empacho en señalar a los políticos que no le son afines al régimen imperialista y en dar soporte propagandístico al menos, a los candidatos de derecha que abiertamente defienden la agenda MAGA. Con la terrible situación de la Argentina del presidente Javier Milei, quien logró aumentar sus diputados libertarios, así como realizar alianzas que impulsen reformas regresivas, además del control inflacionario a costa del endeudamiento generacional. No obstante la docilidad del presidente libertario, el rescate financiero pactado no se ha producido, ya que los banqueros del dinero simplemente no ven un buen negocio en continuar financiando la aventura libertaria del país pampero.

Trump continúa con las críticas ácidas contra la Unión Europea a la que califica de decadente, sin capacidad de actuar en la guerra de Ucrania contra la Rusia de Vladimir Putin. Aunque no por ello dejo de aplicarles una diplomacia arbitraria, donde les impuso aranceles económicos y condiciones comerciales abusivas para beneficio exclusivo de la economía norteamericana. En la tragicomedia perfecta, les sanciona, les obliga a comprarle energéticos, les desdeña y busca incidir en sus elecciones con personalidades políticas afines a sus intereses.

Como se recordará en la nueva estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, publicada la semana pasada, se puede resumir en una doctrina Monroe 2.0. Con la captura del principal buque petrolero de Venezuela y la amenaza real de invasión militar al régimen dictatorial del presidente Nicolás Maduro, marcará una nueva agenda en Sudamérica, similares a los regímenes militares o afines a los intereses norteamericanos.

Ahora con una diplomacia cínica que confiesa que las reservas mundiales de petróleo venezolano serán un manjar para las empresas norteamericanas que buscan apropiarse del recurso, sentenciando al planeta a los estragos del cambio climático. La hegemonía económica norteamericana privilegiada a costa de la misma humanidad.

La amenaza contra los gobiernos de izquierda en Sudamérica es real, como lo fue el otorgamiento del premio Nobel de la paz a María Corina Machado, opositora al régimen de Maduro, a quien el imperio busca imponer como presidenta títere, para que normalice el intervencionismo estadounidense. La difícil situación del pueblo venezolano harto del régimen chavista, pero sin posibilidades de realizar un cambio interno que no represente una entrega de la soberanía nacional a los oscuros intereses de EEUU, les condena a ser vulnerables ante el imperio.

Gustavo Petro, presidente de Colombia, no escapa a las amenazas de Trump, pues al confrontarlo directamente, se ganó las antipatías del hombre más poderoso del mundo, con el ejército más mortífero en la historia de la humanidad. Cualquier gobierno democrático que a los MAGA´s les parezca contrario a sus intereses, será castigado por la diplomacia ruda, las sanciones económicas o la intervención militar como parece ocurrirá en Venezuela. Incluso el sentenciado expresidente Jair Bolsonaro, quien buscó dar un golpe de estado, busca beneficiarse de una ley que se cocina en el congreso para que su pena se reduzca y pueda estar en libertad en dos años. En otro momento, Trump sancionó al país brasileño de Lula da Silva, explícitamente por continuar el proceso judicial contra el impresentable Bolsonaro.

Si bien Trump y Putin impondrán las condiciones para el fin de la guerra entre Ucrania y Rusia, evitando quizás una confrontación termonuclear de gran escala, los otros frentes bélicos en los que se mueve la diplomacia norteamericana continúan apoyando el doloroso genocidio en la franja de Gaza, donde los palestinos han sido asesinados por el ejército israelí. La propaganda sionista ya no puede limpiar la cara de los apoyadores y perpetradores de limpieza étnica, al mejor estilo del fascismo, en naciones que históricamente dijeron combatirlo.

Mientras el cierre de año parece muy complicado en México, a pesar de la inteligencia y arrestos de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien sabe capotear al poderoso toro republicano, los mexicanos somos testigos del reordenamiento mundial, tan diferente a los años del mito democrático en el mundo. Ahora con la preminencia de los intereses norteamericanos que no buscan socios, sino sumisión, incluso entre los odiadores al régimen morenista que no dimensionan las consecuencias de un intervencionismo norteamericano, que no privilegiara a sus febriles corifeos sino cumplen con el perfil racial MAGA.

La oposición mexicana reaccionaria y apátrida no se ruboriza al llamar a la intervención norteamericana, al estar sentenciados a no poder regresar al poder en forma democrática. Sus números electorales y el enorme repudio que arrastran las mermadas fuerzas políticas del PRI y del PAN, son producto de sexenios de pauperización del empleo y de la nula repartición equitativa de la riqueza producida. Las impresentables elites prianistas no buscan una renovación de figuras, y no les interesa reconocer sus errores políticos, por lo que sin pudor alguno son promotores de la invasión pura que les regrese sus intereses y privilegios en detrimento de la nación mexicana.

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Israel Aparicio

Comunicador desde hace más diez años en medios impresos del Estado de México, fotoperiodista en una coordinación de comunicación social, y socio fundador de un semanario político de muy poca duración, pero que le dejó invaluables aprendizajes y recuerdos. Estudió Ciencias de la Comunicación en la UNAM y vivió de cerca el movimiento de huelga de 1999-2000. No participó, pero conoció a muchos protagonistas de este movimiento social. Es colaborador constante en ruizheralytimes.com.

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