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La captura de la democracia pluralista

La resistencia democrática será difícil.

2 de julio, 2024

Lo prometió desde hace muchos años y lo cumplió: “¡Al diablo con sus instituciones!”. Y así lo hizo. López Obrador ha gobernado con un solo propósito: capturar al Estado mexicano y lo logró. No gobernó, propiamente, para aliviar la pobreza, acabar con la corrupción, resolver el problema de la criminalidad, eficientar el gasto público o mejorar la distribución del ingreso. De hecho, en todas estas cuestiones estamos, documentadamente, peor que hace seis años, aún si en efecto los programas sociales mejoraron el nivel de ingresos de la población en pobreza media y aumentaron los salarios mínimos, pero aumentó la población en pobreza extrema, no aumentó la masa salarial en general y 30 millones de personas se quedaron sin cobertura de salud y sin medicinas y ahora tenemos a 25 millones de estudiantes con rezago educativo. Sin embargo, con sus programas del Bienestar y un discurso marcadamente populista y plagado de mentiras y contradicciones, supo construir una muy importante base de apoyo popular que fue la cimentación de su arrolladora victoria electoral del 2 de junio y el factor crítico de éxito para capturar al Estado mexicano y, ahora sí, instaurar un nuevo régimen postdemocrático, en el que las instituciones que se habían desarrollado en los 30 años previos para contrapesar al poder Ejecutivo, regresarán al control prácticamente absoluto de la Presidencia de la República o del Gran Caudillo detrás de ella. Esto último es lo que estará por verse en los próximos meses.

El proceso de captura del Estado que vamos siguiendo en México es de manual: Conquistado sobradamente el apoyo popular, el resto del proceso se ha ido dando como sigue:

Captura o desarticulación de los organismos independientes.- Colocando en sus posiciones de dirección a personas incondicionales del nuevo régimen o minando su capacidad operativa dejándolas sin presupuesto. Esto es lo que ha pasado ya con el INE y con el Tribunal Electoral, para poder hacer una elección claramente inequitativa sin que las instituciones creadas para evitar esto movieran una pestaña. Pasó también, notablemente, con el INAI, que es hoy una caricatura de lo que fue y funciona apenas marginalmente para que lo que fue creado.
Debilitamiento de los partidos de oposición.- La creación de Morena destruyó al PRD, llevándose a una buena cantidad de sus miembros. Cooptó al Partido Verde (que desde siempre ha practicado la prostitución electoral) y a Movimiento Ciudadano, que le hizo perfectamente el juego para dividir a la oposición real. Lo va haciendo con el PRI, cooptando a exgobernadores (de Oaxaca, Sinaloa, Hidalgo, Estado de México…) y otras figuras importantes con su base de seguidores y también con el PAN (Gabriela Cuevas, Javier Corral…). El tsunami morenista ha reducido ya a mínimos históricos la participación de ambos partidos en la cámara de diputados, de senadores y en los gobiernos estatales. Esto se juntó con la presencia de un “liderazgo” débil y corrupto tanto en el PRI como en el PAN, que no han sabido reaccionar y enfrentan una crisis gravísima.
Captura del poder Legislativo.- Con el fraude a la Constitución en marcha, aplicando tramposamente los criterios de sobrerrepresentación establecidos, Morena y sus aliados se han hecho del control de más de 2/3 de la cámara de diputados y están a un pelo de lograrlo en la cámara de senadores, con lo cual pueden hacer lo que les plazca en materia de cambios al entramado legal de la nación.
Captura del poder Judicial.- La llamada Reforma Judicial ya comprometida tanto por el Presidente saliente como por su sucesora, que es en realidad una revolución, destruirá en los hechos la autonomía del poder Judicial, que había sido el último bastión de resistencia contra las ocurrencias del Presidente y su partido. Con esta iniciativa, el poder Ejecutivo se queda absolutamente sin contrapesos eficaces.
Cooptación de los medios de comunicación.- El nuevo régimen ha presionado financieramente a las principales cadenas de televisión abierta, estaciones de radio y periódicos nacionales para moderar sustancialmente la crítica a la 4T y privilegiar notas favorables al gobierno. Esto llevamos ya constatándolo desde hace un par de años al menos, pero el control sobre los medios se pondrá peor. La persecución, a través de la UIF, a periodistas, intelectuales y medios críticos ya es un hecho pero se irá agravando.
Fortalecimiento del vínculo entre el gobierno y las fuerzas armadas.- Éste fue uno de los primeros pasos tomados por la 4T, que ha beneficiado notablemente a los mandos militares haciendo de ellos el principal brazo ejecutivo del gobierno para todas sus iniciativas importantes de desarrollo de infraestructura, con los miles de millones de pesos involucrados y sin ningún mecanismo de rendición de cuentas funcional. La anunciada absorción oficial de la Guardia Nacional reforzará este vínculo. Hoy, las fuerzas armadas nacionales son todopoderosas.
Pacto con la élite empresarial.- La alianza con el gran capital nacional es otro factor crítico de éxito para que el control hegemónico del país no tenga fisuras. Así lo han hecho con el Consejo Coordinador Empresarial, el Consejo Mexicano de Negocios y la Asociación Mexicana de Bancos. Quienes controlan la economía del país, hoy, son firmes aliados del nuevo régimen.
Adoctrinamiento y formación ideológica.- Este es el rol fundamental de la Nueva Escuela Mexicana: desde primero de primaria, los niños mexicanos serán adoctrinados con una narrativa absolutamente funcional al proyecto hegemónico de la 4T para que su dominación política se arraigue a través de generaciones.

Este proceso de captura del Estado inició realmente el 1 de diciembre del 2018, avanzando primero con discreción y después abiertamente. Con los resultados del 2 de junio, su control hegemónico ya es claro y, con el respaldo popular que tienen y el agandalle de las 2/3 partes de las dos cámaras legislativas, difícilmente podremos recuperar la dinámica pluralista de la democracia que tantos años nos tomó construir.

X: @Adrianrdech