Esta semana se cumplieron dos años de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México. Para conmemorar la ocasión, el presidente dirigió un mensaje a la nación en el que mencionó los logros que, a su juicio, ha tenido su gobierno en estos dos años.
Obviamente se puede y se debe revisar y someter a verificación cada una de las afirmaciones del presidente, y veremos mucho de eso en los próximos días, pero yo me quiero enfocar en uno de los puntos que el presidente aceptó que aún le faltan: el tema de la energía sustentable. El presidente habló específicamente de la energía sustentable generada por hidroeléctricas y ni siquiera mencionó a las energías eólicas y solar. Mucho menos de la undimotriz o energía de las olas que en México no se ha desarrollado.
El pasado 24 de octubre, el presidente dio un discurso en la termoeléctrica “José López Portillo” en el que dijo que el tema de las energías limpias es un sofisma. De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, un Sofisma es: razón o argumento falso con apariencia de verdad.
En cuanto a la energía renovable que se produce en hidroeléctricas, en México existe una capacidad instalada de 12 621 MW, de acuerdo con datos del CENACE (Centro Nacional de Control de Energía). Gracias a los datos obtenidos del mismo organismo, sabemos que en México solo se obtiene el 19% de la capacidad instalada de las hidroeléctricas, es decir, 2358 MW por hora. El presidente habló de modernizar las instalaciones, pero ojalá que esa modernización incluya aprovechar todo el potencial de las plantas hidroeléctricas.
Actualmente, el 40% de los hogares en México están en situación de pobreza energética. Esto es: no cuentan con la energía suficiente para satisfacer sus necesidades básicas o destinan parte importante de su ingreso para satisfacerlas. El pretexto del gobierno para desestimar las energías eólicas y solar es su intermitencia, pero esa energía ya se puede almacenar. Cabe recordar el episodio en el que el presidente criticó los generadores de energía eólica instalados en la Rumorosa. Dijo: “Miren como afecta el paisaje natural. ¿Cómo se atrevieron a dar permiso para instalar esos ventiladores? Nunca más”.
La CFE ha modificado su visión acerca de la energía solar argumentando que cuesta mucho transmitirla. De los 47 000 millones de pesos asignados a la SENER, el 96% será destinado a actividades de petróleo y gas; es decir, 45 000 millones de pesos destinados para Dos Bocas (95.4%). Solo 0.3% del presupuesto de CFE (417 000 mdp) se dedicará a energías renovables que no sean hidroeléctricas.
El tema es que por mero capricho, estamos generando electricidad con carbón y petróleo como si estuviéramos en los años 70. Los políticos que actualmente conducen el destino del país no creen en el cambio climático. Total, el daño ambiental les va a tocar a quienes hoy son niños; quizá por eso a los actuales gobernantes no les preocupa el tema ambiental.
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