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Errores históricos de la derecha, causa de una transición atrofiada

Ya es lugar común citar la transición a la democracia española como un ejemplo al resto del mundo, lo cual (tristemente) con el caso México eso no ocurre. Y los motivos de origen son varios, y me...

18 de diciembre, 2024

Ginés Sánchez

Errores históricos de la derecha, causa de una transición atrofiada

– El total extravío del proceso sucesorio sexenal del presidente Salinas de Gortari, que siendo un primer magistrado de la nación que tuvo éxito, al implementar políticas en su momento INDISPENSABLES para la modernización económica del país, acabó convirtiéndose, en cosa de un mes, de héroe a villano, dejando como sucesor a un hombre que de política entendía tan poco, que tuvo la ingenuidad (nadie habla de dolo) de aventar al país de golpe y porrazo a un pretendido escenario de democracia plena, más al estilo anglosajón qué cualquier otra cosa (la Constitución eso decía en su letra, pero la REALPOLITIK, muy lejos estaba de).

– Otro error fue el de Miguel de la Madrid en permitir la escisión de su partido, no evitarla vaya. Ese hecho agitó las aguas sociales y dejó al presidente entrante (Salinas de Gortari) bajo una innecesaria sombra de ilegitimidad. Al no haber existido el entramado institucional electoral para evitar un fraude, simplemente resultaba un despropósito el hablar de ello, allá por 1988.

– Si Manuel Camacho hubiese sido el ungido para suceder a Salinas, México se habría ahorrado todo lo que vino después, desde el asesinato del cardenal Posadas Ocampo en Guadalajara, hasta el de José Francisco Ruiz Massieu en la Ciudad de México, pasando por una muy atípica guerrilla en Chiapas, liderada por un hombre ajeno a ese estado y con gente originaria armada con rifles de palo, pasando también por el ajusticiamiento del ya candidato oficial, Luis Donaldo Colosio.

– Otro yerro fue el césar de la titularidad de la SEGOB al mítico funcionario, Don Fernando Gutiérrez Barrios, que manejaba para sí resortes y grupos sociales de importancia, desde los legales hasta los más inconfesables. ¿Pudo él ser el autor o uno de los, de toda esa agitación social y política (y luego económica) que vino después? Nunca lo sabremos, pero imposible no es; en política ese tipo de casualidades, se afirma, no existen.

– Otra falla grave fue la de ser permisivo en exceso con todo el proceso electoral rumbo al 2006, desde el ridículo proceso de desarrollo del desafuero del entonces Jefe de gobierno de la Ciudad de México hasta bombardeo de spots, que hoy son ilegales, por cierto, por radio y televisión, y aún esa guerra sucia ya desde ese año, también por Internet (miles de funcionarios federales inundaban los correos electrónicos con información sesgada); se puede hablar más de FRAUDE (en su conjunto) cuando un país tiene ya toda una serie de instituciones dedicadas a la materia electoral.

En fin, todos esos fenómenos con sus errores y consecuencias como la atomización del poder a favor de gobernadores (ahora señores feudales, qué no rinden cuentas) y presidentes municipales impresentables y muchos fenómenos más, como el aumento demoníaco de la violencia, hacen pues que el caso México, no sea un buen ejemplo de cómo un país debe pensar y llevar a cabo un proceso de transición a una democracia plena, que dé a los ciudadanos resultados tangibles en su día a día, y no inclusive al contrario.