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De Frente Y Claro | PUERTA MAR, PROYECTO QUE DAÑARÁ ZONA DE PROTECCIÓN AMBIENTAL

Nuevamente nos enteramos de un proyecto turístico más del gobierno federal, que, para variar, pone en peligro una zona de alta protección ambiental en Quintana Roo, como ya aconteció con el trenecito maya sin que les importe...

23 de octubre, 2025

Carlos Aguila Franco

De Frente Y Claro | PUERTA MAR, PROYECTO QUE DAÑARÁ ZONA DE PROTECCIÓN AMBIENTAL

El tema lo conocimos por lo publicado en El Financiero el 22 de octubre del 2025, y como lo señalé, se suma a la lista de proyectos que al parecer no les preocupa continuar destruyendo zonas de protección ambiental, como lo es en este caso la reserva de Sian Kaán en el estado de Quintana Roo a quien dañara con un impacto potencialmente mayor, el proyecto llamado Puerta Mar.

Resultando que Puerta Mar, es un complejo que promueven el gobierno federal y el estatal para ser uno de los principales polos de atracción de visitantes que se engloba en el autollamado megaproyecto ferroviario del Tren Maya.

Lo grave y complicado de este proyecto, es que originalmente tenía contemplado para su creación, ampliar un camino que se adentrara en la selva y llegara a la costa del Caribe, para lo cual tendría que cruzar una zona denominada de alta protección ambiental, y su extraordinaria riqueza natural correría el peligro de que se dañara severamente por las obras.

Puerta Mar incluiría una zona de camastros, playa artificial, palapas, distribuido todo en 6 mil metros cuadrados, entre otras obras, para construir un centro turístico masivo, que costaría alrededor de 175 mil millones de pesos.

Llevar a cabo para ello el ensanchamiento de la vereda, fue lo que usó como argumento el gobierno y dar inicio a la obra, la que CASUALMENTE se la adjudicaron a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Inicialmente se había planteado un camino artesanal de 57 kilómetros, que conectaría al municipio de Felipe Carrillo Puerto, la estación del Tren Maya y el mar, culminando como un desarrollo turístico.

Es por ello, que los habitantes de Felipe Carrillo Puerto y de la Colonia de Pescadores en Punta Allen, han manifestado su desacuerdo con la obra: Ante lo cual, el 15 de octubre del 2025, denunciaron los daños que han ocasionado en los manglares, así como externar su total rechazo a ese proyecto, durante la sesión informativa con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Y como algo que durante la nefasta administración de López se convirtió en “normal” o “cotidiano”, el proyecto se inició sin los permisos ambientales y sin la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Y de acuerdo a lo externado por autoridades del gobierno de Quintana Roo, el proyecto les implicará 600 millones de pesos en inversión.

Y así sin importarles un cacahuate partido por la mitad, cumplir con los permisos legales, en el transcurso de poco más de un año, el ejército desmontó mangle para ensanchar el camino, colocando una plancha de cemento, rompiendo el equilibrio ambiental de la zona.

Ante ello, Gabriela Lee, codirectora de TerraVida, Asociación ambiental y legal que acompaña jurídicamente a los pobladores, aseveró que ya construyeron el muelle, siendo visible el corte del mangle, quitaron vegetación, viéndose la destrucción, así como una especie de pasos de fauna que no cumplen con los criterios.

Es por ello que los pobladores de la zona le piden al gobierno no otorgar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) al ejército para que continúen con las obras, las cuales se han suspendido en tanto se lleva a cabo el proceso señalado en la legislación ambiental.

El gobierno ha presentado el estudio ambiental que ya fue discutido y que está en proceso de ser analizado por la autoridad. Y podría ser aceptado como fue propuesto, aprobado con reservas o rechazado.

Los pobladores de esa zona, protestan y la rechazan, porque las actividades turísticas en la ‘Puerta al Mar’ podrían ser el comienzo de más desarrollos masivos, los que pondrían en mayor peligro el equilibrio de la reserva de Sian Ka’an, La cual ha sido cuidada por su riqueza ambiental desde mediados de los años 80, cuando fue incluida como Área Natural Protegida.

Asimismo, argumentan que la MIA también debe ser negada, porque está a unos cuantos kilómetros, de Tulum, donde el ejército tomó el Parque del Jaguar, privatizando por completo el acceso, y afectando la llegada de turistas, que han tenido que optar por opciones menos costosas para entrar a la playa.

Un grave problema más es que la llegada de militares no solo como constructores y gestores de los proyectos turísticos en el sureste, ha ocasionado que la participación de las comunidades sea cada vez menor cuando se trata de defender ante personal militar los territorios. Presentándose así un boom de militares que ejecutan la obra y participan en los diálogos con la población, se encargan del turismo y existe una tendencia de iniciar los proyectos sin los permisos ambientales, agregó la codirectora de TerraVida.

Grave y preocupante lo que sucede en esta zona de Quintana Roo, donde como bien señalan los pobladores las zonas afectadas con este proyecto, sigue al igual que con López, darle los proyectos al Ejército y que los lleven a cabo sin los permisos legales. ¿Esa es la continuidad del segundo piso de la 4-T? ¿Usted qué piensa, estimado lector?