Uno de los posibles problemas graves que México tendría que enfrentar a partir del próximo 20 de enero del 2025, fecha en que Donald Trump iniciará su segundo periodo como presidente de los Estados Unidos, será el de la deportación masiva.
El esperado 20 de enero, que Trump lo ha calificado como “El Día de la Liberación en Estados Unidos”, marcará el comienzo de una nueva era, y si bien él afirma que lo hará en beneficio de su país, hay posibilidades no solamente de crear conflictos internos, sino obviamente a nivel internacional.
El tema de la inmigración es muy preocupante. Trump ha amenazado con una deportación masiva, ya que, para él, los migrantes han llevado a cabo una invasión a los Estados Unidos, considerando así a los que han entrado sin tener una visa, acusándolos de envenenar la sangre del país, y por ello los deportará. Y pretende terminar con el derecho de obtener la ciudadanía por nacimiento, al considerarlo ridículo.
Se calcula que aproximadamente 11 millones de personas están ilegalmente en Estados Unidos, de acuerdo a cifras del 2022. Trump pretende para poner fin a esa situación, declarando estado de emergencia nacional a partir de que asuma su cargo de presidente y movilizar al ejército.
Ante lo que podría acontecer después del 20 de enero del 2025, en México si se dan estas deportaciones masivas, debería tener al gobierno en alerta, ya que la llegada de esos migrantes ocasionará problemas que se pueden tornar en graves. Por ello es importante analizar qué pasaría y que habría que hacer, si eso sucede. El primer punto en analizar es dónde los colocarían si llegan y de manera masiva.
Supuestamente para ello estarían los albergues de migrantes, como un primer punto, pero todo dependería de cuántos lleguen, dado que la capacidad de cada albergue varía y no son tan grandes como para recibir a un gran número que llegara así de golpe.
Y como en el caso de los albergues de migrantes en el estado de Tamaulipas, que por razones obvias ya deberían estar en alerta, pero acorde a lo publicado por Latinus el 13 de enero del 2025, esos albergues podrían ser insuficientes de acuerdo al número que llegue, e inclusive, habría la posibilidad de que se colapse la infraestructura actual en la frontera.
Si bien los refugios en este estado pueden recibir máximo hasta 5 mil 250 personas, si Trump cumple su amenaza, llegarán muchos más de esa capacidad. Es por ello que las autoridades estatales analizan el improvisar refugios en parques, plazas, estacionamientos o deportivos.
Considerando por razón natural que estados, municipios, ciudades de nuestro país no están preparados para recibir una deportación masiva, al hacer Latinus un recorrido por los tres municipios fronterizos de Tamaulipas con los Estados Unidos, Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, en los que existen organizaciones no gubernamentales que apoyan a los migrantes, estos advirtieron que no tienen la suficiente infraestructura que permita atender a los miles de deportados que pueden llegar a esta entidad.
Como en el caso del Albergue Pumarejo, que no tiene las instalaciones que se requieren para recibir a un gran número, su capacidad es de máximo 3 mil personas.
Raymundo Ramos, activista y defensor de los derechos humanos en Tamaulipas, señaló que las autoridades no han dado a conocer un plan integral, que permita hacer frente a esa posible deportación masiva, que será no únicamente de miles de mexicanos, sino también de migrantes ilegales de otras nacionalidades.
De acuerdo a datos del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, el estado recibió más de 247 mil deportados en el primer periodo presidencial de Donald Trump, cifra 12 por ciento mayor a los recibidos con Joe Biden, que fueron alrededor de 191 mil ilegales.
Siendo los números totales de deportados, con Trump, 1.5 millones de migrantes bajo proceso judicial, en tanto con Biden 1.4 millones.
Este es el panorama en Tamaulipas, ante la posible llegada masiva de migrantes deportados, para los que tiene once centros de atención de migrantes, a cargo del estado, municipios, así como de organizaciones civiles o religiosas.
La gran duda es, si esto pasa en Tamaulipas, como estarán los otros estados fronterizos de México para hacer frente a este gran y preocupante problema de migración masiva.
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