Esta semana nos gustó para violar compromisos internacionales. Como El Licenciado, nuestro faro y guía primero dice y después se desdice en materia nacional e internacional, resulta que el TMEC, el cual con tanto bombo y platillo no solo firmó sino también festejó y presumió, hoy resulta que es algo deleznable que hay que desechar. Aún y cuando uno de sus abajofirmantes sea ni más ni menos que Estados Unidos, nuestro mayor socio comercial. Y si a Biden y Trudeau no les parece, ahí estará El Supremo para ejercer sus sobrados dotes diplomáticos poniendo a Chico Che a todo volumen. Eso sí, desde la patria porque en EEUU la cosa es muy diferente.
En las cada vez más áridas tierras de Fosfo León, hemos podido observar a Samuel tomando cartas en el asunto y dedicando su valioso tiempo a ponerse a recorrer cada tramo de la sierra neolonesa en busca del más mínimo, tímido arroyuelo. Y en efecto, en estos días encontró uno. Hasta parte de su gabinete estuvo allí para dar fe y legalidad de tan importante hallazgo que requiere llevar unas mangueras para mover el preciado líquido a donde sea requerido. Ahora bien, si el charco no es la solución esperada y al más puro estilo de El Timonel Nacional, Samuelito ya dijo que la culpa la tienen los empresarios rapaces que producen Coca Colas y Cervezas y que sin estos, los regios podrán bañarse con normalidad, aunque tomando un vaso de agüita de Jamaica en vez de neoliberales refrescos. Sin duda un visionario el gobernador del Nuevo Nuevo León.
Ahora que la construcción del Tren Maya fue declarada un asunto de seguridad nacional (sea lo que sea que esto signifique), ésta pasó a estar bajo la siempre atenta y servicial mirada de la Secretaría de Gobernación. Y claro que la SEGOB tiene conocimiento pleno de trenes, medio ambiente y del impacto en los manglares que atraviesa, no vaya usted a creer que todo es un capricho del Supremo. Al final, la ley no debe ser jamás un obstáculo para el gobierno, lo es sólo para los ciudadanos de a pie, de modo que El Tren Maya avanza y arrasa, sin preocupación alguna.
Siendo que Mitofsky ya arrancó con sus encuestas para conocer a los suspirantes de cara al 2024 que mayor o menor preferencia tienen entre la ciudadanía, varios nombres vuelven a sonar y otros se incorporan al listado. A usted, estimado lector, ¿quién le gusta para subirse a la carrera presidencial? ¿Claudia (la ciudad se me cae a pedazos) Sheinbaum? ¿Marcelo (el multiusos) Ebrard? ¿El Fosfo Gobernador, Samuel García? ¿Colosito? ¿El góber de Jalisco, Enrique Alfaro? ¿Ricardo Monreal? Deje su comentario abajo y nos leemos la semana entrante.
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