La confianza es la nueva moneda de la economía

Los que me han leído en este espacio los últimos años saben que estas pequeñas colaboraciones son reflexiones sobre economía.

19 de septiembre, 2018

Los que me han leído en este espacio los últimos años saben que estas pequeñas colaboraciones son reflexiones sobre economía. Hablo de la economía de los simples mortales. La economía que vivimos tú y yo todos los días en las calles de este hermoso país. Lo importante es que son mis propias reflexiones apoyadas algunas veces con datos otras veces, mis ideas guajiras.

Amo compartirlas porque me sirven para abrir mi panorama y me encantaría crecer junto con los atrevidos que se toman el tiempo de leerlas. Ojalá me puedan criticar, puedan opinar y debatir conmigo estas ideas. Nos podemos ver por twitter en @MarijoCodesal.

He estado reflexionando mucho sobre la confianza. De ahí el título de esta colaboración.  Y por lo que veo, escucho y siento en el ambiente, es que urge crecer en la misma. Hemos dejado de confiar en las instituciones, pero nos urge confiar unos en otros. Por eso la economía colaborativa cada vez crece más y, a través de ella podemos descubrir otras personas que comparten nuestros gustos, intereses y demás.

¿Qué es la economía colaborativa?

Vamos por partes. Es importante entender este concepto.

El término, economía colaborativa (sharing economy) es bastante nuevo. Surge cuando la tecnología y las redes sociales permiten una relación entre personas desconocidas que pueden compartir (prestado o rentado) un bien para beneficio de ambos.

Como un taladro, que para hacer un solo hoyo en la pared y colgar un cuadro, conviene más rentarlo o pedirlo prestado que comprarlo y no volverlo a utilizar más.

Esta idea proporcionaba un beneficio inmediato al resolver un problema con el ahorro de la compra. Como cuando tenemos parientes que vienen a visitarnos y, en lugar de pagar hotel, caen a tu sillón.

Estas situaciones abrieron interrogantes…¿Si puede caer mi primo a la casa, podría caer un extraño y cobrarle por eso?

El mejor aprovechamiento de los recursos apareció como ganancia secundaria. Si tengo mi coche y hago la misma ruta todas las mañanas… ¿no podría hacer “ronda” con extraños y cobrar por ello?

Y como por generación espontánea comenzaron a aparecer modelos de negocios como Uber, Airbnb, Blablacar, Spotify y muchos otros que ofrecen el ahorro y beneficio implícito además del mejor uso de los recursos para ambas partes.

En estos modelos alguien posee algún recurso y otras personas podemos hacer uso de ellos en determinadas circunstancias. La economía colaborativa permite un consumo más razonable de todos los recursos también porque nuestro consumismo irresponsable ya no es sostenible por mucho tiempo más. Al ser un sistema económicamente social (aunque sea pleonasmo), sucede que los recursos subutilizados pueden tener un máximo de aprovechamiento en formas y escalas que nunca se habían visto.

Con una base netamente tecnológica, la economía colaborativa adquiere forma y permite la comunicación entre desconocidos a través de páginas web y apps.

La idea es que iniciar procesos de economía colaborativa, en muchas comunidades, incluidas las rurales, podría beneficiarte personalmente. Te permitiría ahorrar y obtener beneficios de los recursos con los que actualmente cuentas. Podrías convertirte en microempresario. Tener algún ingreso adicional con el cual salir de deudas, ahorrar o invertir.

Pero el truco de este nuevo modelo económico es la confianza. Cuando buscas rentar un Airbnb en alguna playa, los comentarios de los que previamente se han hospedados son lo que finalmente te harán decidir si lo tomas o lo dejas.  El consumo colaborativo ha permitido crear relaciones de confianza entre extraños con beneficio para ambas partes.

Es por eso que con tan mala reputación últimamente Uber está tronando. Porque ya no hay confianza. Un tip para mujeres –Descarga Laudrive, un servicio de taxi operado y usado solo por mujeres-.

La confianza se vuelve el único y más imprescindible ingrediente para que estos modelos funcionen. El truco está en construir confianza entre dos personas que no se conocen. ¿Cómo? Pues de la forma que se te ocurra, no hay límite para la creatividad. Son oportunidades de negocios. Lo que ya hemos visto es que los comentarios y la reputación de los servicios es fundamental. Sin ello no hay confianza y, por tanto, no hay ganancia.

El corazón de la economía colaborativa está en las personas, por eso decía que hemos dejado de confiar en las instituciones, pero nos urge confiar unos en los otros, tanto que estamos inventando maneras de hacerlo. Estamos más conscientes ahora que queremos dejar atrás modelos de negocios jerárquicos, anquilosados y rígidos para crear nuevos modelos en los qué tiremos la pirinola y diga: todos ganan. 

Por eso, en todas partes del mundo hay brotes de economías colaborativas en todas las escalas. Y estos modelos pueden replicarse en muchos lugares del mundo a la vez gracias a la tecnología.

Yo tengo mis historias personales, súper enriquecedoras. ¿Y si creas las tuyas?

Para los que son devora libros (o devora información como yo), hay un plática en TED en la que Rachel Botsman describe, de manera increíble esto que en breves líneas les platico.  Está en inglés, pero pueden poner subtítulos en español.

Economía colaborativa en México.

México ha replicado muchos modelos como Airbnb y Uber. Otros espacios de economía colaborativa son los Crowdfunding y los espacios de P2P Lending.

Uno ejemplo interesante es Kubo Financiero. Ellos fomentan el desarrollo de proyectos mexicanos fondeados por mexicanos. Los que quieren invertir son prestamistas de los que necesitan dinero para desarrollar sus proyectos y alcanzar sus metas. Puedes ahorrar e invertir ayudando a tus compatriotas. Hay historias de lo más emocionantes. Te invito a que los conozcas.

¿Has pensado en alguna idea que quisieras desarrollar aprovechando los modelos de la economía colaborativa? Recuerda que podemos continuar esta conversación por las redes sociales.

No dudes en consultarme tus dudas, en enviarme preguntas a mi correo o a través de Twitter en @MarijoCodesal. Estoy siempre dispuesta a platicar y acompañarte en la toma de decisiones y acciones para mejorar la relación con tu dinero y hacerlo crecer.

Si te interesa prepararte más escríbeme un correo y trabajemos juntos.

Y no te pierdas de aprender un poquito más cada 15 días en Ruiz Healy Times.

¡A saber más! Que nadie se beneficia de esto más que tú.

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