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¿Y la cultura, Apá?

“La acepté porque me entusiasma y siento una gran alegría de trabajar por mi ciudad..."

21 de febrero, 2017

Luisa Ruiz

“La acepté porque me entusiasma y siento una gran alegría de trabajar por mi ciudad. He tenido la oportunidad de trabajar en proyectos culturales fuera de Tijuana y he podido conocer y aprender otras formas de promover el arte y la cultura y me gustaría mucho traer esa experiencia que he aprendido fuera a la ciudad”. Dijo Haydé Zavala en una entrevista para el semanario Zeta

— ¿En qué condiciones encuentras al IMAC?

“Pues hay mucho trabajo por hacer, veo que es necesario impulsar programaciones de actividades artísticas de manera muy inmediata, que es necesario también establecer de forma urgente el diálogo con los artistas”.

— ¿De cuánto será el presupuesto para 2017 para el IMAC?

“Entiendo que tenemos aproximadamente un subsidio estatal de 23 millones de pesos con una meta de recursos autogenerados de cerca de 8 millones”.

“Que tus palabras, siempre sean dulces por si un día te las tienes que tragar” reza el dicho. Vamos a empezar con cucharaditas, para que no se ahogue nadie.

A partir del primero de diciembre de 2017, la Casa de Cultura Playas en Tijuana, volvió a vivir la incertidumbre que conoció en su nacimiento, tanto, que el 10 de febrero de 2017, la ética, la congruencia y la honestidad, firmaron una renuncia irrevocable a la Coordinación de Casa de Cultura Playas. Se aplaude la decisión de Denisse Carrizoza, quien prefirió quedarse sin trabajo, antes de seguir montada en un tren sin locomotora en el que viaja la incongruencia, los favores y la prepotencia; a partir de esta renuncia, la directora de IMAC, Haydé Zavala, anuncia que trabaja y hace cambios en el menesteroso Instituto retribuyendo los favores que tenía pendientes la Administración Municipal.

Solo ha hecho cambios y los anuncios no han sido informados por ella públicamente, son otros los medios que informan. Y #sepantodos que nadie sabe con precisión qué hacen en IMAC y #sepantodos que las adjudicaciones directas que se han dado, no son del acuerdo total de la población artística.

No se trata de andar echando pleito a diestra y siniestra. Si los funcionarios impuestos o designados fueran productivos, incluyentes, trabajadores y honestos, nadie se exasperaría. El problema radica en que, no son personajes que lleguen a subirse a los autos en marcha, se distinguen por querer precisamente, detener la marcha y aplastar a los que ya van andando y eso es lo que provoca que la denuncia ciudadana tenga rostro de pleito y grilla.

Ante el anuncio de que Rodolfo Álvarez, tomaba posesión de la Coordinación de la Casa de Cultura Playas, sin informarme, sin investigar quién y de dónde venía el Sr. Álvarez, quise ir a ver qué se siente su presencia, quise ver si su expresión tenía ánimo y emoción por su nuevo puesto. Y no, las palabras de Rodolfo, suenan y son iguales a cualquier persona amañada que solo sabe cobrar.

Entre otras cosas que platiqué con Rodolfo, le cuestioné aspectos de importancia que afectan a la comunidad cultural de Playas. Para empezar, el señor no vive en ésta área, no conoce a la gente, no sabe quiénes son los artistas que han apoyado a este recinto cultural. Le pregunté acerca de su plan de trabajo y contestó: “En eso estoy, ya verás. Vamos con calma”. Es precisamente, la calma, lo que está matando al IMAC -le dije- el que sabe, sabe y no viene a improvisar, no hay tiempo para aprendices. Esta casa no es tuya, es de una comunidad muy grande que la ha mantenido en movimiento. Quiero conocer tu plan de trabajo, repetí. No hubo respuesta, en su lugar, una sonrisita de aturdimiento.

No es cuestión de darle o no, una oportunidad al Sr. Álvarez o a todos los que se han nombrado, no se trata de desprestigiar el nombre que puedan tener, no es cuestión de criticar, se trata de vigilar qué hacen y para dónde mueven la acción cultural de la comunidad. Se trata de incomodarlos para que respondan, mantengan y sobre todo, que amen los recintos culturales.

Le insistí a Rodolfo Álvarez, que me platicara su plan de trabajo, y como no sabe, le dije que le daba ocho días, haciendo énfasis, OCHO días y prometí regresar para enterarme de los avances y por supuesto, el plan de trabajo específico y detallado de su función. La Casa de la Cultura Playas camina, no es momento de detenerla y dejar que se llene, otra vez, de tumbas, silencios y polvo.

Publica el presidente municipal insistentemente en sus redes sociales, con la etiqueta #sepantodos, ahora ya lo sabe don Patas, queremos saber.

Y no se enoje nadie, la cultura también es aceptación, humildad, persistencia y el que se enoja, pierde.

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