Existen instancias, organizaciones e instituciones de gobierno que se encargan del desarrollo de los internos en las penitenciarías, existe también, dentro de estos grupos dedicados a la población carcelaria, el Patronato para liberados.
En Tijuana, desde 2011 hasta el 23 de abril de 2015, el Patronato trabajó de la mano de todos los encargados de la reinserción de los internos. Los programas y actividades eran constantes dentro y fuera de la penitenciaría y estuvieron respaldados por el Patronato; las actividades culturales, deportivas, académicas, artísticas, de oficio y religiosas tuvieron representación del Patronato en todo momento. Los internos y sus familias tenían la información precisa y actualizada de las actividades, servicios y beneficios que ofrece, al momento de su liberación este organismo.
Hay muchas incongruencias en la función del Patronato que no se veían claramente hasta que la presidencia cambió de manos el 24 de abril del año pasado, la recibe un Chef de profesión que no tiene tiempo para atender su función como Presidente, que no asiste a los eventos o a las reuniones de Consejo, que no contesta llamadas concernientes al Patronato, que está atendiendo su oficina en Canacintra, que también preside. La realidad es que no tomó en serio la importante designación que aceptó, protestó y prometió cumplir; el Patronato parece desaparecer, se nubla el ejercicio de los consejeros que, siendo puestos y nombramientos honorarios y ninguno cobra por ello, todos brillan por su ausencia, ni página de redes sociales tiene y eso, en estos tiempos, es el colmo.
La Institución Renace, solidaridad y justicia, apunta en su misión: “Renace trabaja por la mejora continua de la justicia penal en México, para garantizar el respeto a los derechos de víctimas y acusados, a través de la participación de la sociedad civil en acciones que favorezcan la reinserción social y la seguridad pública” Y además “Trabaja con los internos próximos a cumplir su condena en torno a cinco directrices: Entorno social, educativo, laboral, familiar y comunitario, no asegura bajar el índice de reincidencia, propone una mejora íntegra y social”
Entonces, si Renace y Patronato, básicamente trabajan para lo mismo ¿por qué sigue habiendo tanto liberado sin preparación para enfrentar la vida en sociedad? ¿Por qué sigue habiendo reincidencia en el delincuente?
En Baja California, el Patronato no tiene actualizada su documentación. El último decreto publicado es de 1997 y según se muestra con el título: Patronato PRE liberados, que, en Tijuana de pronto empezó a funcionar como Patronato PARA liberados. No hay un documento que avale este cambio.
En la función de PARA, el presupuesto designado se utiliza en boletos de autobús y/o avión para regresar a los liberados a sus lugares de origen, el resto del recurso se dedica a regalar y regalar cosas a las familias de los liberados, a la organización de fiestas, desayunos y demás actos sociales dedicados a las familias y a veces a los liberados.
De acuerdo a los decretos actualizados en otros Estados, la mayoría de los patronatos funcionan como PRE-liberados y dentro de sus estatutos y obligaciones están, la de aportar herramientas específicas para el desarrollo de un oficio y/o la preparación para un empleo, así como la difusión, promoción y venta de los artículos hechos por los internos.
El Consejo de los Patronatos debe estar integrado por profesionales en todas las ramas de la actividad económica y son fundamentales para instruir y educar a los internos próximos a ser liberados de manera que se aseguren a sí mismos, un empleo o la posibilidad de emprender un negocio que inicia a partir de los microcréditos que otorga el Patronato.
Muchos de los programas que ofrecen los diferentes organismos parecen más actividades de entretenimiento y no programas integrales para que los internos sepan lo que harán cuando salgan; muchos tienen miedo de salir porque no están preparados o, en su mayoría mujeres, no quieren salir porque las familias las abandonaron, esto es la principal causa de reincidencia.
Existen muchos internos que adquieren un alto nivel de raciocinio y análisis y aun cuando esto es una herramienta útil para funcionar en la sociedad, es necesaria la preparación en un oficio o la oportunidad de empleo y eso es parte de las obligaciones en el documento que marca en, PRE liberados.
Los patronatos no hacen mucho ruido ni sobresalen porque ninguno de sus integrantes cobra un salario y pertenecer al Consejo solo les da cierto status; lo que no han pensado es que, ese delincuente sin preparación, al que no atendieron, pudiera en algún momento, ser su vecino cuando obtenga la libertad.
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