El 5 de noviembre de 1982 Colombia declina por no contar con la infraestructura necesaria y el 20 de mayo de 1983 es designado México como Sede para la realización del Mundial de futbol de 1986. Aun cuando era casi una insolencia tener una fiesta mundial en tierras mexicanas pasado el terremoto de 1985, la Copa del Mundo se realiza con la emotividad y la alegría que caracteriza al mexicano, a pesar de todo. La fiesta futbolera destacó de muchas formas, hasta hoy, una de las mejores y la que más gratos recuerdos dejó.
Cada uno tiene sus remembranzas, sus anécdotas, algunas son del recuerdo popular. Se dice México 86 y se dibuja en la mente el balón uniendo al mundo, Pique, la mascota y la aparente simpleza del logotipo que anunciaban la capacidad, nada simple, que México mostró al mundo; desde la inauguración que fue pionera en la digitalización de las imágenes en la cancha y el recorrido que hace el hombre-águila sobrevolando la República mostrando las bellezas del país, lo que hoy haría un dron. Las siluetas en los lugares prehistóricos, los atletas que representaron la fuerza y el poderío de la sangre azteca corriendo por las zonas arqueológicas hasta llegar al estadio.
La Selección Nacional canta. La divertida grabación de dos canciones en un disco de 45 revoluciones que fue vendido y lo recaudado se entregó como ayuda para los damnificados del terremoto. Los jugadores expusieron sus dotes de cantantes, ya en coro no se notaban los desentonados -casi todos- esto no importaba porque El equipo Tricolor y La Ola Verde, suenan a esa marcha que a todos hacen cantar, bailar y aplaudir hacen pues, que el corazón se hinche de orgullo y nostalgia.
Como réplica, agradecimiento y amistad, la Selección de Alemania manda un mensaje a los mexicanos por medio de su canción, grabada también en un estudio titulada México mi amor que tiene una letra tan sencilla como poética y hermosa.
Dentro de las anécdotas que recuerdo, en el partido México-Bélgica el sonido del estadio azteca falló, después dijo Melquiades Sánchez que la luz se había ido o que había habido “mano negra”, el caso es que les avisaron a los equipos que iniciaran el partido sin himnos previos; solo que la afición no lo permitió y cantaron a capela el Himno Nacional, se tenía que estar muerto para no sentir las gargantas del estadio entonándolo.
Después de la rechifla y el abucheo que le “otorgó” el público a Miguel de Madrid, por primera vez sonaba el Himno y retumbaban los cañones inaugurando la justa mundialista; ya no se supo si las lágrimas del Presidente fueron de rabia por la rechifla, porque el pueblo mexicano le apachurró el corazón o porque no pudo sentirse parte de su gente.
Afuera de los estadios, en las calles y restaurantes había cantidades impresionantes de extranjeros ondeando la bandera mexicana, la llevaban como si fuera boleto de entrada a cualquier lugar, no solo los anfitriones se sentían orgullosos de su bandera, hicieron que la visita se sintiera igual
¿Más canciones? Los asistentes al partido México-Alemania inventaron la más cómica y efectiva cuando, en el segundo tiempo del partido, le exigieron a Bora Milutinović que metiera a Francisco Javier “El abuelo” Cruz a la cancha por medio del genial invento: Sacaremos al abuelo de la banca, Sacaremos al abuelo de la banca, si estaba en los planes de Bora, coincidió, si no, obedeció a la afición. Aún me pregunto cómo en un lugar tan grande 100,000 personas logran ponerse de acuerdo sin teléfonos, a lo más que podían aspirar era un “walkie talkie” y nadie llevaba uno.
Y bueno, para no dejarla fuera, Mar Castro, la Chiquiti Bum que causó revuelo cuando apareció bailando a manera de porrista. Y la cancioncita pegajosa Siquiti bum de Nacho Golacho para el comercial de cerveza, no puede ser recordada o cantada sin ver a la Chica sensación de las tribunas.
Muchos jugadores tuvieron su momento y su gloria, los grandes goles y las mejores jugadas tuvieron nombre, hazañas que los colocaron en la historia de los mundiales. El grandioso gol de media tijera de Manuel Negrete en el partido contra Bulgaria, lo coloca como uno de los mejores goles, dijo Negrete años después: "Lo que haces en un Mundial queda en la memoria de todos” y Félix Cruz Barbosa, que inició la jugada ha dicho: “cada vez que veo a Negrete le digo: Me debes ese gol, cabrón". El partido Brasil-Francia me parece, fue el mejor del mundial.
Dentro de las vergüenzas, confusiones y malos ratos, se recuerda “la mano de Dios” calificado como El Gol del Siglo y que también, años después Maradona confesara “Qué mano de Dios, ¡fue la mano del Diego!” y en su segundo gol contra Inglaterra hace la jugada más famosa de la historia de los Mundiales. El autogol del francés Bruno Bellone que sucede después de que el balón rebotara en el cuerpo del portero Carlos Gallo en el partido Brasil-Francia. Por su parte José Batista se lleva a casa la etiqueta del primer jugador expulsado a los 56 segundos de un partido. Así como Cayetano Re, técnico de Paraguay que lleva la suya, por ser el primer técnico expulsado de la cancha por protestarle continuamente al árbitro.
Los recuerdos y anécdotas de ustedes completarán la historia conmemorando los 30 años de ese evento que no ha perdido su sabor. ¿En dónde andan los integrantes de esa Selección? Lo que sea que estén haciendo y en donde quiera que se encuentren, sabrán, que los recordamos bien.
- El equipo Tricolor
- La ola verde
- México, Mi amor
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