Tanto puede fascinar el misterio que hay en las ruinas y en el abandono de un lugar, que nacen leyendas románticas o de terror que se ajustan según el espacio y sus alrededores. Las carreteras, las iglesias, los hospitales o casas alejadas de la civilización, son todas objeto de la especulación y la curiosidad.
A muchos lugares se los come el tiempo y desaparecen reduciéndose una montaña de escombros, otros, se convierten en museos públicos y acaban destruidos también, los pocos que son rescatados sugieren una suerte de conveniencia, especialmente para los gobiernos.
No sucede con la antigua Fábrica San Pedro ubicada en Uruapan, Michoacán. Esta hacienda del siglo XIX construida entre 1892 y 1894 por los hermanos Hurtado y Espinoza, funcionó como fábrica textil que alcanzó su auge en 1904 y 1905; después, cayó por falta de insumos mientras la textilera, “El Paraíso” ganaba terreno por haber obtenido una dispensa de impuestos por parte del gobierno y permisos para importar su maquinaria.
La Fábrica San Pedro tuvo problemas con la producción y con los empleados que se levantaron en huelga más de una vez, exigían mejores salarios o reducción de la jornada laboral. Los propietarios dejaron la fábrica en manos de los obreros a manera de cooperativa misma que los trabajadores no supieron manejar, el cierre de la textilera fue inminente.
En 1954, Walter y Bundy Illsley fundan “Telares Uruapan” y en 1956 compran la propiedad y la fábrica retoma su desarrollo hasta la fecha y opera, además de algunas las modernidades agregadas, en su mayoría con la maquinaria original. Walter y Bundy, con el apoyo del General Lázaro Cárdenas, se establecen legalmente en Uruapan. Con el paso del tiempo, el apoyo del gobierno fue siendo cada vez menor, sin embargo, los esfuerzos de la pareja Illsley no se detuvieron; además del trabajo en la fábrica, fueron impulsores importantes en la cultura y arte de la región.
Durante el tiempo de abandono textil, es espacio de las bodegas, que una vez resguardaron la materia prima y otros insumos, funcionaron como Cárcel Municipal de Uruapan de 1970 a 1985; en estos mismos años, también fue escenario de un par de películas. A la fecha, la hacienda está dividida en dos partes: una, que sigue siendo fábrica de telas y la otra, adaptada como Centro de Convenciones y eventos sociales.
Y el arte y la cultura siguen siendo parte esencial de este espacio. El movimiento y la majestuosidad de la construcción, son motivo de inspiración para los habitantes y, fue mayor la inspiración y el motivo de un artista originario de Uruapan quien eligió, muchos años atrás, dejar la ciudad para seguir su sueño y desarrollar su talento, el artista regresa: Javier Marín, vuelve acompañado de sus monumentales esculturas.
Por iniciativa de Pro U, la Fábrica San Pedro, un grupo de ciudadanos y el apoyo de la Fundación Javier Marín, se monta una exposición colectiva de cinco artistas. Una exhibición del pueblo y para el pueblo, sin apoyo de ninguna instancia de gobierno. Son todas, obras que tienen la característica principal de ser creadas con elementos orgánicos, naturales y de la tierra: resina, barro, hojas de tabaco, semillas, pétalos, carbón, estambre, yeso, diferentes tipos de madera y hoja de plata.
“Anillos Concéntricos” reúne, en un lugar de historia, las obras de los mexicanos Javier Marín, Héctor Velázquez y Paloma Torres; Hiyoto Ota, de Japón; Pablo Boneu de Argentina y Aron Demetz de Italia. Cada uno, con valiosas aportaciones que combinan armónicamente entre sí con la hacienda, el tiempo y el espacio.
La historia de la hacienda, su supervivencia como textilera, como cárcel, como escenario de películas, la pasión con que se mantiene activa y la intervención de los artistas, son razones de suficientes para ir a tocar la historia, el misterio y la cultura. En ese lugar, no hay abandonos, no hay leyendas. Hay realidades, esfuerzos ciudadanos, fuentes de empleo, artesanías y hasta el 2 de julio, las obras de arte en exposición.
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Referencias
http://www.culturayrs.org.mx/revista/num3/Perez.html
https://www.uv.mx/universo/385/reportaje/reportaje.htm
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