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Delincuencia Cruzada

La situación que se vive en Tijuana pasó ya, por todos los estados emocionales posibles.

16 de junio, 2017

Luisa Ruiz

La situación que se vive en Tijuana pasó ya, por todos los estados emocionales posibles. Se ha rebasado la estratosférica cifra de 600 asesinatos en la vía pública, incluyendo niños, en lo que va de la administración de Juan Manuel Gastélum, El Patas, que a patadas y sin piedad, ha tratado a la ciudad.

El primero de diciembre de 2016, al tomar protesta como presidente municipal, El Patas dijo: “Sepan Todos, en mi gobierno se viene a trabajar y a brindar resultados para todos los tijuanenses y la transparencia será mi eje central”, al final de su discurso, agradeció: “por asistir al día más anhelado de cualquier ciudadano, el de ser Presidente Municipal” y agregó: “No voy a fallar y que Viva Tijuana siempre”

Sin más que decir, su discurso barato no ha sido ejercido, todas las promesas de campaña están en uno de esos cajones que tienen la etiqueta “archivo muerto” igual, como los muertos que se riegan en las calles, todos los días, sin excepción.

En silencio gobierna El Patas y todo su gabinete, a paso lento y seguramente sin zapatos para no hacer más ruido que los delincuentes y sus balas. La violencia se disparó, como se han disparado tantas armas alrededor del país y esto, dijo Daniel de la Rosa Anaya, Secretario de Seguridad Pública del Estado de Baja California, no es peor que en 2008, dice que lo grave tiene que ver con el Nuevo Sistema de Justicia Penal, que les ha impedido retener a los detenidos en las cárceles.

Puede ser que De la Rosa Anaya tenga razón, y la prueba es que en todo México sucede lo mismo, la delincuencia ha tomado el poder, los criminales se asoman a las rejas de las penitenciarías por unas horas para después volver a las calles a terminar sus chambas o a cobrar venganza contra quienes los denunciaron. Es claro que los delincuentes conocen mejor esa reforma de ley, porque saben cuánto tiempo permanecerán detenidos.

Aun cuando Daniel De la Rosa tenga razón en este apartado, el gobierno tiene la obligación de prever este desacierto del Gobierno Federal. Si como acatan los cambios en las leyes, se hicieran responsables de las obligaciones que tienen, otro gallo nos cantaría.

Culpar es cosa de mediocres, y de eso tratan los comunicados desde el estado, “es culpa del Nuevo Sistema de Justicia. Y en el municipio, El Patas, no dice nada, él está obedeciendo con la cabeza gacha alguna orden precisa del gobernador, se calla y espera a que otros hablen. Está visto que Gastélum no tiene, ni puede tener injerencia en el tema de la delincuencia y tartamudea cuando es cuestionado. Lo mejor que se le pudo ocurrir, fue convocar a los encargados de la seguridad a una junta para llamarles la atención, y se puso ¡‘como si deveras’! la idea era grabar los regaños y hacerlos públicos, nadie creyó tal farsa.

El gobernador, Francisco “Kiko” Vega, que tiene experiencia en las graciosas huidas y sabe montarse en su vehículo en el momento que las preguntas incómodas se presentan, preguntas acerca de sus inversiones, de su avión nuevo, de sus terrenos y de la falta de transparencia durante su gestión, no había sido capaz de enfrentar las demandas de la ciudadanía Tijuanense. Así estuvo Kiko los primeros meses de gobierno de Juan Manuel Gastélum, paseando por Tijuana y brincando a San Diego, tomándose la foto de cualquier evento sin sentido, asistiendo a tomas de protesta de organismos que requieren de fotos, todo, menos acercarse a El Patas y buscar un remedio para el remedo de trabajo que están haciendo los dos.

El lunes 12, sucedió que don Kiko quiso hacerse presente y tomar la responsabilidad que había dejado en manos de su secretario de seguridad pública y Juan Manuel Gastélum, a su vez, en manos del suyo.

Vega de la Madrid, convocó a la firma de un convenio con diferentes actores sociales, empresariales y de comercio, que para organizar la “Cruzada por la Seguridad: Tarea de todos” le llamaron al plan de trabajo. Ya se sabe, cuando hace falta dinero, en el caso de la inseguridad que tambalea la ciudad, hubo necesidad primero, de dejar crecer la delincuencia al punto que fuera posible una justificación para bajar recursos. Y aparece la Cruzada, misma que se escribe en 11 páginas y que, en papel, no es otra cosa más que lo que ya se sabe que se debe hacer. Las letras, como las palabras, se las lleva el viento y a los ciudadanos que se los lleve la…

Esta firma de convenio por la Cruzada General por la Seguridad, se hizo en medio de un evento al que no le faltó nada ni nadie. Como solo es un suceso para exhibirse, no hay lugar para preguntas que los funcionarios no estén autorizados a contestar, y cuando son cuestionados, toman la salida inmediata: “estamos trabajando en eso…” lo que sea que se les pregunte, la respuesta es la misma.

La firma fue el lunes pasado, y los cadáveres siguen apareciendo en las calles. Las lonas, a manera de red social de los cárteles, siguen siendo colgadas de los puentes. Las hieleras con partes de cuerpos, las cabezas de degollados y las balaceras siguen estando a la orden del día.

Que la seguridad es tarea de todos, dice Kiko, y que en Tijuana hay gente buena, ¡pues claro! a los buenos, nos toca cuidar de nuestra propia seguridad. De los malos se encargan los gobiernos, no le saquen, ni nos avienten responsabilidades que no hemos pedido.

Si su sistema no funciona, si los delincuentes les tienen pellizcados los huesos, si los cárteles tomaron el control del gobierno, si los funcionarios se ocupan en robar y mentir, no es tarea de los ciudadanos, esa es culpa y responsabilidad de los gobernantes. La delincuencia empieza desde la oficina del gobierno, de la silla del presidente municipal y de eso señores, con todo y su cruzada, la delincuencia es tarea únicamente de ustedes.

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