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Chicuarotes

Si quienes producen los filmes que pintan realidades cotidianas son mexicanos, se vuelve obligación aplaudirlos que porque, es la realidad y se debe ver para...

2 de julio, 2019

Luisa Ruiz

Si quienes producen los filmes que pintan realidades cotidianas son mexicanos, se vuelve obligación aplaudirlos que porque, es la realidad y se debe ver para “concientizar” a la población.

En el Festival de Cine de Tijuana-que pasó sin pena ni gloria-se presentó la premier de Chicuarotes, la segunda (igual o peor que

Déficit) producción de Gael García Bernal. Una historia sin historia que es la que sucede todos los días, sin argumentos ni fundamentos, puras justificaciones. La pobreza que persiste en el país es real y los pobres, dentro de sus entornos son productivos y se atienen a lo que hay, trabajan y se sostienen; los que prefieren justificar su pobreza por falta de recursos y apoyos, se llaman vagos, flojos.

Con seguridad, los Chicuarotes de San Gregorio Atlapulco, no son todos iguales a los dos que pinta la cinta. Apuntan que es un filme que muestra “los esfuerzos de dos jóvenes por salir adelante”. Ni hay esfuerzos ni saben a qué “adelante” quieren ir. Buscan, a como dé lugar, reunir una cantidad determinada de dinero que no es para salir adelante ni para ser mejores, la quieren para conseguir una plaza en el sindicato de electricistas para cobrar y seguir su vida sin hacer nada.

No son dos los jóvenes que buscan algo, es uno y no tiene ni idea de lo que quiere ni siquiera para ser vago es bueno y el otro, es solo un compañero borrego que obedece la arriada y termina como terminan los borregos, sin lana, en el matadero y en soledad.

Las películas que tienen mensaje lo tienen y no es necesario que los actores lo expliquen en una chafa rueda de prensa después de la función. Los ajolotes que aparecen “son símbolos” dice la actriz

Leidi Gutiérrez (Las Elegidas. 2015, de David Pablos, otra basura de cinta), representan el renacer de los seres humanos y a “Sujeili”-dice la actriz-ya le habían cortado todo, decidió su propio rumbo y le crecieron las piernas; al menos en la trama, nunca se ve su “gran sufrimiento” o lo escribió por “whats”, que es una línea repetida dentro de su pobre diálogo. Augusto Mendoza, tampoco se esforzó mucho para escribir el guion porque las groserías son la presencia constante. Lo que se oye durante los 95 minutos que dura la cinta, es el burdo y corriente lenguaje social que se critica tanto.

Es muy fácil, si se necesita ver la realidad del país, con salir a la calle es suficiente. No es necesario ir al cine a ver un par de “ninis”que están siendo promovidos por un director que se queja de no tener presupuesto para la cultura. Esa película no es cultura que deba ser promovida. Sea responsable señor Gael García Bernal, la juventud lo sigue y no debe seguir aprendiendo bajezas como las que usted “orgullosamente” dirige.

Películas de este tipo reciben apoyos económicos de IMCINE, FIDECINE, FOPROCINE y de EFICINE 189 con estímulos fiscales. Por mencionar solo las de García-Luna: “Voy a explotar” (2007) de la productora Canana Films, dirigida por Gerardo Naranjo, recibió de FIDECINE $6,457,311.64; “Abel” (2009) de Diego Luna, con la productora Canana Holdings, obtuvo un apoyo de $2,000,000.00 de FIDECINE; “Miss Bala” (2010) dirigida por Gerardo Naranjo, también bajo el sello Canana Holdings, recibió $10,000,000.00 de FIDECINE y otro apoyo en 2011 de $1,500,000.00 de IMCINE; la desconocida “Cochochi” (2006) de Diego Luna, recibió $600,000.00 de IMCINE.

Después de Canana Films y Canana Holdings, los Charolastras cambian sus órdenes fiscales y crean La corriente del Golfo, nueva casa productora que tiene como directora general a Paula Amor, quien fuera coordinadora de Difusión y Relaciones Institucionales del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), de ahí que

Cinépolis haya sido el gran promotor de la basura Chicuarotes.

La corriente del Golfo, inicia producciones haciendo honor a su nombre con la corriente Chicuarotada, que en general, es una vergüenza que se exhiba como “cosa cultural” y encima la aplaudan.

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