En teoría, los impuestos tienen la función de proveer recursos al gobierno para financiar una serie de bienes y servicios en beneficio de la población. Asimismo, pueden funcionar como una herramienta para corregir problemas del ámbito económico y social cuando son correctamente diseñados e implementados. Un ejemplo es el impuesto predial, el cual se paga a nivel municipal sobre una propiedad o posesión inmobiliaria y que, además de que representa la mayor fuente de ingresos para las administraciones locales/municipales, también es útil para evitar el crecimiento urbano descontrolado, no entorpece al crecimiento económico y promueve una mayor rendición de cuentas por parte de las autoridades.
¿Qué es el impuesto predial?
El impuesto predial es un gravamen sobre la propiedad de una porción de suelo (terreno) y sobre una superficie de construcción. Para establecer la tasa del impuesto predial, es necesario tener un registro preciso, confiable y actualizado de los bienes inmuebles, de sus características físicas y de los propietarios. Dicho registro es comúnmente conocido como el catastro.[1]
Además de esto, en el catastro se encuentra el valor de las propiedades, conocido como el valor catastral, el cual es la base para calcular el impuesto predial.[2] De acuerdo con los últimos datos de la OCDE de 2013, para México la proporción de recaudación de impuesto predial respecto al PIB fue de 0.2%, muy lejos del 1.1% promedio de los países del grupo.
¿Qué beneficios tiene?
El impuesto predial fortalece las haciendas públicas de los municipios, ya que se disminuye la dependencia presupuestaria del gobierno federal que enfrentan. Incluso, de acuerdo con la ASF, los municipios dependen en un 71% de las transferencias federales[3]. Si los municipios recaudaran más y mejor el impuesto predial, su nivel de dependencia de la federación se reduciría considerablemente. Además de esto, el impuesto predial tiene otros atributos importantes como los siguientes:[4]
- Evita un crecimiento urbano descontrolado
Un buen diseño del predial evita que las urbes crezcan horizontalmente de manera descontrolada. Ello dado que puede tasarse de manera alta a los terrenos vacíos y sin acceso a servicios que suelen estar alrededor de las ciudades, por lo que se generan incentivos para que las inversiones se enfoquen en zonas ya urbanizadas.
- No afecta al crecimiento económico
Los impuestos a la propiedad son vistos como uno de los más eficientes y entre los que menos detrimento causan al crecimiento económico. De hecho, estudios de la OCDE sugieren que los impuestos a la propiedad inmueble son los menos dañinos para el crecimiento económico. El impuesto a la propiedad se diferencia de los impuestos al ingreso y corporativos, los cuales, tienden a moldear más marcadamente el comportamiento de las personas y los negocios en cuanto a sus decisiones de gasto, ahorro e inversión.
- Mejora los servicios y la cohesión entre ciudadanos y gobierno
Como todo impuesto local, se considera que cuando se fortalece su recaudación se empodera a los ciudadanos, lo cual, teóricamente debería redundar en una mejor rendición de cuentas de los gobiernos y una mejor y más eficiente provisión de servicios públicos. El impuesto predial, al ser un pago muy tangible para la población, genera una mayor sensibilidad entre la ciudadanía. En teoría, esto debería provocar que los gobiernos busquen compensar a los contribuyentes con mejores servicios.[5]
¿Qué sigue?
En vista de un panorama económico incierto como el que vivimos actualmente, así como de unas finanzas públicas con fuertes presiones para garantizar el bienestar de la población, es un momento oportuno para impulsar que los municipios rediseñan y mejoren su recaudación del impuesto predial.
[1] OCDE. Fiscal Federalism 2016. Chapter 3, Reforming the tax on immovable property. Disponible en: https://bit.ly/2RVHnjz
[2] INAFED. Guía Técnica 21. La Administración del Catastro Municipal. Disponible en: https://bit.ly/2YI9aoW
[3] https://www.asf.gob.mx/Trans/Informes/IR2016ii/Documentos/Auditorias/2016_MR-PARTICIPACIONES_a.pdf
[4] Chapter 3: Reforming the tax on immovable property en Fiscal Federalism 2016, Making Descentralization Work, OECD, disponible en https://doi.org/10.1787/9789264254053-en
[5] Local Government Taxation and Accountability in Mexico, Caroline Poschl 2015, disponible en https://bit.ly/2EelpQL
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