El jueves pasado, el Gobierno mexicano echó a andar el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, cuyo objetivo es integrar a más de dos millones de personas entre 18 y 29 años de edad que no estudian o trabajan al ámbito laboral. Con ello, la administración de Andrés Manuel López Obrador busca proveer oportunidades a estos jóvenes conocidos como ‘Ninis’, y así disuadirlos de ingresar a las filas del crimen organizado, tal y como lo prometió en su slogan de campaña “Becarios sí, Sicarios no”.
¿En qué consiste el programa?
El programa consiste en inscribir a jóvenes en programas de capacitación de hasta un año, donde podrán desarrollar habilidades necesarias para el mundo laboral y recibir una beca de 3,600 pesos mensuales. Para tener derecho a ella, los beneficiarios tendrán que atender a estos Centros de trabajo entre 5 y 8 horas diarias por 5 días a la semana.
Allí recibirán capacitaciones por parte de las empresas, instituciones de gobierno u organizaciones civiles que participen en el programa y que ofrezcan habilidades compatibles con los intereses de los jóvenes. Además de la beca, también serán inscritos a un seguro médico del IMSS y al concluir su periodo, recibirán una constancia y seguimiento por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Preocupaciones principales
Si bien este programa de 44 mil millones de pesos tiene un objetivo loable, existen varios problemas de implementación que podrían mermar su éxito. Empezando por un arranque apresurado, ya que el gobierno realizó el censo de posibles beneficiarios todavía en la etapa de transición, y al día de hoy no se cuenta con Reglas de Operación.
Sin este elemento clave, no se puede conocer información básica que permita escudriñar el programa y evaluar su desempeño e impacto. Por el momento, la Secretaría de Hacienda lo ha catalogado como subsidio, lo cual permite iniciar su operación sin reglas de operación hasta que éstas sean terminadas a finales de febrero.
Los lineamientos actuales pueden no ser suficientes para brindar la claridad necesaria para verdaderamente cumplir su cometido. Para un programa con tanto presupuesto como este, aumenta la posibilidad de un manejo discrecional de recursos y de un uso clientelar del mismo.
Igual de preocupante resulta la falta de análisis acerca de las necesidades de la población ‘Nini’. En efecto, México cuenta con una de las tasas más altas de jóvenes que no estudian o trabajan dentro de los miembros de la OCDE. Sin embargo, contrario a percepciones populares acerca del perfil de estos jóvenes, ello se debe a una cantidad desproporcionada de mujeres que no estudian o trabajan en el país.
Según el Inegi, las mujeres representan el 87% de los jóvenes entre 15 y 29 años de edad que no estudian o trabajan, mientras que los hombres solamente el 13%. Ello se atribuye a que más mujeres mexicanas asumen el cuidado de seres queridos y labores del hogar, el cual tiende a no ser remunerado e inhibe la búsqueda de un mayor desarrollo profesional.
Tomando en cuenta que el rango de edad abarca el periodo durante el cual muchos jóvenes cursan educación superior, podemos observar que tras concluir sus estudios, las mujeres tienden a dejar de trabajar o estudiar en mayor proporción que los hombres. En el grupo de edad entre 15 y 19 años, se encuentra el 43% de los ninis hombres y sólo 22% de las ninis mujeres; mientras que en el grupo de entre 25 y 29 se encuentran 24% de ninis hombres y 41% de ninis mujeres.
A pesar de esta clara tendencia, ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’ no cuenta con una perspectiva de género sumamente necesaria. Expertos en el tema señalan la necesidad de tomar medidas como la posibilidad de trabajar desde casa, horarios flexibles, o centros de cuidado infantil que permitan generar alternativas para aquellas mujeres que se encuentren en estos supuestos.
Conclusión
Nadie duda de la necesidad de programas sociales que ayuden a los sectores más vulnerables de nuestro país. No obstante, el caso de ‘Jóvenes Construyendo el Futuro’ alza ciertas sospechas acerca del posible impacto que pueda tener dado los tropiezos en su implementación y una falta de atención al tema de género de la población Nini en México.
“Los Nini’s, nombrados así porque no estudian ni trabajan, “ya no va a haber porque serán atendidos, no es culpa de ellos sino es que no se les ha atendido a los jóvenes, nunca más se les dará la espalda, lo puedo resumir en una frase becarios si sicarios no”” https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/politica/amlo-promete-becas-y-apoyo-a-educacion-becarios-si-sicarios-no-1594409.html
- Integrar a jóvenes en actividades de capacitación en el trabajo y, así, dotarlos de herramientas para una vida mejor.
- Alejar a jóvenes del desempleo y del camino de conductas antisociales.
- Acelerar la preparación de una reserva de jóvenes para las actividades productivas, en previsión de un mayor crecimiento económico en el futuro próximo.
- Incluir al sector privado en las actividades de responsabilidad social para el desarrollo productivo de los jóvenes.
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