No Sé Si Estoy Muriendo De Miedo O De Tristeza.
Presiento Que Será Largo Este Camino…
Sobre El Murmullo De La Gente Que Departe
Se Escuchan Los Acordes De “El Chubasco”…
Las Voces De Ese Dueto
Me Acarician;
Me Consuelan.
Tras Mis Lentes Oscuros, Todos Se Ven Lejanos
Y Me Siento Seguro En Su Refugio.
En Esta Nogalera En El Desierto
Bajo El Azul Intenso De La Tarde,
Bajo La Sombra Cálida Y Reseca.
Cientos De Moscas Merodean Voraces
(Como Los Invitados).
Yo No Tengo Apetito.
Llevo En El Vientre Atado
El Vértigo Feroz De Tanto Miedo.
No Sé Si Estoy Muriendo De Tristeza.
No Sé Si Estoy Muriéndome De Angustia.
La Incertidumbre Preña Mi Pensamiento
Y Siento Que Me Ahogo Entre Las Notas;
Pero Pido Que Toquen Más Canciones
Que Solo Yo Comprendo;
Que Tan Solo Yo Escucho.
(“Paso Del Norte, Que Lejos Te Vas Quedando…”)
Esta Es Mi Tierra Y Tierra De Mi Padre
Esta Es La Tierra Inhóspita; Entrañable
Esta Es La Tierra Seca, Forjadora De Sueños Y De Hombres.
En Un Balcón Lejano De Chihuahua
Juega Mi Padre Niño A Lo Único Que Sabe:
Él Juega A Fusilar A Sus Soldados
Sus Soldados De Plomo Hechos En Molde
Por Sus Manos Ingenuas.
Siento En El Alma Su Dolor Intenso
Su Miedo Al Desarraigo De Su Padre;
Su Dolor De Clarines Y Cañones.
Mientras Su Hermano Oscar,
A Paso Redoblado,
Desafía A La Tormenta De La Muerte
En La Decena Trágica De Mexico.
Su Hermanito Cadete.
Su Hermano Niño Héroe;
El Joven Admirable Enamorado
Entregado A La Muerte Por Su Patria.
Vuela Mi Alma Sobre Los Paredones Ya Derruidos/
De Nuestra Cuna De Sombreretillo
Bajo El Cielo Atestado De Parral/
Donde Se Juntan Todas Las Estrellas En Las Noches Heladas/
Al Frio Implacable Que Forjo A Mi Abuelo
Vencedor De La Sed Y La Injusticia.
No Sé Si Estoy Muriéndome De Miedo.
Estoy Arrebatado Por La Inercia Que Me Lleva Entre Tumbos
A La Deriva De La Incertidumbre.
(“Las Pobres De Mis Hermanas De Mí Se Estan Acordando…”)
Me Acompaña La Sangre De La Que Vengo.
Me Sostiene La Sangre Con La Que Ando.
Me Da Esperanza La Sangre Que Me Guarece.
Me Desgarra Atisbar La Lejanía/
La Distancia Inminente Que Se Agiganta
Implacable Y Temible.
Tener Que Huir Así
¿Morir Así?
Mientras Espera El Mar A Que Lo Cruce/
Mientras Me Llama El Mar Para Que Me Aleje…
…Y No Poder Llorar Ni Despedirme.
No Sé Si Estoy Muriéndome De Miedo.
No Sé Si Estoy Muriendo De Tristeza.
No Sé Si Será Largo Este Camino…
…Este Camino Amargo Que Comienza.
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LA NOGALERA
CIUDAD JUAREZ, CHIHUAHUA
ABRIL DE 2004
PARA J. y R.
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(*) La familia de mi padre tiene sus raíces en Chihuahua desde mediados del siglo XVIII.
Nuestra historia está arraigada desde entonces y para siempre en esa tierra reseca y generosa que no regala nada, pero que nada niega al que la ama y se le entrega.
La imagen de mi padre (Julio a la izquierda) y su hermano (Mario a la derecha), es de la época en que los hombres de mi familia lucharon en Carrizal contra la Expedición Punitiva de Estados Unidos encabezada por Black Jack Pershing, en busca de Pancho Villa, en 1916.
Para entonces, su hermano Oscar (mi tío), ya había muerto en Parral, cuando apenas había cumplido 17 años de edad.
El texto que comparto hoy, fue escrito en una nogalera en las cercanías de Delicias, Chihuahua, hace once años ya.
Entonces, a dos dias de cruzar el rio hacia el norte, las canciones interpretadas por el dueto de guitarristas de aquella ocasión, siguen resonando en mi recuerdo, tan vivas como aquella tarde.
A quienes cruzamos así, nos hermanan el dolor y la esperanza.
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