Chihuahua tiene nuevo gobernador; se llama Javier Corral.
El triunfo panista activó todas las alarmas de la pandilla de César Duarte; el gobernador saliente.
Por lo pronto, Duarte, ha impugnado la elección con el objeto de retardar la entrada en funciones del gobernador electo, y de ser posible, con la ayuda del TRINE, (¿o TRIFE?) lograr su anulación.
Durante la campaña electoral, Corral prometió desatar sobre el archi-corrupto Duarte norteño, TODO EL PESO DE LA LEY; PERO EN UN PAÍS DONDE LO ÚNICO QUE SE APLICA ES LA LEY DE LOS PE$O$, las declaraciones flamígeras del entonces candidato a la gubernatura, pueden ser tomadas con sano escepticismo…
Hace casi dos años, Corral presentó una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República contra César Duarte; denuncia que no ha sido consignada.
Lo que nos toca hacer (a los chihuahuenses), es solicitarle por escrito a Don Javier Corral, que nos informe sobre el estado que guarda la averiguación previa abierta a raíz de su denuncia.
Solamente así sabremos si Corral la ha impulsado; si ha ofrecido pruebas eficientes y suficientes; si ha conminado al ministerio público a realizar las diligencias indispensables y si, en su caso, ha acudido a la vía del juicio de Amparo para forzar la integración de la indagatoria.
La incorporación de Don Francisco Barrio Terrazas como coordinador del equipo de transición para el procedimiento de entrega-recepción del gobierno estatal, puede ser muy buena o muy mala.
Muy buena si aprovecha su experiencia personal como ex gobernador del estado, para inaugurar un nuevo modo de hacer política de cara al pueblo; atendiendo puntualmente los reclamos indignados de los chihuahuenses, cansados de la impunidad y la corrupción de César Duarte.
Barrio puede muy fácilmente negarse a recibir la administración del estado de Chihuahua, en tanto no se le entregue limpia, aclarada, justificada y en perfecto orden.
La participación de Don Francisco Barrio podría ser muy mala, si nos guiamos por sus últimas declaraciones en las que ha cambiado su tono, diciendo que “NO DEBE HABER CACERÍA DE BRUJAS” Y QUE “LAS COSAS DE PALACIO VAN DESPACIO”…
¿QUÉ TAN DESPACIO?
¿No ha sido suficientemente despacio que llevemos 86 años esperando que alguien desmantele al PRIMEN ORGANIZADO?
No es tiempo de predicar “moderación”, “prudencia”, “mesura”, “cariñito”, “amorcito”, y benevolencia, en camino a una decepción más.
Mientras el ex gobernador Barrio se expresa en esos términos, y Don Javier Corral ha disminuido el volumen y el tono de sus declaraciones, César Duarte ya logró que sus cómplices de la mayoría Priísta en el congreso chihuahuense, le aprobara la “bursatilización” de las carreteras de Chihuahua por SEIS MIL MILLONES DE PESOS, para tratar de tapar los agujeros dejados por sus muchos latrocinios.
La medida mayoriteada por la fracción Priísta del legislativo chihuahuense, es contraria a la Constitución Federal y a la del Estado; es lo que se conoce como un “fraus legis”; ¡un fraude a la ley mediante el cual, se aplica la norma para burlarla!
Un gobierno como el de Duarte, no puede comprometer a Chihuahua “al cinco para las doce”, cuando le faltan escasos dos meses para irse a la…
…no puede comprometer al estado maniatándolo hasta el año 2036 CON LA BURDELIZACIÓN E LAS CARRETERAS.
¿Qué se puede hacer?
¿Qué puede hacer Javier Corral para evitarlo?
Javier Corral, sin necesidad de ser “tan bronco” como el “ni tan bronco” gobernador de Nuevo León, puede y debe exigirle a la PGR que consigne la averiguación penal iniciada por él mismo, y que mientras tanto, Duarte sea estrechamente vigilado hasta que entregue el cargo al sucesor panista y no se vaya a desaparecer por Madrid…
Puede y DEBE promover una CONTROVERSIA CONSTITUCIONAL cuyo primer paso, sería pedir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que suspenda la ejecución de la medida chapucera engendrada por Duarte y sus cómplices de la bancada Priísta de la legislatura chihuahuense, comprometiendo a Chihuahua con 6,000,000,000 de pesos más.
Puede y debe ADVERTIR a los “inversionistas” (zopilotes) que ya se frotan las manos con el gran negocio carretero, advirtiéndoles que no solamente no se van a bursatilizar (ni burdelizar) las carreteras chihuahuenses, sino que se va a investigar a los empresarios y banqueros involucrados en la maniobra fraudulenta de Duarte; y que serán castigados de verdad.
¿A QUÉ SE REFIERE EL EX GOBERNADOR BARRIO TERRAZAS CUANDO HABLA DE CACERÍA DE BRUJAS?
LA CACERÍA DE BRUJAS CONSISTE EN UN PROCEDIMIENTO ESENCIALMENTE INJUSTO POR EL CUAL, SE PERSIGUE A INOCENTES ATRIBUYÉNDOLES DELITOS QUE NO EXISTEN; ES EN ESENCIA, UNA PERSECUCIÓN POLÍTICA DISFRAZADA DE PROCEDIMIENTO LEGAL.
Aquí viene a cuento la canción “Veracruz” de Agustín Lara:
César Duarte aunque no es jarocho, tiene el alma de pirata como su “PRI-MO” hermano Javier, el desgobernador de Veracruz.
El pueblo de Chihuahua en este caso en especial; y todo el pueblo de México queremos y esperamos que llegue un gobernante que persiga y castigue a quienes se han burlado impunemente de nosotros, sexenio tras sexenio.
Si ese gobernante llega por la buena o por la mala; por la vía pacifica o por medio de otra revolución armada, depende de que gobernantes como Don Javier Corral, den respuesta inmediata y satisfactoria al reclamo inaplazable de justicia y honestidad que hace México entero.
Nadie pretende una venganza infundada sino lo que Benito Juárez llamaba LA VINDICTA pública.
Yo creo que si algo es urgente en México, es que lleguen gobernantes CON LA ESPADA DESENVAINADA; gobernantes que decomisen y confisquen las ganancias ilícitas acumuladas por cientos y millares de cómplices no solamente Priístas, sino de todos los partidos; de la partida de partidos que han hecho del gobierno su mina de oro.
No olvido que Vicente Fox le dijo marica a Francisco Labastida; no olvido cómo, Labastida patéticamente acusó a Fox de haberle dicho mariquita; y luego el verdadero marica resultó ser Fox, cuando se negó a castigar a los parásitos de la política nacional; cuando se negó a confiscar y decomisar los frutos de sus robos y saqueos, y de paso, nos endilgó a sus entenaditos, los Bribiesca (bribones) Sahagún y a la emperatriz Martota.
La medida aprobada por la mayoría priísta de la legislatura chihuahuense, es literalmente un ROBAPROA; un rescate de los ladrones encabezados por César Duarte.
Si Don Javier Corral permite que culmine la nueva burla de César Duarte, se hara cómplice de esa burla en agravio de todos los chihuahuenses.
Don Javier Corral no puede ni debe permitir que los chihuahuenses todavía encima, paguemos de nuestra bolsa los desfalcos de César Duarte; esos SEIS MIL MILLONES DE PESOS que además, no son el único faltante, sino la punta del iceberg en el gran atraco que durante seis años de impunidad ha perpetrado el gobernador saliente.
Corral tiene ante sí, la oportunidad extraordinaria de demostrar de qué está hecho.
Corral debe acelerar con urgencia la averiguación penal pendiente en la PGR.
Corral debe asegurarse de que César Duarte no se escape de la acción de la verdadera JUSTICIA.
Corral debe advertir a los inversionistas que ya se frotan las manos con el jugoso negocio de la bursatilización carretera en Chihuahua, para que sepan que ni su gobierno ni ninguno que le suceda, podrán volver a atracar al pueblo chihuahuense como lo ha hecho César Duarte.
Corral puede y debe acudir de inmediato ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a anunciar e iniciar la controversia constitucional que es el instrumento con el que cuenta, para SUSPENDER y REVOCAR el último atraco de César Duarte y sus cómplices del PRIMEN ORGANIZADO enseñoreados por mayoriteo del legislativo de Chihuahua.
No se trata de ser bronco ni “muy macho”; se trata de amar a México que es nuestra patria; de amar a Chihuahua que es tierra y sangre de México; y de demostrar ese amor patriótico sin aspavientos, sin “cacería de brujas”; simplemente aplicando la Constitución y las leyes que tiene a la mano; con la espada desenvainada y el corazón bien puesto en su lugar.
A México y a los mexicanos, de nada nos sirvieron las botitas de Fox; y de nada nos sirven los “broncos”, los “dizque broncos” y los “ni tan broncos”…
Lo que nos hace falta es UN LÍDER CON AUTORIDAD MORAL; un gobernador que predique con el ejemplo, y que sea tan justo como implacable con quienes siguen burlándose del pueblo de Chihuahua.
Hace falta que Don Javier Corral predique con el ejemplo; que sea un gobernador sin “Casas Blancas”, sino con una sola casa de cristal.
Si Corral se yergue a la altura que Chihuahua reclama y México necesita, no tengo duda de que sería (y para bien), el próximo presidente de México.
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