“Si el recuedro de antiguas hazañas , de tus hijos inflama la mente, los laureles del triunfo, tu frente, volveran inmortales a ornar”, Himno Nacional Mexicano
Señor Presidente Peña Nieto:
Desde estas páginas le hago llegar, con respeto y emoción, un mensaje dirigido a Usted.
Me permito ser portador de una carta de Benito Juarez, dirigida a Usted a traves de todos estos años; fechada 26 de enero de 1865, desde Chihuahua, que es la tierra de la que vengo.
La carta del presidente Juarez; (el hombre que viajo por caminos polvorientos sorteando peligros, llevado con él la legitimidad República y los símbolos patrios), lleva la voz del incansable oaxaqueño hasta el Patio de Honor de Palacio Nacional, que Usted ya ha cruzado tantas veces, precedido por el llamado de los clarines con los que la patria convoca a sus hijos-soldados a luchar por ella siempre que ella nos necesite.
Digo que la carta de Juarez está dirigida a Usted, porque Usted encabeza hoy, esa generación de mexicanos descrita en las palabras cuyo mensaje urgente exige hoy una respuesta terminante y clara que solamente Usted puede y debe dar.
He aquí la carta de Benito Juarez dirigida a la generación de mexicanos que el previo entonces, y que Usted encabeza:
“Que el enemigo nos venza y nos robe, si tal es nuestro destino; pero nosotros no debemos legalizar ese atentado, entregándole voluntariamente lo que nos exige por la fuerza. Si la Francia, los Estados Unidos o cualquiera otra nación se apodera de algún punto de nuestro territorio y por nuestra debilidad no podemos arrojarlo de él, MANTENGAMOS SIQUIERA VIVO NUESTRO DERECHO PARA QUE LAS GENERACIONES QUE NOS SUCEDAN LO RECOBREN. Malo sería dejarnos desarmar por una fuerza superior pero sería pésimo desarmar a nuestros hijos privándolos de un buen derecho, QUE MÁS VALIENTES, MÁS PATRIOTAS Y SUFRIDOS QUE NOSOTROS LO HARÍAN VALER Y SABRÍAN REIVINDICARLO ALGÚN DÍA”.
La nulidad del Tratado de Guadalupe Hidalgo no solamente se dejó el Presidente Juarez en la carta aquí transcrita; en el mismo sentido se pronunció el SENADOR THOMAS CORWIN DE ESTADOS UNIDOS, EL 11 DE FEBRERO DE 1847, AL DEFENDER A MEXICO CONTRA LA GUERRA DE AGRESIÓN INJUSTA DESENCADENADA POR EL EXPANSIONISMO DE ESTADOS UNIDOS CONTRA NOSOTROS:
“Señor Presidente Polk: No es procedente que usted pretenda que nuestra sagrada bandera tienda sus pliegues protectores sobre expediciones cuyo único fin es el lucro y la adquisición ilegal de territorio mexicano; ¡su único argumento es que Estados Unidos necesita espacio!; este ha sido el mismo “argumento” de todos los jefes bandidos ¡desde Nemrod hasta usted! Puedo asegurar que cuando Tamerlan descendió de su trono, edificado sobre setenta mil cráneos humanos, para hacer avanzar sus feroces hordas a nuevas carnicerías, exclamo entonces como usted hoy: ¡Necesito espacio!
Señor Presidente Peña Nieto:
Hemos logrado, en todos estos años, incrementar nuestra presencia en nuestros territorios ocupados de california, Nuevo Mexico y Tejas, mediante una posesión masiva y progresiva. Estamos dentro, y somos cada vez más. No ha habido forma de pararnos. Los intentos legislativos, los programas de patrullaje, la inminencia de la propia muerte, no han sido capaces de detener el regreso de Cuauhcetcui; el águila de nuestros mayores que regresa.
Hemos cruzado hacia el Norte nadando, corriendo, .escondidos en camiones o embozados por las sombras de la noche. Por la marcha incontenible de nuestro pueblo hacia sus lugares de origen, podemos decir, ¡que por fin regresamos; que hemos vuelto!
El Presidente Bill Clinton es autor de una doctrina que es aplicable a los derechos territoriales de Mexico sobre California, Nuevo Mexico y Tejas; la doctrina dice así:
“DEBEMOS REPARAR LO MEJOR POSIBLE, LAS TERRIBLES INJUSTICIAS DE NUESTRO PASADO; LOS DERECHOS HISTÓRICOS (COMO LOS DE MEXICO) NO PRESCRIBEN; SIGUEN VIGENTES. WILLIAM JEFFERSON CLINTON”
Hoy en los Estados Unidos se va haciendo inminente la candidatura presidencial de Donald Trump, el predicador del mismo “evangelio racista” de John Calhoun que impulsó el robo de la mitad de nuestro territorio en 1848.
Presidente Peña Nieto:
California, Nuevo Mexico y Tejas, siguen siendo territorio mexicano en la actualidad; esto se comprueba por los artículos II, III y IV del Tratado de Guadalupe Hidalgo, impuesto a Mexico por la fuerza de las armas y bajo amenazas el 2 de febrero de 1848, en la casa de mi abuelo, Don Jose Dominguez Soberon, en la Villa de Guadalupe.
SEÑOR PRESIDENTE DE MÉXICO:
Le pido: con todo respeto, que:
Al cumplir hoy con su destino histórico al frente de nuestra nación, se imponga como tarea inmediata poner fin a la mentira y el silencio que han dado por perdidos nuestros derechos sobre California, Nuevo Mexico y Tejas.
Estados Unidos le debe a Mexico una disculpa pública y oficial, como la que el presidente Obama hizo presente a las comunidades indígenas de los Estados Unidos, masacradas durante el genocidio perpetrado por los colonizadores anglosajones.
Mexico debe hacer valer la nulidad del tratado de Guadalupe Hidalgo, con las consecuencias que ello implica; entre estas consecuencias, estan las siguientes:
- Nadie tiene derecho a erigir un muro a lo largo de la actual frontera que nos separa de los territorios mexicanos ocupados de California, Nuevo Mexico y Tejas.
Si los racistas como Donald Trump quieren hacer algún muro, que lo construyan donde tienen derecho y no en suelo mexicano invadido durante la guerra de agresión y conquista desatada contra Mexico, y denunciada por el Senador Thomas Corwin de Estados Unidos.
- El problema de los muchos millones de mexicanos que viven bajo jurisdicción de los Estados Unidos, no es un tema “migratorio”; es un tema de jurisdicción y soberanía mexicanas que Usted debe hacer valer lo antes posible.
- Es urgente poner fin a los actos de injusticia y abuso que se cometen todos los dias en agravio de nuestros compatriotas ; porque cada dia que pasa sin que hagamos valer nuestro justo reclamo, significa angustia, persecución y muerte para nuestros hermanos, precursores inermes en el camino de nuestra reconquista territorial.
Señor presidente Peña Nieto:
En su persona confluyen hoy la historia y el destino.
En Usted se cruza la coyuntura humana de nuestros posibles e imposibles ante el país más poderoso de la tierra; pero en tanto ellos tienen de su lado la razón de la fuerza; Mexico tiene por hacer valer, por conducto de nuestro presidente, la fuerza de la razón.
Esa fuerza de la razón fue la única arma que esgrimió Benito Juarez para restaurar la república en 1867.
Su vocación de servir a los mexicanos, incluye a todos los mexicanos, donde se encuentren. Su decisión de servir a todo Mexico, a Mexico entero, implica el compromiso de gobernarlo íntegro y sin merma.
Gobernar hoy la mitad de la nación, a sabiendas del derecho que nos asiste, sería tanto como ejercer “MEDIA PRESIDENCIA’.
Asentar firmemente la tesis jurídica de nuestro justo reclamo, lo pondrá a Usted hombro con hombro junto a nuestros hermanos al cruzar el río; llevara Usted firmemente asida en sus manos, la lanza que jamás caerá una vez que la haya empuñado con firmeza.
Si no le toca la fortuna de ver concluida esta tarea, nuestra Bandera; la que hoy tercia su pecho, será la estafeta en el relevo que para la historia de Mexico, reconocerá a su persona el justo honor de ser el vanguardista de la patria que vuelve.
La voz de México por sus palabras dejará de ser el grito desesperado que resonó desde Palo Alto hasta Chapultepec en 1847, en la alternativa trágica de "Libertad o Muerte", para convertirse como la voz de Cuauhcetcui, en un eco triunfal por nuestro regreso: ¡TODA LA PATRIA O NADA!
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