Enrique Peña Nieto aprovechó la reunión habida en Palacio Nacional con motivo de la promulgación de las leyes que integran el SISTEMA NACIONAL ANTICORRUPCIÓN, para PEDIR PERDÓN por el agravio ocasionado al pueblo mexicano con el asunto de su “CASA BLANCA”.
Es cierto que ningún presidente mexicano había pedido perdón públicamente; pero tambien es cierto que el desplante del presidente de la República es insuficiente porque es “DE DIENTES PA’FUERA”.
Para que el reconocimiento hecho por Peña Nieto tuviera verdadera significación, tendría que haber pedido perdón de verdad.
Peña Nieto tendría que haber demostrado su contrición y su propósito de enmienda reabriendo jurídicamente lo que en el sentir del pueblo de México no ha sido cerrado; tendría que haberse deshecho del encubrimiento burdo que le regaló Virgilio Andrade Martínez en la “investigación” cuyo resultado es aún más ofensivo que la propia CASA BLANCA.
Peña Nieto tendría que haber encomendado una nueva investigación a un organismo totalmente libre, autónomo y creíble, como podría ser una entidad internacional de la OEA a la que le podría pedir que mandara a un GRUPO INTERDISCIPLINARIO DE EXPERTOS INDEPENDIENTES, capacitados en materia de auditoría y conflicto de interés entre otros temas.
Tambien podría encomendar la reapertura del expediente CASA BLANCA a la propia UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO.
Solo así podría convertir su grosera CASA BLANCA en CASA DE CRISTAL.
Eso sí sería un acto digno de aplauso y reconocimiento; un acto valiente y digno de perdón, aunque el perdón no lo exonerase de la responsabilidad legal que pudiera resultarle.
¡LA CASA BLANCA de Peña Nieto, tiene un valor de TRES MIL CUARENTA MILLONES DE SALARIOS MÍNIMOS!
¡Esto en sí mismo es otra ofensa que no tiene perdón en un país con SESENTA MILLONES DE MUERTOS DE HAMBRE!
Peña Nieto ni la burla perdona.
Peña Nieto nos ha pedido “perdón” mientras se muere de la risa; nos ha pedido ese “perdón” en pleno Palacio Nacional en el dia que se conmemora el aniversario luctuoso de Benito Juarez.
Bien merece la pena transcribir aquí lo que decía Juarez sobre los funcionarios públicos y la forma como deben de vivir:
"Bajo el sistema federativo, los funcionarios públicos, no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. NO PUEDEN IMPROVISAR FORTUNAS, NI ENTREGARSE AL OCIO Y A LA DISIPACIÓN, sino consagrarse asiduamente al trabajo, DISPONIÉNDOSE A VIVIR, EN LA HONRADA MEDIANÍA QUE PROPORCIONA LA RETRIBUCIÓN QUE LA LEY LES SEÑALA".
LA CASA BLANCA dista mucho de ser una “casa Geo”; no es una vivienda que refleje una HONRADA MEDIANÍA; es una mansión que ni siquiera Bill Clinton ni Barak Obama se atreverían a tener, y desde luego, no la tienen.
EL DESPLANTE DE PEÑA NIETO EN EL PALACIO NACIONAL, HA SIDO COMO YA LO DIJE, UNA DECLARACIÓN “DE DIENTES PA’FUERA; una disculpa sin contrición ni propósito de enmienda; sin la menor intención de desagraviar de verdad.
Ha sido una tomada de pelo más, porque fue pronunciada al amparo del dictamen marrullero de la SECRETARIA DE LA FUNCION PUBLICA emitido por su alcahuete Virgilio Andrade, gracias a cuyo encubrimiento, LA CASA BLANCA de Peña Nieto ES “CASO CERRADO”.
ES CASO CERRADO PARA Peña Nieto; PERO HERIDA ABIERTA EN EL CORAZON DE MÉXICO
Para Peña Nieto su CASA BLANCA es “PALO DADO, QUE NI DIOS LO QUITA”; es una burla blindada al son que dice “A LO HECHO PECHO”; y mientras tanto, la Gaviota y el presidente de México parecen decirnos a todos: “QUÍTENNOS LO BAILADO”… SI PUEDEN
Algún día se podrá.
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