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Underwood estrecha relaciones con México

Las relaciones diplomáticas con el gobierno de Estados Unidos han retomado un aire fresco y hasta jovial...

20 de junio, 2017

Las relaciones diplomáticas con el gobierno de Estados Unidos han retomado un aire fresco y hasta jovial, cuando la semana pasada el ex alcalde de San Damián Texoloc, Tlaxcala, Miguel Ángel Covarrubias, saltara a la fama al “fusilarse” un discurso del presidente (ficticio) estadounidense Francis Underwood, lo que provocó una respuesta de su jefe de gabinete Douglas Stamper, quien de forma cortés y hasta simpática, aseguró que esto no era una competencia, y que era sorprendente de quién se inspiran algunas personas. La pifia del político tlaxcalteca hubiera quedado solamente en el anecdotario nacional, de no ser por la creativa réplica del popular sistema de streaming.

Lo anterior sería una muy buena señal en la difícil relación bilateral, de no ser porque este intercambio twittero se dio con el staff del presidente ficticio de los Estados Unidos de América (EUA), Underwood, de la exitosa serie House of Cards. No es que el verdadero presidente, Donald Trump no cumpla con las características de un personaje emanado de la más febril creatividad de Hollywood, o que imitando a la popular serie, el republicano “copetón” sea su peor enemigo al actuar impulsivamente en cada momento. Esta similitud entre ficción y realidad sería muy divertida, de no ser porque nuestro entorno diplomático con EUA es más complejo, agrio, frío, en verdad peligroso para México y el mundo, cuando las ojivas nucleares están al alcance del intempestivo neonazi republicano.

Curiosamente el personaje de ficción, Underwood, enfrentó un escándalo ante la prensa que ventiló todos sus delitos y asesinatos cometidos para llegar al poder, en la última temporada regresa a las andadas para mantenerse al frente de la Casa Blanca, como ensuciar la elección, inventarse una amenaza terrorista, cerrar centros de votación, paralizar el día de los sufragios, terminar por judicializar el proceso para finalmente ganar en condiciones atípicas, unos meses después. Luego de su envestidura, concluyó echando todo por la borda debido a su arrogancia que le orilló a dimitir, para evitar un impeachment. Trump podría repetir ese desenlace, homenajeando involuntariamente a Richard Nixon.

Por su parte Trump enfrentaría eventualmente acusaciones por presunto apoyo e intervencionismo de Rusia a favor de su campaña presidencial, que lo podría llevar a un juicio político por obstrucción de la justicia y en un caso extremo, cargos de traición a la patria. Está difícil situación empeoró debido a uno de sus desplantes, al más estilo Trump (o al más estilo Underwood) cuando despidió de forma fulminante al director del FBI, James Comey, quien la semana pasada compareció ante el senado para ratificar que el presidente Trump le pidió una “prueba de lealtad” y dejar en el olvido las investigaciones por presunto intervencionismo ruso en las pasadas elecciones.

Trump parece repetir ese guión de desastre tras desastre de House of Cards, solo que la excelente interpretación de Kevin Spacey es deliciosa para el auditorio, llega a cautivar ese antihéroe protagónico, a diferencia del machista Trump que nos recuerda porqué llegó a ganar una Razzie al interpretarse a sí mismo, en una olvidada película de fantasmas. En el mundo real su frustrada gestión gubernamental, pinta para ser la ficción más absurda y ridícula, protagonizada por un peligroso payaso de quinta.

La popularidad de Trump va en camino de los negativos que tiene el mismo presidente Enrique Peña, pero con la agravante de que los índices de popularidad del presidente estadounidense se han desplomado en apenas casi seis meses de gestión. Las estridencias, su nula capacidad para la diplomacia internacional, ya provocó que las naciones occidentales “pinten su raya” en torno al “chiflado” y solamente se auguran tiempos de aislacionismo y proteccionismo para la nación más poderosa del mundo. Aunque los mercados internacionales le han perdido el miedo a las “deschavetadas” ideas del republicano, siempre estará latente el peligro de que alguna decisión irreflexiva de su parte provoque la caída de la economía mundial.

El pasado 14 de junio, en el cumpleaños 71 de Trump, resultó herido de gravedad Steve Scalise, el vicecoordinador republicano en el congreso norteamericano, luego del ataque contra varios miembros del partido republicano, perpetrado por James T. Hodgkinson, en un campo de béisbol en Alexandria, Virginia, Washington, donde entrenaban para el tradicional partido de beneficencia. El atacante abatido murió rumbo al hospital, se informó que participó en la campaña del demócrata Bernie Sanders, y tenía posturas radicales contra los republicanos. Actos violentos injustificados, pero siempre alrededor de la polarizante figura de Trump.

La cereza en el pastel de estas situaciones tragicómicas, es que el eterno candidato presidencial, el “Peje” López Obrador (que tampoco está muy lejano a la ficción o al estilo de presidente republicano) haya presentado un libro titulado “Oye Trump” donde ofrece propuestas y acciones a favor de los migrantes. “Les sorprendería de dónde viene la inspiración de algunas personas” concluiría al respecto Doug Stamper.

Para finalizar, me llena de orgullo cumplir un año colaborando en el prestigioso portal de Ruiz Healy Times, agradezco la gran oportunidad que nos brinda el excelente y polémico periodista Eduardo Ruiz Healy, a mí y todos los articulistas, de expresarnos con la más absoluta libertad editorial. También reconozco el inigualable apoyo de la editora Francine Núñez, por sus observaciones y atenciones, que hacen un enorme privilegio el colaborar en este espacio.

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