Superando la pornovenganza

El pasado 16 de agosto, Ana Baquedano, fue galardonada con el premio estatal de la juventud 2018...

21 de agosto, 2018

El pasado 16 de agosto, Ana Baquedano, fue galardonada con el premio estatal de la juventud 2018, al ser la impulsora de la ley contra la pornovenganza en el estado de Yucatán. La entonces joven de 16 años sufrió la divulgación en redes sociales de fotos íntimas por parte de su expareja, por lo que su vida se convirtió en un infierno al ser un delito que no era sancionado en las leyes, pero que contrariamente puede terminar destruyendo la vida de las mujeres exhibidas.

La entonces estudiante de psicología fue abordada en la playa (dos años atrás) por un hombre quien le mostro su foto subida a una página de mujeres víctimas de pornovenganza, su asombro fue gigantesco. Desde entonces su vida cambió al padecer acoso escolar y en su entorno social más cercano. Siempre contó con el apoyo de su familia y logró enfrentar la difícil situación compartiendo su experiencia y dando conferencias sobre el tema en diferentes escuelas, donde otras víctimas se acercaron a ella para pedirle consejos para superar el trauma, y sobre cómo denunciar el abuso.

La joven logró empoderarse y obtener el apoyo de una Organización no Gubernamental quienes le asesoran para poder exponer su caso ante la secretaria de Gobierno, para luego presentar una iniciativa de ley ante el congreso estatal, que logró ser aprobada por unanimidad. Con esta nueva ley vigente a partir del primero de agosto, se penaliza la pornovenganza desde seis meses hasta cinco años de cárcel, siendo penas las más elevadas de hasta nueve años, cuando se realiza contra menores de edad.

El portal donde se exhibía su foto y sus datos personales, extorsionaba a todas las mujeres que allí aparecían, solicitando dinero a cambio de “bajar” sus imágenes y nombres. Dicho sitio en la red ya fue cancelado y sus administradores enjuiciados. Este ejemplo de superación al ataque a la privacidad tuvo un final feliz y una resolución efectiva, sin embargo, muchos otros casos de jovencitas abusadas no lograron llegar a la presentación de cargos contra las exparejas, ni se pudo evitar el injusto estigma social contra ellas.

El sexting es una de las prácticas más comunes y peligrosas en los tiempos de las redes sociales, mujeres de varias edades, en especial las menores de edad, son víctimas de su inconciencia al enviar fotos íntimas a sus parejas, quienes sin escrúpulos las comparten en internet con consecuencias terribles. Según el Instituto Nacional de Acceso a la información en el año 2016, México era el primer lugar en Latinoamérica en la práctica del sexting, de un universo de cuatro millones de jóvenes entre seis y 19 años afirmaron conocer a alguien que enviaba imágenes sexuales, mientras que un 20 por ciento de jóvenes entre 17 y 19 años confesaba haber compartido material explícito.

La práctica del sexting es más dañino para el género femenino, numerosas mujeres han tenido que cambiar sus lugares de residencia, además de centros escolares ante la divulgación sin su consentimiento, de fotografías y videos explícitos. En casos más trágicos muchas de ellas han optado por el suicidio ante lo brutal del acoso padecido.

La pornovenganza es el delito por el cual una expareja, por lo general hombres, comparten fotos en internet con la finalidad de vengarse por el rompimiento o el simple abuso  de confianza. La difusión de dichas fotografías y el compartirlas por diversas aplicaciones de chat están también tipificados como delitos, así como la extorsión a las mujeres que son víctimas de esta deleznable agresión.

En una sociedad que estigmatiza a las mujeres injustamente por ejercer su sexualidad a plenitud, la publicación de material íntimo, termina por destruir la reputación y la vida normal de cualquier fémina exhibida. Si bien es recomendable que las mujeres conozcan los peligros de la práctica del sexting, no se justifica bajo ninguna circunstancia la divulgación de fotografías íntimas, por lo que las penas de entre cinco a 10 años de cárcel, deben ser aplicables a todo quien abusa de la confianza en cualquier relación amorosa.

Estrellas de la farándula internacional y actrices consagradas de Hollywood han padecido en ataque de los hackers que publican fotos intimas robadas de sus cuentas personales, es un riesgo inherente a la nueva realidad de los tiempos cibernéticos. Pero a diferencia de esos ataques de cíber delincuentes, el abuso de confianza de las parejas amorosas contra las mujeres que enviaron imágenes personales, es una cobardía que había permanecido impune ante las leyes.

La revictimización de las mujeres que padecen este delito es un fenómeno cultural arraigado, la doble moral de la sociedad y el machismo ancestral, siempre condenará a la mujer, quien por cualquier motivo intercambió material íntimo. La lucha de la joven yucateca y muchas otras víctimas se vio recompensada con las sanciones en el código penal del estado, convirtiéndose junto a Jalisco, Chihuahua y la capital del país, como las entidades federativas que ya castigan este delito. Es menester que otros estados del país retomen el buen ejemplo del congreso de Yucatán, ya que el delito es muy común y las secuelas psicosociales que dejan suelen ser imborrables para las víctimas.

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