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Retomando “Un día sin Mexicanos”

En el año de 2004 se presentó una película simpaticona con el título y la temática, de “un día sin mexicanos”...

22 de febrero, 2017

En el año de 2004 se presentó una película simpaticona con el título y la temática, de “un día sin mexicanos” donde misteriosamente desaparece la enorme comunidad latina de Los Ángeles California, en los Estados Unidos de América (EUA). En algo inédito el pasado jueves 16 de febrero se organizó llevar a la realidad ese ensayo, de “un día sin migrantes” o un “día sin latinos” para demostrar la importancia de esta comunidad en cada aspecto productivo, comercial, económico, educativo y cultural en la vida cotidiana de la Unión Americana, ya que los inmigrantes representan una fuerza laboral de más de 26 millones de trabajadores en ese país.

La idea para protestar en forma pacífica fue exitosa, organizada desde el anonimato logró una buena viralización en redes sociales, de forma completamente espontánea y solidaria consiguió que muchos restaurantes, escuelas, negocios donde existe trabajo o participación latina dejaran de funcionar de forma normal. En ciudades como California, Washington DC, Maryland, Virginia, Nueva York, Houston, Filadelfia y Chicago se dieron buenos resultados al llamado de esta movilización.

Este llamado a la acción ayudará a las futuras manifestaciones que se esperan para el 8 de Marzo, “Un día sin mujeres”, además del 1 Mayo día del trabajo y el 5 de Mayo día del orgullo hispano en EUA. Aunque #UnDiaSinMigrantes no tuvo la participación masiva que se esperaba (y los niveles de boicot comercial que podría alcanzar) es un gran avance en camino de enfrentar la cruel política migratoria republicana y el nuevo intento de prohibición de entrada a ciudadanos de varios países musulmanes, a través de una nueva orden ejecutiva presidencial que sería presentada en estos días.

A través de las redes sociales se invitó a todos los inmigrantes latinos que se abstuvieran de consumir productos estadounidenses, ausentarse un solo día a sus centros de trabajo, dejar de asistir a las escuelas, para protestar en contra de las medidas migratorias del xenófobo presidente Donald Trump. Quien de forma curiosa, ese mismo día, encabezó una caótica y ofensiva conferencia de prensa, ante la presión de la opinión pública por las filtraciones sobre su política diplomática, el probable contacto de su personal con agencias de inteligencia rusa en la pasada campaña electoral y su eterno enfrentamiento con la mayoría de los medios de comunicación en EUA.

El autor de la película “Un día sin mexicanos”, Sergio Arau, perteneció a la agrupación de rock mexicano “Botellita de Jerez”, que fue una agrupación famosa por sus canciones irreverentes y llenas de picardía nacional. El director de este filme explicó, en diversas entrevistas, que en aquel tiempo intentó apoyar la lucha contra las leyes antimigratorias por lo que realizó el largometraje tipo documental de ficción, señaló que vive en Los Ángeles, California y ha sido testigo del endurecimiento de las medidas persecutorias contra migrantes, a través de diversas redadas que realizan las fuerzas federales del Servicio de Control y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).

Ante el proceso de deportación que enfrenta el “Dreamer” Daniel Ramírez, la importancia de la solidaridad entre todos los mexicanos y latinos debe ser enorme, ya que la persecución en contra de la comunidad es de niveles irracionales. Ramírez está recluido en un Centro de detención en la ciudad de Tacoma, donde espera una resolución sobre su estatus migratorio; fue arrestado por agentes migratorios al detectarle un tatuaje y acusarlo (solo por eso) de haber pertenecido a pandillas.

Los “Dreamers” son un grupo de jóvenes migrantes favorecidos por la anterior administración del expresidente Barack Obama, mediante el decreto denominado Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés) y podrían ser el siguiente blanco de la política racista en contra de cualquier tipo de migración, sin importar que tengan una estancia legal en los EUA.

Así mismo la activista mexicana, Jeanette Vizguerra, pidió refugió en una iglesia en Denver para evitar ser deportada al acudir a una cita rutinaria en las oficinas federales de migración. La ICE esta incontenible y el decreto presidencial del DACA enfrenta un peligro real, esto demuestra que la maquinaria de deportación no se va a detener, a pesar de los mil vericuetos que enfrenta el delirante mandato presidencial de Trump. Todo esto apenas en su primer mes de presidencia.

Al igual que la marcha de la unidad en México realizada el pasado 12 de febrero, “un día sin migrantes” sufrió de la poca solidaridad de los sindicatos y otras organizaciones que tienen una mayor coordinación, recursos económicos y logística para las movilizaciones y marchas como las del 16 de febrero pasado. En ambos países, México y EUA, el endurecimiento de las políticas contra migrantes y la violenta diplomacia norteamericana no han logrado cohesionar a los migrantes y mexicanos en general, que deberían unirse en una lógica de supervivencia y una necesaria conjunción de fuerzas ante una política hostil, que busca ensañarse contra todo lo que huela a México.

Casos dramáticos de migrantes expulsados y sus historias de vida cortadas se van a conocer en los noticieros y las redes sociales, la tragedia de las deportaciones mostraran sus rostros humanos reconocibles, además de que la ayuda consular que se ha ofrecido por parte del gobierno mexicano, es a todas luces insuficiente. El reto es enorme y no se está preparado para repatriar a los migrantes que terminarán siendo más extranjeros en su propio país, que del país que les deporta. Es una crónica de un desastre humanitario anunciado desde la noche del 8 de noviembre del año pasado.

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