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Raúl Cervantes, tapadera transexenal

El actual Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade, podría ser ungido como el primer Fiscal General de la República...

5 de septiembre, 2017

Israel Aparicio

El actual Procurador General de la República, Raúl Cervantes Andrade, podría ser ungido como el primer Fiscal General de la República, con la animadversión de los partidos de oposición, igualmente de una gran parte de la sociedad mexicana, además de cien asociaciones civiles y académicos que se pronunciaron en su contra al señalarlo como un funcionario totalmente sometido, sin autonomía ni independencia, demasiado cercano al poder del presidente Enrique Peña. No debe olvidarse que el actual Procurador ya ha litigado a favor del Partido Revolucionario Institucional en el pasado.

Raúl Cervantes tiene un actuar, por decir lo menos, polémico e insuficiente si se compara con su trayectoria y sus títulos obtenidos como litigante. En su accionar frente a la PGR se ha pretendido colgarle logros en los que no existió un trabajo comprometido, pero que se presentan como acciones contundentes contra la corrupción, al mantener los procesos legales contra los exgobernadores acusados de desfalcos y de delincuencia organizada.

Javier Duarte exgobernador preso, símbolo de la corrupción e impunidad de la mal lograda “nueva generación” de políticos, fue detenido en Guatemala por las fuerzas policíacas de ese país, ya que en México, ninguna autoridad fue capaz de vigilarlo y aún peor, el gobierno de Veracruz le facilitó un helicóptero para huir. Después de la extradición a México, existió una penosa primera audiencia que hacía pensar lo peor en la integración de la carpeta de investigación en su contra. En realidad la opinión pública no cree que el procurador haya hecho mucho por tratar de capturarlo, de no ser porque su aprehensión se utilizó como un golpe mediático con tintes electoreros. Por si fuera poco, la esposa del exgobernador, Karime Macías no cuenta con ningún proceso legal en contra y se pasea impunemente en las principales ciudades europeas, despilfarrando los recursos millonarios extraídos del erario veracruzano.

El caso bastante tardado en contra de Tomas Yarrington, fue otra acción destacada de otro organismo internacional de investigación, el FBI estadounidense, quien junto con la policía de Italia apresó al exgobernador prófugo. Ninguna investigación o colaboración se puede reconocer a la PGR de Raúl Cervantes en el trabajo de inteligencia que llevará, muy probablemente, a Yarrington a cumplir una de las dos cadenas perpetuas en Estados Unidos. Parece ser que en casos de corrupción política y sus vínculos con el narcotráfico en este sexenio, siempre son investigados y resueltos por las policías y agencias extranjeras, ya que las complicidades o el miedo a estos grupos delictivos (que tristemente dominan el territorio nacional) no han sido tocados desde la procuraduría que encabeza Cervantes.

Roberto Borge fue detenido en Panamá cuando intentaba fugarse a Europa, una vez más es mérito de policías internacionales, ya que todo exgobernador acusado de esquilmar el erario de sus estado natales, siempre se le ha escapado del país al “despistado” de don Raúl Cervantes. El caso del exgobernador Guillermo Padrés es diferente, ya que al ser de extracción panista, al irse a entregarse con un amparo, fue detenido junto con su hijo que pasó más de un año en la cárcel y fue liberado en este mes de agosto.

Las otras vertientes de lucha contra crimen organizado están estancadas por el índice de impunidad del 99.3% de los casos investigados, según un estudio realizado por la Universidad de las Américas, que demostró el déficit de jueces en México al haber un promedio de cuatro impartidores de justicia por cada 100 mil habitantes. Si bien todo el nuevo sistema de justicia acusatorio pasa por un difícil periodo de adaptación, ineptitud en muchos casos, miedo y falta de profesionalismo en policías y ministerios públicos, no son imputables exclusivamente al procurador Cervantes. No obstante, es de destacar que cada caso emblemático en contra de la corrupción y el crimen organizado siempre tiene la característica de estar pésimamente integrado, salvo los líderes delincuenciales que son detenidos en flagrancia o por las fuerzas armadas y sus labores de inteligencia independientes de la PGR.

Para ratificar a Cervantes como Fiscal bastaría la simple votación mayoritaria de los senadores priístas y sus partidos apéndice como el Partido Verde, pero si hiciera falta siempre existen senadores panistas pendientes de venderse al mejor postor. Destaca el servilismo de Javier Lozano, que probablemente ya se vio protagonizando un “Monrealazo”, cuando se decida la candidatura panista a la gubernatura de Puebla, donde compite con fichas cargadas a favor del orgullo del nepotismo del exgobernador espía, Rafael Moreno Valle, quien busca imponer a su esposa Martha Ericka Alonso como candidata.

Otros “destacados” calderonistas y esquiroles como Roberto Gil Zuarth y el nuevo presidente del senado, Ernesto Cordero, siempre se les ha visto como veletas del poder que bien pueden un día apoyar una causa nacional de alto calado, o lanzarse a defender cualquier estridencia y causa perdida, según sus particulares intereses sectarios.

Raúl Cervantes garantiza ser la tapadera sexenal que tanto necesitan los priístas (especialmente los mexiquenses) para no ser juzgados por sus enormes corruptelas, desfalcos, despilfarros, robos patrimonialistas a la nación que han cometido casi impunemente; por lo que no es raro ver al “flotillero” de taxis, “El Clavillazo” Enrique Ochoa Reza pedir y exigir el pase automático del procurador a la fiscalía para que más que justicia, procure impunidad y gracia para los suyos.

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