La supervivencia del régimen priísta pasa por el parricidio político del presidente Enrique Peña Nieto y entre más sangriento y brutal mucho mejor. La estrategia de buscar blindar de los múltiples ataques que recibe el primer mandatario, será más contraproducente debido a la vulnerabilidad total de su figura política ante todos los mexicanos de a pie.
El efecto “teflón” que han presumido todos los políticos mexicanos en la cúspide de sus trayectorias políticas, tarde o temprano, se acaba con las consabidas etapas de desgracia y mofa nacional. Para el presidente Enrique Peña es tiempo de entender que si busca la continuidad de su partido, y eso que llamo en no pocas ocasiones, su aspiración de ser “el mejor presidente en la historia de México”, debe de actuar más como estadista, pragmático y olvidar por completo los sondeos de opinión que le son adversos en popularidad y que le perciben como cómplice de la corrupción.
Solamente enfrentando el conflicto magisterial de la CNTE, despidiendo a los maestros que no piensan volver a dar clase a los alumnos de Chiapas, Oaxaca y algunas zonas de Michoacán, y evitando los bloqueos que ya destrozaron a los empresarios pequeños y mermaron en gran medida, a las empresas más importantes establecidas en la zona, podrá reencausar su gobierno. Es imperativo para el país el acabar de raíz con el conflicto magisterial, permitir que la reforma educativa se encamine, evitar que se desgaste más a todos los ciudadanos que son las verdaderas víctimas de la pasividad y miedo de los agentes políticos encargados de la gobernabilidad del país.
No quepan dudas que el presidente está cada vez más solo en el poder, la semana pasada el señor “pa' tras papá” Emilio Gamboa, junto con César Camacho, confirmaron que la ley que mandó el ejecutivo federal para homologar a nivel nacional los matrimonios entre personas del mismo sexo, fue sentenciada a dormir el sueño de los justos, al considerarla como no prioritaria. El pasado martes, toda la bancada priísta se arremolinaba en el congreso al lado del mandatario, se enviaron mensajes de unidad y en la tradicional “selfie” por el próximo inicio de sesiones en el congreso de la unión, se aseguró que se trabajaría por un periodo exitoso legislativo. Congelar esa iniciativa demuestra todo lo contrario.
En los tradicionales besamanos de los informes legislativos, sobre todo en los diputados federales del Estado de México, perjuraron apoyar la gestión del primer mandatario, incluso contestar cada afrenta contra Peña. Destacando el posicionamiento de la secretaria general del PRI, Carolina Monroy, quien sentenció que no se permitiría ningún agravió más contra el presidente. Sin embargo, ningún político emanado de su partido se atreve a pedir el uso de la fuerza pública contra los bloqueos de la CNTE, nadie quiere “mojarse ni empaparse” de ser señalado como represor al hacer valer la ley a la hora de la verdad.
En la ya muy cercana fecha de la entrega del cuarto informe de gobierno del presidente Enrique Peña, se está preparando un escenario muy controlado para que el público previamente seleccionado interactúe con el mandatario. Bajo el lema “las cosas buenas, casi no se cuentan, pero cuentan mucho”, se buscará posicionar las labores gubernamentales y programas que se realizaron en la administración federal. Es lógico que los índices de popularidad del presidente, además de la percepción de verlo como el político más corrupto, según las mediciones de la Organización Civil “Opciona”, no le permite “placearse” en ningún lugar, mucho menos en el finado ritual que fue el día del presidente en el Congreso de la Unión.
Los aspirantes presidenciales jugarán a favor del proyecto político de Enrique Peña, pero es sabido que siguiendo la tradición política mexicana empezarán a desmarcarse de los vínculos con el actual régimen. Es evidente que empezó el golpeteo al presidente desde varios frentes que antes le fueron afines, ahora le atacan sin pudor ni memoria. Siendo la más representativa la contradictoria amnistía que el eterno candidato a la presidencia de la república, el ex “Peje” de Gobierno, López Obrador, ofreció a la clase política en turno, y que no es más que una estrategia pragmática interesada en llevar agua a su molino “Moreno”. Nadie cree que el iluminado, mandilón mantenido de su señora crea que la figura presidencial merece respeto, es simplemente un cálculo político tendiente a parecer magnánimo del caído, hasta en su fallida, errónea y mediocre tesis de licenciatura.
El “Clavillazo” Ochoa Reza solo es un “pelele” de Luis Videgaray y de Peña, no hará nada en contra de todos los exgobernadores que están acusados de corrupción, los tiempos para la supervivencia personal y del régimen priísta, pasan por endosarle todo al inquilino de los pinos. Se afilan los puñales que se encajaran, con distintos grados de violencia, contra el mandatario al mejor estilo de “Bruto” contra Julio César, en la más vil y pragmática política de sobrevivir, “salvar el pellejo” preservar o reconquistar el poder político en el país. Al tiempo.
Una coreografía populista
La primera gira de trabajo internacional del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue un encuentro binacional con el...
julio 14, 2020Los heroicos profesionales de la salud
La curva de contagios por Covid-19 está aún en ascenso, el país estuvo muchas semanas en semáforo rojo en...
junio 30, 2020Hasta siempre, papá Rosendo
El pasado mes de mayo falleció mi padre, Rosendo Aparicio, víctima de complicaciones renales y varias enfermedades que al...
junio 23, 2020Surrealismos en la fase tres del coronavirus
El pasado 21 de abril se decretó la tercera fase en la contingencia sanitaria de la pandemia del coronavirus...
abril 28, 2020