Las redes sociales están llenas de misoginia, linchamiento irracional, discriminación y una total impunidad en contra de las mujeres que por alguna desafortunada situación padecen que se ventilen fotos y vivencias que deberían ser privadas y que al viralizarse en internet, destruyen su imagen pública, siendo estigmatizadas para siempre.
El excelente periodista Eduardo Ruiz Healy califica atinadamente al fenómeno destructor, lleno de odio, visceralidad, crítica destructiva llena de prejuicios e intolerancia como el “lumpen” de las redes sociales. Y del cual se nutren para destrozar la imagen pública de mujeres que padecieron ser exhibidas y prejuzgadas por una vorágine interminable y cobarde de múltiples intolerantes usuarios. El caso más reciente de este terrible fenómeno le ocurrió a Emma Alicia Paz Ayala, bautizada en redes sociales como #LadyCoralina quien tuvo la mala fortuna de que su video de despedida de soltera se volviera viral, donde llevada por el alcohol y el ambiente festivo, terminó besando a otro hombre durante una fiesta en un hotel de Playa del Carmen Quintana Roo.
Una situación que debería ser resuelta entre la pareja en cuestión, y que nadie más tiene derecho a entrometerse, al ser hacerse viral en las redes sociales le trae como consecuencia a la mujer ser exhibida, destruida su honorabilidad y padecer los más mezquinos ataques desde las redes sociales. Además de perder su relación, ahora estará estigmatizada por las miserables dobles morales del internet, haciéndole muy difícil que en un mundo global vuelva a gozar de una privacidad y honorabilidad a la que todos tenemos derecho.
Casos más extremos han tenido un final trágico, como el de la italiana Tiziana Cantone que al ver exhibido un video privado de contenido sexual le orillo a suicidarse ante la imposibilidad de borrar ese video de cuanto portal lo exhibió. Este caso aún se investiga judicialmente debido a que fue su expareja fue quien distribuyó el video en redes sociales, con el fatídico desenlace.
Es necesario distinguir los videoescándalos políticos de la violación de confianza de un video privado, debido a que personas normales sin ningún cargo público, sin ser figuras públicas o empresariales, padecen terribles consecuencias cuando se exhiben videos o imágenes privadas. Si bien un político debe tener la piel dura ante todo tipo de ataques, así como las figuras públicas de la farándula, un ciudadano común no tiene por qué verse vulnerado en su derecho a la privacidad. Sobre todo en los tiempos de las redes sociales donde una foto, un video y un error grabado y subido a internet está destinado a nunca borrarse ni olvidarse.
Otro caso diferente, y que pinta a la sociedad mexicana en su total pérdida de valores, doble moral y prejuicios machistas, es el que ocurrió con denominada #lady100pesos, la chica que al circular en su camioneta en estado de ebriedad provocó un choque y fue remitida al juez cívico, después de intentar sobornar con cien pesos a los oficiales de policía que la detuvieron.
Esta adolescente, ni nadie merece el escarnio público, sin embargo en una sociedad que supondría criticar la irresponsabilidad de conducir en estado etílico, las redes sociales desde la visión machista , no fue tan severa en este caso por considerar a la #Lady100pesos como guapa. Incluso llegó al trascendido que la adolescente aprovecharía el escandalo para beneficio personal, al organizar alguna firma de autógrafos o algún evento con fines de lucro.
El “sexting” es por demás peligroso, trae consecuencias irreparables en la privacidad y honorabilidad de quien padece ser exhibido en las redes sociales. Pero este fenómeno más terrible e implacable con las mujeres, la Comisión Nacional para Evitar la Discriminación se pronunció sobre el Hast Tag de #putippobres donde usuarios castigan a las adolescentes de escasos recursos que tuvieron la pésima idea de regalar o compartir sus fotos privadas en redes sociales, tomadas desde sus hogares o locaciones donde se observa su difícil condición socioeconómica. Además de despreciar la condición de pobreza y presunta ignorancia de las mujeres, se les condena a estas mujeres a ser ridiculizadas y cosificadas sexualmente al ser exhibidas, por lo general, sin su consentimiento.
Es urgente que la propuesta del PAN en el senado sea aprobada como “pornovenganza” al nuevo hostigamiento sexual que se da en la redes sociales, y que modificara el artículo 210 y adicionar el artículo 267 del Código Penal Federal para poder sancionar a quien comete este tipo de abusos de confianza, “hackean” material privado, de difusión en páginas web y medios de comunicación este tipo de imágenes. Aumentando las penalidades cuando se trata material de menores de edad y personas con discapacidad, además de las agravantes para los conyugues y familiares hasta en segundo grado, que difunden las imágenes o videos privados.
A la larga lista de imponderables que padecen las mujeres mexicanas, como la discriminación laboral, el machismo, los estereotipos de género, la indefensión ante las policías y los poderes judiciales, se le suma el linchamiento sexista y clasista de las redes sociales que alimentadas desde el “lumpen cibernético”, provocan que una foto o video de mujeres de la vida cotidiana, puedan destruir de forma irremediable su honorabilidad y moral pública.
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