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Los “Influencers” y la elección de 2018

Se conoce como influencer a la figura mediática de internet que ha logrado éxito al generar contenido propio...

21 de marzo, 2017

Se conoce como influencer a la figura mediática de internet que ha logrado éxito al generar contenido propio y recibe un enorme nivel de aceptación, interacción y visitas en sus videos, fotos y mensajes distribuidos en las redes sociales más famosas como You Tube, Twitter, Instagram o Vine. A diferencia de otros actores políticos y sociales, gozan de una mejor reputación y frescura, lo que les permiten obtener mayor credibilidad en jóvenes audiencias. Algunos están patrocinados por importantes marcas comerciales que incrementan sus ventas gracias a la aceptación de estos famosos.

Hace aproximadamente doce años se originó en el portal de YouTube México, un movimiento de jóvenes que generaron contenido propio, donde cualquiera con tiempo y cierto talento, realizaba videos para consumo de los internautas. El éxito de algunos youtubers fue exponencial y pasó por diversas etapas donde varios se volvieron famosos, algunos otros no volvieron a destacar y otros más se consagraron gracias a su popularidad y mejor calidad de contenido.

De simples monólogos frente a una cámara de celular o una laptop, evolucionaron hasta niveles de producción con formato televisivo para internet. En México, el más importante influencer en contenidos de videos de comedia y deportivos es Gabriel Montiel con su personaje “Werevertumorro” y en análisis y crítica política es “Chumel Torres”. Existe una enorme cantidad de youtubers y canales colaborativos dedicados al análisis político de forma continua y con diversos matices ante los políticos y sus instituciones partidistas, sin embargo, los citados con anterioridad son los más exitosos y conocidos en el país.

Los millennials conocen más a estos influencers que a los tradicionales noticieros de información y análisis político. En la evolución de la web, las generaciones que ejercerán por primera vez su voto, se informaran de los candidatos a través de sus teléfonos inteligentes, sus tabletas y sus líderes de opinión online.

Los desplantes autoritarios durante la semana pasada del candidato de facto, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fueron conocidos y opinados por los millennials a través de los influencers. Los exabruptos del tabasqueño en contra del padre de uno de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, aparecieron en cada dispositivo de los jóvenes internautas, paradójicamente grabados desde un teléfono celular o una tableta. Las redes sociales impactaron de forma contundente el fallido acto de proselitismo del presidente de MORENA en Estados Unidos y será un tema que se recuerde por mucho tiempo.

Sin embargo, es de destacar que el “Peje López” es identificado por todos los internautas jóvenes (independientemente de su opinión favorable o en contra) debido a sus años de proselitismo y no pocos enfrentamientos políticos bizarros con sus adversarios políticos. Para bien o para mal a sus aspiraciones presidenciales, AMLO es el único candidato que no le es indiferente a los jóvenes votantes en un sentido u otro. Ningún otro precandidato presidencial tiene ese nivel de reconocimiento entre los millennials.

En el mismo tenor se encuentra el presidente Enrique Peña Nieto, quien también es perfectamente identificable para los millennials y los influencers de todo tipo. Con la agravante de que son demasiados videos donde se le menciona, de forma directa o indirecta, con connotaciones negativas ante sus dislates, escándalos y su imagen de político ineficiente. Es el blanco favorito y fácil para la ridiculización continua y caricaturesca en internet.

Estos nuevos líderes de opinión de la web se nutren de todo tipo de información para generar sus contenidos, como los deportes, los espectáculos, las innovaciones tecnológicas, y de contados hechos noticiosos de México, como fue hace años la contingencia sanitaria por la influenza AH1N1, la fuga del Chapo, el ex gobernador prófugo Javier Duarte, la pasada visita de Trump al país o el reciente gasolinazo. Cuando se tratan temas políticos en sus contenidos, por lo general es de algún escándalo de dimensiones estratosféricas; después del “Peje López” y el presidente Peña, solo la maestra Elba Esther Gordillo es la política más mencionada para ridiculizar su aspecto físico y es manejada como el prototipo de la corrupción por su enriquecimiento inexplicable.

Ningún influencer, de cualquier índole, refiere programas sociales, no destaca alguna política social exitosa, mucho menos reconocen algún funcionario o político en su labor cotidiana. Los demás precandidatos presidenciales como Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle, Miguel Ángel Osorio Chong , Aurelio Nuño, José Antonio Meade, Miguel Ángel Mancera y la larga lista de aspirantes del PRD y de los independientes, no existen en los contenidos de estos líderes de opinión. Ninguno de los precandidatos ha desarrollado alguna estrategia para comunicarse con los jóvenes, a quienes les resultan bastante lejanas sus aspiraciones políticas e irónicamente requerirán de su voto.

Al ser la primera vez que muchos electores ejercerán su voto, no existe la capacidad de medir sus preferencias electorales (si es que las tienen) sumado a la crisis de credibilidad de las encuestas en México y en el mundo. Al no poder tener un diagnóstico mediano de cuáles son los verdaderos niveles de aceptación de la clase política y sus políticas públicas, los influencers pueden ser el medio principal que refuerce o desvíe las intenciones de voto entre los millennials para el próximo proceso electoral presidencial.

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