La elección de Estados Unidos, trascendental para México

En estos momentos se realiza la elección presidencial en Estados Unidos de América (EUA) con enorme trascendencia para...

8 de noviembre, 2016

En estos momentos se realiza la elección presidencial en Estados Unidos de América (EUA) con enorme trascendencia para México, por la posibilidad de que el candidato republicano, Donald Trump, pueda lograr el triunfo, con catastróficas consecuencias para la relación bilateral. Los peores augurios económicos se pueden cumplir si el magnate racista obtiene los votos electorales requeridos de los estados clave, provocando un largo periodo de incertidumbre que derrumbarían en el mundo las bolsas de valores.

En la accidentada campaña de Hillary Clinton, las declaraciones del director del FBI, James Comey, sobre las nuevas investigaciones acerca de los correos de seguridad nacional que Clinton y su personal manejaron de forma irresponsable, hicieron que la elección tenga un final de pronóstico reservado. No en vano el presidente Barak Obama se ha “subido” al escenario electoral a hacer llamados al voto a favor de Clinton y sobre el retroceso en políticas públicas impulsadas por su administración, en caso de ganar Donald Trump.

Los mismos mercados, que desde la pifia “Peñista” cuando invitó a Trump a la residencia oficial de los Pinos, golpearon el tipo de cambio, donde ya se había rebasado el histórico de veinte pesos por dólar. Ahora ante la cercanía de la elección, el natural nerviosismo, y la amenaza real de que el republicano gane la elección, en días previos han sido río revuelto para los grandes especuladores.

“Hilaria” es una funcionaria capaz, con amplia experiencia en el gobierno, académicamente destacada, pero como candidata ha sido inversamente proporcional en sus capacidades como gobernante. Después de los debates sufrió el símil con el “Peje López”, del efecto “chachalaca”, donde la ventaja de algunos puntos, se desvaneció ante el anuncio de nuevas investigaciones por parte del FBI por otros correos electrónicos de seguridad nacional que, otra vez, fueron mal manejados y eliminados por su personal a cargo.

Ese golpe mediático volteó de cabeza la campaña de “Hilaria” que no atinó nunca a controlar los daños provocados por los escándalos en que siempre se vio envuelta. Resultando paradójico y hasta increíble, que ante un candidato tan misógino, fascista, estridente e improvisado en la política como lo es Trump, no haya podido canalizar estos defectos en golpes directos que le aseguran el triunfo contundente en la elección presidencial de EUA.  

En medio de toda esta incertidumbre se encuentra México con las promesas disparatadas de Donald Trump de pretender construir un muro fronterizo, financiado por las remesas de los trabajadores mexicanos en EUA y encabezar una cruzada antiinmigrante digna de cualquier dictadura fascista.

Si “el horno no estuviera para bollos” en agosto el defenestrado secretario de Hacienda, Luis Videgaray convenció de la más peregrina idea en la historia de las peregrinas “ideoatas”, al organizar la fallida visita de Trump a México, donde el candidato republicano utilizó el improvisado evento para subir en las encuestas, congraciarse con sus seguidores más radicales y endilgar a la diplomacia mexicana el más grande ridículo de los últimos tiempos.

Si no existiera ya un ambiente enrarecido en EUA con respecto a México, como pueriles actores políticos, se desataron enormes presiones al tipo de cambio, se despertó la animadversión de “Hilaria” contra la administración “Peñista” y se mostró una liviandad, debilidad y total permisividad ante los republicanos de las huestes racistas de Trump.

Aquel pequeño desastre ejemplifica y amenaza con ser exponencial para México si el candidato republicano gana la presidencia de EUA, no es que “Hilaria” no tenga intenciones de renegociar el Tratado de Libre Comercio (que mal que bien ha ayudado al desarrollo económico del país) sino que Trump en sus desvaríos y ocurrencias puede llevarse entre “las patas” la economía nacional y la de nuestro principal socio comercial, al cancelarlo por completo.

No es en vano que las tasas de interés en México han subido mucho, junto con el grado de riesgo de inversión del país, y las tasas están cercanas al 6 por ciento en papeles e instrumentos de deuda, además que la paridad cambiaria seguramente rozará la barrera psicológica de los 20 pesos por dólar. Si mañana por la madrugada se da la pésima noticia que Trump logró ganar la presidencia de EUA, será el inicio de un viacrucis para México en cuestiones económicas, políticas migratorias, y sobre todo una crisis profunda por la dependencia económica nacional que se tiene del mercado norteamericano.

En unas horas, se materializará la conclusión de lo que podría ser una política económica que afectará el rumbo del país por varios años, donde si “Hilaria” gana, será el menos peor de los escenarios. Pero si la Unión Americana cede ante la locura de Donald Trump y le permite estar al frente del mayor ejercito del mundo y los hilos de la economía mundial, seguramente serán años muy difíciles, con acentuadas polarizaciones y enormes incrementos en los grados de racismo e intolerancia para los mexicanos que trabajan en el país vecino, sean o no ilegales.

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