La Cuarta Transformación y el coronavirus chino

El pasado 30 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia epidemiológica internacional por el brote del coronavirus surgido en China,...

4 de febrero, 2020

Israel Aparicio

El pasado 30 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró una emergencia epidemiológica internacional por el brote del coronavirus surgido en China, conocido hasta ahora cómo 2019-nCoV y detectado por primera vez en la ciudad de Wuhan. Este nueva especie de virus tiene como característica que no es de un alto grado de contagio pero si tiene porcentajes de mortalidad un poco más grandes que el común de las enfermedades del tipo respiratorio.

Al parecer desde el gobierno de China se buscó minimizar el brote epidemiológico del que se tenía registro en el mes de diciembre del año pasado, pero los burócratas optaron por ocultar información al politburó del gigante asiático con las consecuencias ahora conocidas. Fue impresionante la forma como en 10 días lograron construir un hospital con capacidad para atender a mil pacientes infectados, además de mil 400 médicos y personal de apoyo para enfrentar la emergencia sanitaria.

Con un aproximado del dos por ciento de letalidad, la numeralia hasta la noche del 3 de febrero confirma 20 mil 624 contagios de coronavirus, de los cuales 20 mil 471 se encuentran en China, 153 en 23 países del mundo, un total de 427 muertes, una de ellas en Filipinas que representa la primera muerte fuera de China.

En medio de miles de teorías de la conspiración a nivel mundial, mucha desinformación al respecto, en México la mejor opción siempre será seguir las recomendaciones que deberían ser cotidianas para minimizar la posibilidad de contagios de este nuevo tipo de coronavirus, pero sobre todo de cualquier enfermedad del tipo viral como la gripe común. Es increíble y desesperante que no exista una cultura arraigada sobre el lavado constante de las manos antes de comer y después de ir al baño, que junto con el uso de gel antibacterial a base de cloro, sería suficiente para eliminar a la totalidad de virus que producen enfermedades respiratorias.

La regla natural en las instituciones educativas debería ser que alumnos enfermos no acudan a clases, ya que provocan de forma irresponsable la epidemia de contagios en la población educativa y docente en general.

Cuando existe una alerta epidemiológica, que inevitablemente llegará al país, se debería de tener una cultura de la prevención que prevenga una crisis sanitaria, para la cual casi ningún sistema de salud latinoamericano estaría en condiciones de enfrentar.

Hasta el momento en México el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica informó que existe un caso sospechoso del coronavirus chino, en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, en Jalisco. Sería un ciudadano mexicano de 54 años de edad, residente en Wuhan, China desde hace 4 años 5 meses, pero que el pasado 15 de enero regresó al país, por lo que se mantiene aislado y en observación, además de haber implementado protocolos de seguridad.

Otro caso especial fue anunciado por una popular aplicación de servicio de taxis que de acuerdo a sus protocolos de seguridad, suspendió 240 cuentas de usuarios y de dos conductores socios, debido a que un un ciudadano chino que viajó a México utilizó los servicios de su plataforma. Dicho ciudadano asiático habría llegado al aeropuerto internacional de la ciudad de México, paseado por lugares turísticos y utilizado la popular aplicación para su turismo citadino, en los últimos días del mes de enero. La secretaria de Salud ha mencionado que ninguno de los posibles contactos derivados de los viajes del chino, ha presentado síntomas de la enfermedad.

Así mismo se informó que los ciudadanos mexicanos repatriados de China no presentan síntomas pero que se mantienen bajo observación y en cuarentena preventiva.

La crisis sanitaria por el nuevo virus ha ocasionado más preocupaciones que decesos, pero lo que sí afecta de forma directa es la caída de las bolsas de valores en el mundo ya que China representa el 15 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, por lo que las expectativas de crecimiento afectarán de forma significativa las muy modestas perspectivas de México.

La incertidumbre siempre será lo más preocupante en estos casos, por lo que la información verificada y la prudencia es lo que debe reinar en momentos de alertas epidemiológicas como la presente. Como se recordará México padeció una alerta similar cuando se dio el brote del virus de la influencia del tipo AH1N1 en el año 2009, que afortunadamente no resultó con altos niveles de letalidad, pero que sí provocó más de 70 mil casos de contagio. En aquellos difíciles días fue común observar a la población salir a las calles con cubrebocas, la ciudad de México semivacía y sobre todo una compra de pánico del retroviral que atacaba al nuevo virus.

El mantenerse informado y sobre todo el dejar de estigmatizar a la población de origen asiático es imprescindible para enfrentar la alerta epidemiológica por el nuevo coronavirus. En países europeos se han denunciado casos de discriminación contra ciudadanos con características orientales, eso sumado a la desinformación propia de las redes sociales donde se alertan de un mayor número de infectados y muertos.

Es común e irresponsable atribuir que el nuevo virus sea resultado de la manipulación intencional por los humanos y su propagación voluntaria con fines siniestros. Rumores de este tipo no aportan nada a la compleja situación, que sin caer en el pánico, debe ser tomada con toda la seriedad y con las debidas medidas de seguridad. Ya que la mutación de los virus es natural y lo único que se puede hacer ante esta realidad, es mantenerse siempre alerta, atender las indicaciones de los especialistas, siempre con la información verídica proporcionada por los científicos certificados mundialmente.

Comentarios