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Fracaso de Osorio Chong en la Secretaria de Gobernación

Miguel Ángel Osorio Chong abandonó la poderosa Secretaria de Gobernación (Segob) que en el actual sexenio del presidente, Enrique Peña Nieto, se confeccionó a placer...

16 de enero, 2018

Israel Aparicio

Miguel Ángel Osorio Chong abandonó la poderosa Secretaria de Gobernación (Segob) que en el actual sexenio del presidente, Enrique Peña Nieto, se confeccionó a placer del político pachuqueño, con la finalidad de brindar mejores resultados en materia de seguridad pública. A pesar de conformarse una secretaria al mando de fuerzas policiacas, instituciones de inteligencia, coordinación con gobiernos estatales y locales, nunca pudo brindar una mejor estrategia en el combate al crimen organizado y el narcotráfico.

Osorio Chong abandona Segob en medio de la peor etapa de violencia y crimen en varios años, con cifras preocupantes e históricas dentro del gobierno de Peña Nieto. El siempre difícil último año del sexenio, trajo casi un centenar de muertes violentas en varios estados de la República mexicana, además de la acostumbrada alerta estadounidense a sus ciudadanos de abstenerse a visitar estados que son catalogados como sumamente peligrosos. A pesar de los discursos a modo durante la renuncia del exsecretario Osorio Chong, para buscar un escaño en el senado en las siguientes elecciones del 1 de julio, quedó en el ambiente una suerte de abandono total del gabinete del presidente Peña, que realizó cambios con gente muy cercana a su círculo de poder mexiquense, pero que no cuentan con un perfil idóneo para las difíciles condiciones económicas, políticas y sociales que enfrenta el país.

Sobresale el nombramiento del sustituto de Osorio Chong en la Segob, el exsecretario del trabajo, Alfonso Navarrete Prida quien a su vez instaló en la delicada área de inteligencia, el CISEN, a Alberto Bazbaz, exprocurador del célebre caso de la niña Paulette, a quien encontraron muerta detrás de un colchón, luego de varios días de increíble búsqueda. Este episodio en particular dejo en la opinión pública más dudas que certidumbres.

Osorio Chong es el político fuerte del grupo de poder emanado del estado de Pachuca, cuya principal figura fue el exprocurador General de la República y exgobernador, Jesús Murillo Karam, quien sucumbió ante el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa y cuyo lapsus: “Ya me canse” durante la conferencia de prensa, le acompañara por siempre. El ex titular de la Segob sorteó la debacle del régimen después de los escándalos de la casa Blanca presidencial, la masacre de Ayotzinapa y los “gasolinazos”, por ello fue visto por los militantes priístas como el más aventajado precandidato presidencial, a pesar de sus cuentas pendientes en materia de seguridad y gobernabilidad.

Sobre el secretario Chong, pesa la segunda fuga de Joaquín Guzmán Loera, alias “el Chapo” Guzmán, a quien meses después logró reaprender, sin embargo, su imagen ya había pagado el precio enorme de este hecho imperdonable, que bien pudo costarle la renuncia al gabinete presidencial. En contraparte, durante el estallido de la huelga en el Instituto Politécnico Nacional, en 2014, Osorio Chong tuvo su momento cumbre al iniciar el diálogo con los estudiantes, montado en un improvisado templete, vistiendo en mangas de camisa, frente al enorme contingente.

Sin duda alguna se debe señalar a Osorio Chong como responsable directo del fracaso en materia de seguridad en el país, ya que al crear una secretaria concentradora de muchas decisiones de gobierno, más las responsabilidades de acciones y reacciones en contra del crimen organizado, hicieron que su gestión fuera inviable e improductiva. Son varios los errores del entonces secretario Chong al frente de una secretaria que desvió sus funciones principales y dedico más tiempo al espionaje político de sus adversarios.

Un error devastador para el país fue la orden de Osorio para desmantelar la denominada plataforma México, una entidad de inteligencia tecnológica que recabó durante años trabajo de investigación contra los grupos delincuenciales. Prueba de ello es la falta de mantenimiento, o la desinstalación total de tecnología aplicada para la inteligencia contra el crimen organizado, que permitió la fuga del “Chapo”. Pero sobre todo, el tener que recurrir a las “autodefensas” en Michoacán, como un mal necesario ante la incapacidad del gobierno por brindar seguridad a muchas comunidades azotadas por el poder de los Caballeros Templarios, en el explosivo año de 2014.

Los proyectos de maduración de la Gendarmería quedaron en el fracaso, incluso no aumento significativamente el número de elementos de la policía federal, sin mencionar que no se implementó la obligatoriedad de los controles de confianza en las policías estatales y federales. Los gobernadores y presidentes municipales se “echaron a la hamaca” en materia de seguridad pública, limitándose a pedir auxilio a la federación quien debió enviar al ejército a realizar funciones (que hasta antes de la aprobación de la polémica ley de seguridad interior) no les correspondían.

El sexenio en materia de seguridad pública está perdido, las acusaciones entre el poder de los estados y la federación de falta de recursos y apoyos adecuados, no van a hacer bajar mágicamente la terrible realidad de crimen e inseguridad que se vive día a día. Osorio Chong se ira a encabezar alguna lista plurinominal y a tratar de incidir en la campaña de José Antonio Meade, a quien le heredará, en caso de ganar la presidencia, un país convulsionado y totalmente rebasado, en materia de seguridad e instituciones de justicia que continúan podridas y pestilentes desde hace varias décadas.

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