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El defecto “rápido y furioso”

El pasado viernes 7 de abril se vinculó a proceso penal a José Salomón Villuendas Adame, por el delito de homicidio culposo...

11 de abril, 2017

Israel Aparicio

El pasado viernes 7 de abril se vinculó a proceso penal a José Salomón Villuendas Adame, por el delito de homicidio culposo agravado en contra de los cuatro jóvenes victimas del brutal accidente, en donde su BMW se impactó a 180 kilómetros por hora contra un poste en Paseo de la Reforma. Esta desgarradora tragedia, ocurrida el pasado viernes 31 de marzo, consternó a la opinión pública mundial, por la diversidad de factores que se dieron.

El terrible accidente retomó el debate sobre el peligro de conducir en estado de ebriedad y posiblemente con influencia de otras drogas, ya que a pesar del programa “alcoholímetro” y las reformas al nuevo reglamento de tránsito que disminuyen los límites de velocidad para los automóviles, poco se puede prevenir ante la imprudencia de algunos conductores. Los jóvenes Carlos Martínez, Ivonne Millán, Karla Saldaña y Luis Fernando García perecieron en una de las tragedias automovilísticas más conocidas en internet; incluso la red social Facebook transformó sus perfiles normales en cuentas conmemorativas, a manera de homenaje.

Este accidente mediático, motivó también que el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera anunciará nuevas medidas en el “Operativo Carrusel”, donde además de los acostumbrados retenes para revisiones de alcoholemia, se realizarán sobrevuelos en helicópteros del agrupamiento “Cóndores”, para detectar con instrumentos tecnológicos a los automovilistas que exceden por mucho los límites de velocidad al circular.

En México, en él año 2013 se llegaron a contabilizar 24 mil muertes por accidentes automovilísticos relacionados con el consumo de alcohol, la implementación del alcoholímetro colaboró a disminuir estas cifras, sin embargo, se sabe que en redes sociales los usuarios comparten la ubicación de este tipo de retenes haciendo que la medida disminuya su efectividad. En 2013, el país ocupó el séptimo lugar mundial de mortalidad por accidentes de tránsito, con un promedio de 55 personas fallecidas cada día.

Las reacciones incendiarias al accidente automovilístico inundaron las redes sociales, posiciones extremas y viscerales cayeron sobre los jóvenes a quienes se les satanizó injustamente, sin importar que pagaron con sus vidas la decisión de viajar sin cinturones de seguridad. Es de destacar que en medio del escándalo y la tragedia, en redes sociales no faltaron las posiciones reaccionarias de conductores (que aman la adrenalina y la velocidad) al minimizar el accidente y aseguraron que ellos gracias a su pericia al volante, no les habría ocurrido.

La influencia del cine adiciona la irresponsabilidad que se da entre los imprudentes conductores, quienes ven muy lejano la posibilidad de perecer en un accidente similar. El peor enemigo de un automovilista es la relajación de las medidas preventivas; ningún programa, ni autoridad puede prevenir que se repitan este tipo de impresionantes accidentes mortales, si la sociedad no crea una conciencia vial.

La responsabilidad en este penoso caso alcanza al bar de donde salieron los jóvenes alcoholizados, que se deslinda por las cantidades consumidas, mientras les genere jugosas ganancias económicas. No en vano éste antro tenía la tradición de obsequiar una botella, en días específicos, a los visitantes foráneos. Desafortunadamente los empleados de valet parking poco pueden hacer ante los clientes necios, que alcoholizados exigen las llaves de sus automotores por ser de su propiedad. El representante legal del bar le “echó la bolita” al antro contiguo al asegurar que en su estacionamiento nunca se registró la entrada del BMW siniestrado, y recordó que si bien cuentan con las pruebas de alcoholímetro, solo se puede invitar a los clientes a realizarla de forma voluntaria.

Mancera aprovechó este accidente para enaltecer el programa de fotomultas y aseguró que colaboraba a que los conductores tengan una mejor cultura vial al prevenir accidentes como el ocurrido. No obstante, este programa ya ha demostrado ser un abuso contra los automovilistas que reciben multas equivocadas, domiciliadas de forma tardía, y que sin más remedio se terminan pagando para poder verificar el automotor. Este programa reportó ingresos por 64 millones de pesos al gobierno capitalino, hasta diciembre de 2016, lo que demuestra su carácter recaudatorio por encima del propósito preventivo.

Retomando la desventura de las familias de los occisos, como si no fuera poco la conmoción sufrida, padecieron la re victimización de sus familiares cuando se viralizó el video del accidente con los cuerpos destrozados, que solo aportó más morbo innecesario a la tragedia.

Trascendió que la defensa de Carlos Villuendas buscó obtener un acuerdo reparatorio con la finalidad de obtener el perdón de las familias de los fallecidos, y después se trató de hacerle pasar por incapacidad mental, además de una persona sin recursos económicos, ya que de ser encontrado culpable del delito de homicidio culposo agravado, podría alcanzar una pena de hasta 20 años de prisión. El conductor del BMW además de negarse a que se le realizaran pruebas de alcoholemia, registró ingresos anteriores al Centro de Sanciones Administrativas “El Torito” por rebasar los límites de alcohol, por lo que las familias dolientes buscarán una sentencia ejemplar.

Según datos del INEGI en 2015 se dieron 4 mil 636 muertes por accidente automovilístico donde existió consumo de alcohol y 107 mil 202 heridos resultado de este tipo de accidentes, que deja en sus sobrevivientes secuelas psicológicas y físicas difíciles de superar. La tragedia en Paseo de la Reforma debe recordar lo frágil de la vida humana ante la irresponsabilidad frente a un volante automotor.

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